Los sistemas de carga rápida que se han ido imponiendo gradualmente en el segmento de los teléfonos móviles nos han permitido aliviar las críticas contra la perenne tecnología de baterías que acompaña a estos dispositivos, y hay un nuevo sistema que casi podríamos calificar de milagroso.
Se trata de Meizu Super mCharge, una tecnología de carga rápida que es capaz de cargar completamente una batería de 3.000 mAh en tan solo 20 minutos y hacerlo además sin generar mucho calor y con un cargador de mayor tamaño pero que suministra esa recarga a velocidades de vértigo.
Super mCharge vence y convence
La tecnología de carga rápida de este fabricante se basa en el uso de un cargador que proporciona 11V y 5A, lo que permite que en apenas 5 minutos tengamos un móvil con batería de 3.000 mAh al 34% de carga, llegando al 60% en 10 minutos.
El cargador Super mCharge es claramente más grande que un cargador convencional, pero el resultado compensa, desde luego.
La carga completa se completa en apenas 20 minutos, algo que han comprobado en directo nuestros compañeros de Xataka Android en la presentación de la tecnología en el Mobile World Congress de Barcelona.
Los responsables de Meizu han indicado que no hay cambios en las sustancias químicas de las baterías, pero sí en el modo de carga, que por cierto, hace uso de conexiones USB-C.
La batalla por la carga rápida nos hace olvidar otra batalla
Otros sistemas de carga como el Quick Charge de Qualcomm, Pump Express de Mediatek, VOCC de Oppo o DASH de OnePlus. Como decíamos hace tiempo, todas son caras de una misma moneda y tecnologías que suelen ser propietarias y obligan a los usuarios a adquirir cargadores y cables específicos fabricados por la misma empresa que ofrece teléfonos con esta tecnología.
Super mCharge se posiciona como uno de los estándares de carga rápida más prometedores del mercado
Todos estos estándares propietarios tienen precisamente esa pega, que no son interoperables, algo que Google quiere resolver con un estándar único para todos los móviles USB-C que simplificaría un complejo panorama para los usuarios, sobre todo ahora que los cables USB-C son tan variados que han hecho que aparezcan accesorios para evitar que "friamos" nuestro equipo con uno no adecuado.
Es irónico que el apartado más criticado de nuestros móviles —la autonomía de la batería— siga sin resolverse: la tecnología de baterías está llena de promesas de futuro, pero ninguna de los muchas revoluciones de las que hemos hablado en los últimos tiempos ha llegado a cristalizar.
Afortunadamente los sistemas de carga rápida han hecho que esas críticas se suavicen, y con tecnologías como Super mCharge estamos desde luego ante una forma de evitar ese "síndrome del móvil con poca carga" que los usuarios sufren (sufrimos) en nuestro día a día con nuestros smartphones. Bien por Meizu: será interesante ver qué novedades presentan otros fabricantes en este ámbito este año.
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