Un hotel dublinés veta la entrada a todo influencer después de exponer a una youtuber

Un hotel dublinés veta la entrada a todo influencer después de exponer a una youtuber
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Es un movimiento que vemos con cada vez mayor frecuencia. Bloggers, instagramers y social media influencers de todo tipo que gracias a sus miles de followers consiguen prebendas que van desde ropa y maquillaje gratis hasta viajes, comidas y estancias con todos los gastos pagados.

Como sabemos, también, a cambio esta gente puede generar publicidad para las marcas, pero por lo difícil de medir el impacto de esas publicaciones y también el morro que pueden echarle algunos, hay negocios que están viendo cómo jóvenes personas que se dedican a su imagen se sienten con el derecho de pedirles una estancia gratis, y a veces incluso cobrarlo.

Esto le ha ocurrido a un corriente hotel dublinés, y su respuesta ha hecho las delicias de todos aquellos que sienten inquina por los artistas del social media. Tras recibir una carta de una influencer pidiendo una estancia gratis para ella y su novio en San Valentín durante cinco días, publicó el mensaje recibido en la página de Facebook de la cafetería del grupo empresarial. Mantuvo en el anonimato a la persona que envió el email, no dijo ni siquiera cuál era su género, pero las redes sociales hicieron el resto. Al poco tiempo se descubrió que había sido Elle Darby.

La carta de Darby decía que buscaba realizar una “posible colaboración” con su hotel, seleccionado entre los posibles alojamientos dublineses. Ella se ofrecía a hacer posteos en sus redes a cambio de esos cinco días de estancia gratuita para dos personas. Sus 87.000 seguidores de YouTube y los 76.000 de Instagram serían la audiencia perfecta para The White Moose Hotel. Además, su éxito había sido testado antes, ya que “el año pasado trabajé con Universal Orlando, en Florida, y para ellos ha sido algo genial”.

Universal Orlando es el hotel del parque de atracciones del gigante grupo del entretenimiento, cuyo resort visitan más de 10 millones de personas cada año. Además, Elle Darby genera del orden de 15 a 40.000 visitas por vídeo subido en YouTube, un volumen que, para los estándares de la comunidad británica no son demasiados. Cinco noches para el hotel que había seleccionado tendrían un coste público de unos 350 euros.

La respuesta de The White Moose Hotel en la página del café no se hizo esperar. dijo con un tono un tanto arisco que “hay que tenerlos muy grandes para enviar un mail así, además de muy poca dignidad y respeto hacia uno mismo”. Paul Stenson, el dueño, le recordó que a los trabajadores de su negocio no se les puede pagar con visibilidad. “Por suerte tenemos un importante seguimiento en redes sociales. Acumulamos 186.000 seguidores en nuestras páginas de Facebook, unos 80.000 en Snapchat, 32.000 en Instagram y 12.000 en Twitter. Pero, Jesús, ni en un millón de años le pediríamos a nadie que nos diese nada gratis”.

Ambas partes del conflicto se han visto perjudicadas. La primera, Elle Darby. Antes de conocer cuál era la identidad de ese "desconocido influencer", en los comentarios de la página del hotel todo el mundo se rió de esa persona que pedía recompensas por su mera presencia en sus instalaciones. Después, al subir un vídeo respuesta en su canal de YouTube y reconociendo su autoría, ha tenido que bloquear votos y comentarios por la cantidad de odio generado.

A su vez, los seguidores de Darby y los defensores de los influencers atacaron al hotel por exponer públicamente a una chica de 23 años que sólo había hecho una propuesta de colaboración mutua.

Fue entonces cuando el Hotel hizo una actualización denegando la entrada a cualquier influencer. PROHIBIMOS EL ACCESO A NUESTRO NEGOCIO A TODOS LOS BLOGGERS, dijeron en una larga carta donde lamentaban que el sentimiento de derecho innato de los bloggers era demasiado fuerte en la comunidad.

Para terminar, el Snapchat de The White Moose Cafe hizo una reflexión. Esta controversia "nos hace cuestionarnos la autenticidad del márketing de los influencers. Ella habría hablado muy bien de nuestro hotel, pero sólo porque la dejamos quedarse en él gratis. No puedes creer nada de lo que dice esta gente".

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