Los oxímetros, de moda en pleno COVID-19: para qué sirven (y para qué no) los que hay en smartwatches y pulseras

Los oxímetros, de moda en pleno COVID-19: para qué sirven (y para qué no) los que hay en smartwatches y pulseras
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Después de los geles de manos, el papel higiénico y la levadura, el siguiente producto que parece estar poniéndose de mola en plena pandemida del COVID-19 son los oxímetros. Son unos pequeños dispositivos que sirven para medir la concentración de oxígeno en sangre y que pueden ayudar a detectar la neumonía asociada al coronavirus en etapas tempranas. No suelen ser particularmente caros y se suelen encontrar por entre 15 y 20 euros, pero actualmente en Amazon están rondando los 55-50 euros.

Así, se podría pensar en que un sustituto podrían ser los sistemas de medición SpO2 que hay en algunos relojes y móviles, pero lo cierto es que estos sistemas de medición en wearables se usan para cosas bien distintas. Incluso hay aplicaciones que prometen desvelar el dato usando la cámara y el flash. ¿Funcionan? ¿Son fiables? Vamos a verlo.

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Qué es un oxímetro de pulso y para qué sirve

Oxímetro
Un pulsioxímetro mide el nivel de oxígeno en sangre mediante una luz roja y otra infrarroja - Imagen: Quinn Dombrowsk con licencia CC BY-SA 2.0

Un oxímetro de pulso o pulsioxímetro es un dispositivo que sirve para medir la saturación de oxígeno en la sangre. Realmente, el oxímetro mide el porcentaje de hemoglobina arterial en la oxihemoglobina y se considera que un paciente no tiene problemas pulmonares cuando esta concentración está entre el 95% y el 99%.

En pocas palabras, un oxímetro tiene unos LED que emiten una luz roja con una longitud de onda de 660 nanómetros y un luz infrarroja con una longitud de onda de 940 nanómetros. El motivo es que la sangre oxigenada absorbe la radiación infrarroja y la sangre desoxigenada absorbe la luz roja. En la parte inferior del oxímetro hay un fotodiodo que recibe la luz no absorbida, y así se puede estimar de forma indirecta el nivel de oxígeno en sangre.

Uno de los oxímetros más sencillos son los oxímetros de pulso de dedo. El mecanismo es el mismo y consiste en un módulo con los LEDs en un lado y otro con el fotodiodo en el contrario. El usuario solo tiene que introducir el dedo dentro y esperar a que se hagan las mediciones. Se pueden encontrar en farmacias y, para algunos médicos, podrían "proporcionar un sistema de alerta temprana para los tipos de problemas respiratorios asociados con la neumonía por COVID".

Algunos smartwatches tiene sensor Sp02, pero se usan para otras cosas

Pulsoximetro

En algunos relojes y pulseras puede encontrarse un oxímetro bajo el nombre "sensor SpO2 relativo", aunque no es frecuente. De hecho, dispositivos como el Apple Watch o los Galaxy Watch no lo tienen. Es un sensor que funciona de forma similar a los oxímetros de pulso, solo que en lugar de usar la punta de los dedos o el glóbulo de la oreja, que son las zonas idóneas, hace las mediciones en la zona superior de la muñeca.

Hacer la prueba en la zona superior de la muñeca tiene sus inconvenientes. No es la mejor zona para detectar el pulso y, además, cuando nos hacemos una prueba con un oxímetro tenemos que estar quietos y evitar vibraciones. Las variaciones en el nivel de oxígeno en condiciones normales son muy leves y los movimientos de la mano pueden alterar los resultados. Precisamente por eso se recomienda que al hacerse un examen con un oxímetro usemos la punta de los dedos y nos relajemos.

Dicho lo cual, los sensores para medir el oxígeno en sangre que hay en los relojes no tienen el mismo fin que los oxímetros de dedo al uso. Por norma general, los sensores SpO2 en wearables se usan para medir el nivel este parámetro durante sesiones deportivas de alto rendimiento o para analizar las etapas del sueño.

Es el caso de la Fitbit Charge 4, que tiene un sensor SpO2 y lo usa para analizar cuánto tiempo pasamos en sueño profundo, ligero o REM y que puede ser útil para detectar apneas, por ejemplo. Este consta de unos LEDs rojo e infrarrojo en la zona inferior que emiten luz hacia nuestra muñeca y hacen una estimación de la cantidad de oxígeno que tenemos en sangre.

Algo similar sucede con el Huawei Watch GT 2e y, tras la última actualización, el Huawei Watch GT 2. En el caso del Watch GT 2e, el dispositivo tiene un sensor SpO2 infrarrojos dedicado que permite hacerse el test, aunque los resultados solo deben usarse como una referencia personal. El Huawei Watch GT 2 usa los sensores ópticos de ritmo cardíaco y una serie de cálculos para, a través de la frecuencia cardíacada, determinar las fases del sueño. Es lo que Huawei llama "TruSleep". El mecanismo es complejo y funciona de la siguiente forma.

Cuando activamos la función TruSleep, el reloj extrapola los datos de la frecuencia cardíacada para obtener el ritmo normal de los senos nasales y las señales respiratorias. Usando un sistema de transformación conocido como Hilbert-Huang, se analiza la coherencia y la densidad de espectro de estas dos señales para extraer la relación entre respiración y ritmo cardíaco y, así, determinar las fases del sueño. Es lo que se conoce como acoplamiento cardiopulmonar y, en pocas palabras, cuando los latidos del corazón están sincronizados con la respiración, se supone que dormimos mejor.

Luego tenemos las aplicaciones que prometen medir el nivel de oxígeno en sangre usando la cámara y el flash. Una de las más conocidas es DigiDoc, disponible para iOS, aunque Samsung Health también permite hacerlo mediante una prueba de estrés. De acuerdo al Centro de Medicina Basada en Evidencia de la Universidad de Oxford, la base científica en la que se basan estas tecnologías es "cuestionable" y "los niveles de saturación de oxígeno obtenidos de ellas no deben ser creídos".

En cualquier caso, ante posibles síntomas de problemas respiratorios, estén o no relacionados con el COVID, lo más recomendable es acudir a un profesional de la salud y hacerse una prueba profesional.

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