La industria tecnológica no está pasando por su mejor momento. Como forma de capear un temporal marcado por los nubarrones de las subidas de tipos de interés y la inflación, numerosas empresas del sector han optado por realizar recortes masivos de personal. En este sentido, el portal layoffs.fyi, que contabiliza en tiempo real los despidos ‘tech’, señala que en 2023 se han eliminado 168.918 puestos de trabajo.
A la calle. De hecho, Google y Amazon, dos gigantes tecnológicos, anunciaron recientemente amplios recortes de personal. En el caso de Google, Sundar Pichai, CEO de Alphabet -empresa matriz-, anunció el pasado 20 de enero el despido de 12.000 trabajadores. En el de Amazon, la firma de Andy Jassy comunicó en marzo el despido de 9.000 empleados que se suman a los 18.000 que anunció anteriormente en enero.
En Europa no hay barra libre. Sin embargo, si bien estas compañías no están teniendo problemas en acometer estos despidos en Estados Unidos, sí están encontrando obstáculos para llevarlos a cabo en Europa, tal y como informó Bloomberg la semana pasada. Según el medio norteamericano, la normativa laboral europea está dificultando los planes de Google y Amazon para despedir amiles de trabajadores y así recortar gastos.
Negociaciones por despidos colectivos. Al igual que en España, en numerosos países de la UE para realizar un despido colectivo, la empresa en cuestión tiene que llegar un acuerdo con los representantes legales de los trabajadores. Así ocurre también en Francia y en Alemania, donde Google y Amazon están comprobando cuán diferentes son las normativas laborales a ambos lados del Atlántico.
Desesperación en Google. En ambos países, Google se encuentra actualmente en negociaciones con representantes de sus respectivos asalariados. Sin embargo, el proceso está siendo tan inesperadamente lento para la gran tecnológica, que desde la propia firma piensan en dejar para el final del proceso de recorte de personal global a estos profesionales europeos, sin descartar incluso la posibilidad de que la plantilla se quede tal y como está, según señaló Bloomberg.
No hay tiempo que perder. En declaraciones a este medio, un portavoz de Google señaló que la empresa se encuentra trabajando para que los despidos “se adhieran a los requerimientos legales locales, que varían según el lugar, son complejos y llevan tiempo”. Pero Google tiene prisa. La empresa ha propuesto varios paquetes de indemnizaciones con la esperanza de que sean lo suficientemente atractivos económicamente para que los trabajadores se adhieran y se marchen de la empresa.
No obstante, parece que en París la negociación con los representares legales de los 1.600 empleados de Google está más avanzada aunque, a corto plazo, la situación continuará siendo la misma.
Amazon también sigue la normativa. La empresa fundada por Jeff Bezos también tiene dificultades para acometer los despidos en suelo galo. Bloomberg señala que Amazon le ha ofrecido a algunos ‘senior managers’ ubicados en París el pago de un salario anual completo para que se vayan de la compañía. Sin embargo, las negociaciones continúan y, en este sentido, los empleados afectados por los despidos se quedarán hasta mayo, cuando Amazon transforma sus acciones en bonus pagados, según informó Bloomberg.
Por otro lado, en Alemania la firma ha decidido empezar su recorte de personal por los trabajadores que se encuentran en periodo de prueba. Amazon ya ha comenzado a negociar con los representantes de los empleados en este sentido.
Los trabajadores se organizan. Esta situación es tediosa para las grandes compañías tecnológicas, acostumbradas a obrar con mucho más margen de maniobra en Estados Unidos, donde la legislación permite despedir a miles de trabajadores en cuestión de unos días. Paralelamente los trabajadores de estas firmas en Europa comprenden la necesidad de afrontar estos recortes de forma colectiva.
Google tiene que dar cuenta de sus planes. En relación con esta última cuestión, a finales del pasado mes de marzo se acordó la formación el European Works Council, una organización integrada por trabajadores de Google en Europa que será informada y consultada acerca de todos los cambios que la firma quiera llevar a cabo en el Viejo Continente. Este organismo establecerá su oficina física en Dublín.
En EEUU toman nota. Para Parul Koul, ingeniera software de Google en Nueva York y secretaria general del sindicato estadounidense Alphabet Workers Union, el hecho de que la normativa europea proteja más a los trabajadores es “inspirador para la gente en EEUU”, según afirmó recientemente en Bloomberg. Asimismo, Koul añadió que es un ejemplo de lucha para los trabajadores norteamericanos.
Todo sigue igual. A pesar de los obstáculos que las multinacionales tecnológicas puedan encontrar en determinados países, lo cierto es que ello no modifica sus planes de reestructuración. Mucho menos cuando el FMI ha señalado recientemente que el futuro inmediato de la economía mundial es incierto, rebajando el crecimiento global del 3,4% en 2022 al 2,8% en 2023.
Imagen: Dylan CARR / Unsplash
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