Las muestras de Bennu prometían ser revolucionarias. Dos meses después, la NASA sigue sin poder abrir su contenedor

  • La NASA solo pudo abrir 33 de los 35 tornillos que sellan el contenedor

  • Se espera que las muestras del asteroide resuelvan varias incógnitas sobre la formación del sistema solar

Cápsula OSIRIS-REx con las muestras del asteroide Bennu en el desierto de Utah
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En septiembre, la NASA trajo del espacio una cápsula del tiempo de los inicios del sistema solar. Dos meses después, todavía no ha podido abrirla. ¿Qué está pasando con la misión OSIRIS-REx y el contenedor de muestras del asteroide Bennu?

El asteroide Bennu y la nave OSIRIS-REx. Bennu es un asteroide potencialmente peligroso cuyo origen se remonta casi a la formación del sistema solar, hace 4.500 millones de años. La nave OSIRIS-REx llegó al asteroide a finales de 2018. Después de orbitarlo durante 505 días, se acercó extendiendo su brazo robótico para recoger muestras de su superficie. Las muestras fueron enviadas a la Tierra y aterrizaron en el desierto de Utah en septiembre de 2023.

Un edificio dedicado y un contenedor que no se abre. La cápsula de la misión OSIRIS-REx fue trasladada en un avión militar hasta Houston. El contenedor de rocas y polvo se encuentra desde entonces en el Edificio 31 del Centro Espacial Johnson, que fue construido especialmente para almacenar y recuperar las muestras de Bennu sin contaminarlas.

El equipo de la NASA manipula cuidadosamente el contenedor introduciendo sus guantes a través de una caja presurizada con nitrógeno para evitar alteraciones en las muestras. Si bien comenzaron a desmontar el contenedor el mismo día que llegó la cápsula, no conseguieron abrirlo porque dos tornillos se habían quedado atascados con el polvo esparcido durante la misión.

Dos tornillos atascados en el TAGSAM. Para recoger las muestras de Bennu, el brazo de la nave OSIRIS-REx sopló nitrógeno sobre el asteroide con un complejo mecanismo llamado TAGSAM (Touch-and-Go Sample Acquisition Mechanism). Aunque algunas muestras de polvo quedaron adheridas a otras partes de la cápsula, la mayor parte quedó sellada, como estaba previsto, en el contenedor de muestras de TAGSAM.

El contenedor estaba asegurado con 35 tornillos. La NASA retiró con éxito 33, pero hay otros dos que no se han podido retirar con las herramientas aprobadas para su uso en la guantera. Los ingenieros de la agencia están desarrollando nuevas herramientas para abrir el contenedor sin contaminar las rocas, lo que esperan conseguir en el primer trimestre de 2024.

Aprovechando hasta el último gramo. Se cree que hay unos 250 gramos de material en el contenedor de muestras. El equipo de la misión logró recolectar 60 gramos fuera del contenedor. Había polvo negro y regolito de Bennu en la aviónica de la cápsula, bajo una tapa protectora de aluminio.

El estudio de las muestras reveló la presencia de agua y una gran cantidad de carbono, la mayor proporción de material carbónico documentada en un cuerpo menor, incluidos los meteoritos terrestres. En cuanto a las trazas de agua, estaban atrapadas en la estructura cristalina de minerales arcillosos, que es como se cree que llegó el agua a la Tierra primigenia.

La mayoría de las muestras estarán años almacenadas. Incluso con las muestras encontradas fuera del contenedor, la misión OSIRIS-REx de 1.160 millones de dólares ha demostrado el valor de recoger muestras de Bennu. Estas rocas contienen pistas sobre el origen del sistema solar y posiblemente puedan responder preguntas sobre cómo se originó nuestro planeta.

Pasarán algunas semanas hasta que la NASA pueda acceder al contenedor y analizar las muestras para compararlas con las de los asteroides Itokawa y Ryugu, visitados por las misiones japonesas Hayabusa. Aun así el 70% de las muestras se almacenará para análisis futuros dentro de varios años, cuando existan nuevas técnicas para analizar sus pistas sobre el sistema solar.

Imagen | NASA

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