Pues si, lo veo totalmente innecesario. Una nueva cámara de vídeo de Samsung, denominada Samsung SMX-K45 y cuya principal diferencia respecto de otras cámaras es el soporte de almacenamiento.
Mientras lo más usual es encontrar videocámaras que graban en tarjetas SD o en discos duros (en el ámbito doméstico las cintas ya son cosa del pasado), la Samsung SMX-K45 opta por discos de estado sólido, más conocidos como SSD y que ofrecen un rendimiento muy superior al de otros soportes.
Ahora bien: la grabación no es HD, con lo que un uso normal de la cámara estará muy lejos de poder sacar el máximo rendimiento al disco SSD. La resolución es la denominada estándar, a 720×480 píxeles, aunque la cámara sí incluye una salida de vídeo HDMI. Y zoom óptico 52x, estabilizador y un precio estratosférico para lo que es, 500 dólares.
No le veo ningún sentido. He probado numerosas cámaras FullHD (grabación nativa a 1080p), la mayoría funcionando con tarjetas SDHC normales (nada de modelos Extreme o Clase 10) y nunca he tenido ningún problema. Implementar un SSD en una videocámara es casi tirar el dinero.
Curiosamente Samsung también ha lanzado hoy la hermana pequeña de la K45, la SMX-K40 que cuenta con las mismas características técnicas pero con un maravilloso slot SDHC y un precio muy inferior: 320 dólares.
Lógicamente la diferencia es tan grande que el lanzamiento de la K45 parece algo fuera de lugar. Y ambas funcionarán igual. Incluso, podrás meterle una SDHC de 32 GB a la K40 y tener el mismo espacio de almacenamiento.
Aún no hay fecha de lanzamiento de ambos modelos, que se juntan a la HMX-U10 (ésta sí es HD) como ronda de novedades del fabricante en el día de hoy.
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