En invierno principalmente, los cristales suelen empañarse debido al vapor de agua que se queda literalmente pegado a los mismos.
En el MIT, Michael Rubner, ha creado unos cristales recubiertos de nanopartículas que prometen evitar este problema, que es muy grave cuando vas conduciendo.
El nuevo cristal es rugoso en realidad pero liso al ojo humano y está compuesto por microporos que atraen las gotas de agua y las eliminan por capilaridad.
Yo quiero esto y la pintura que se limpia sola para mi futuro coche.
Vía | Pixel y Dixel. Más información | sciencentral.
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