Cómo quitarte esa horrible canción pegadiza de la cabeza

Cómo quitarte esa horrible canción pegadiza de la cabeza
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Hay canciones que son muy pegadizas pero tras leer este artículo puede que te sea más fácil quitártelas de la cabeza. Un estudio sugiere que a todo el mundo se le pegan canciones (ésas que no puedes evitar recordar) y sugiere que, a diferencia de lo que se cree, las canciones pegadizas no nos molestan en exceso.

Si bien creo que no soy el único al que le gustaría tener la posibilidad de quitarles el audio de vez en cuando a estas canciones que suenan en nuestra cabeza. Aquí os contamos seis trucos para quitarte una canción de la cabeza según las últimas investigaciones.

1. Tápate los oídos

Lo primero de todo, evita la música. Esto es más fácil de decir que de hacer y, como músico, no es algo que vaya a recomendar seriamente. Si bien evito escuchar cualquier tipo de música antes de irme a dormir puesto que si no me la puedo quitar de la cabeza puede llegar a influir en mi sueño. La repetición y la reticencia son las dos “erres” temidas por las personas que sufren con las canciones pegadizas.

Intenta no escuchar una canción mil veces en bucle y evita música que ya sea de por sí repetitiva. También sabemos que haber escuchado una canción recientemente es la razón más nombrada por la cual se nos queda en la cabeza. Si lo que te gustaría es que otra canción fuera la que sonara en tu cabeza, asegúrate de que esa canción sea la última que hayas escuchado.

También hay pruebas de que si se para la música que estamos escuchando, sigue sonando en nuestra cabeza (lo que se conoce como el “efecto Zeigarnik”). Para prevenirlo es recomendable escuchar una canción hasta el final.

2. Remedios físicos

¿Cómo quitarnos una canción de la cabeza si ninguna de las técnicas de prevención ha funcionado? Un estudio reciente dice que mascar chicle podría ser una solución fácil. En una serie de experimentos, los participantes que habían recibido chicle aseguraban tener menos canciones pegadizas que los que no tenían chicle. Normalmente nuestro aparato vocal está relacionado con el cante y de ahí que, según la teoría, si nuestras mandíbulas están ocupadas haciendo otra cosa, nuestra capacidad de pensar en música se vea mermada.

Otra truco para quitarnos esa canción pegadiza es andar a un ritmo mucho más rápido o mucho más lento que el ritmo de la canción. Por lo visto creamos recuerdos bastante precisos para la velocidad de la música que nos es familiar. También sabemos que los movimientos (bailar, dar golpecitos con los dedos, mover la cabeza al ritmo) son un componente importante de las canciones pegadizas. Al usar los movimientos del cuerpo para confundir a nuestros recuerdos podemos interrumpir esa reproducción automática de canciones en la cabeza.

3. Cantar

Una forma popular de vivir la música es cantando. Las investigaciones sugieren que si tiendes a cantar a diario también eres propenso a que se te peguen las canciones de forma prolongada ¿Acaso no es un buen motivo para tomar las riendas y deleitar a aquellos a tu alrededor con una banda sonora de buen rollo para tu día a día?

En cuanto empiece a sonar la canción pegadiza en tu cabeza, cantas otra en voz alta. Cantar el tema de "La vuelta al mundo en ochenta días", los dibujos de los 80, solía ser mi antídoto personal, si bien a día de hoy soy más selectivo con mis gustos musicales.

4. ¿Cómo te sientes?

Una de las cosas que determina la música que escojo es mi estado de ánimo. Una extensa encuesta sobre canciones pegadizas señala la importancia del estado de ánimo y del estrés a la hora de que se nos pegue una canción.

También se ha demostrado que cuando pensamos en una canción en concreto nuestro estado de ánimo se asimila a cuando la escuchamos. Esto viene a decir que si estabas de mala leche cuando escuchaste a Justin Bieber por la radio esta mañana, deberías ponerte de mala leche si se te viene a la cabeza por la tarde.

Hacen falta más estudios psicológicos para entender hasta qué punto se nos vienen canciones a la mente para regular nuestras emociones. Mientras tanto, si lo que te hace sentir la música no se corresponde con el estado de ánimo que te gustaría tener, simplemente cambia la pista (mental).

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5. Llama a un amigo

Para acabar con las canciones pegadizas de una vez por todas, considera hacer alguna actividad mental que suponga un mínimo esfuerzo. Sabemos que los hábitos con carga cognitiva mínima, como lavarse los dientes, llevan a la mente a divagar, lo que nos puede llevar a que se nos venga una canción a la cabeza de forma involuntaria. Por el contrario, las tareas que requieren de gran atención mental, como los ejercicios difíciles, también han sido asociados con las canciones pegadizas.

Pero la mente rara vez divaga cuando estamos socializando; una actividad que está en un nivel medio en cuanto a capacidad mental. Una forma agradable de acabar con los pensamientos musicales podría ser pasar tiempo con los amigos.

6. No te esfuerces demasiado

No quisiera pasar por alto lo irónico que es que muchas veces cuando intentamos controlar algo con la mente el resultado sea precisamente el contrario. Es interesante ver cómo las diferencias sobre cuánto queremos mitigar las canciones pegadizas se pueden apreciar en la estructura cortical cerebral.

Si a pesar de todos los esfuerzos la canción no se te va de la cabeza, mi último consejo es que dejes de esforzarte e intentes buscar alguna distracción. Hay a quien le vienen bien las distracciones musicales o verbales como ver la televisión, si es lo tuyo.

Por Freya Bailes, doctora en Psicología Musical, Universidad de Leeds

Este artículo ha sido publicado originalmente en The Conversation. Puedes leer el artículo original aquí.

The Conversation

Fotos | iStock

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