En 1999, un ciclón golpeó el estado costero de Orissa en La India matando a diez mil personas y dejando a millones sin hogar. Ante la emergencia, el Gobierno Norteamericano envió cereales para paliar la situación. Una conocida activista india convocó a los medios en Nueva Delhi. Declaró que el hecho de que las donaciones fueran con productos transgénicos demostraba que “Estados Unidos quería utilizar a las víctimas de Orissa como conejillos de indias” y pidió a Oxfam y al gobierno indio que rechazar la comida. La activista era Vandana Shiva.
La misma que durante este fin de semana se ha paseado por los grandes medios del país para promocionar su último libro y no se ha cansado de hacer afirmaciones cuestionables, alarmistas o directamente falsas. La misma que lleva décadas en una lucha sin cuartel que la ha llevado a posiciones cada vez más fanáticas y problemáticas.