Qué es el "avión del juicio final" de Rusia: la aeronave de la Guerra Fría preparada para un ataque nuclear

Qué es el "avión del juicio final" de Rusia: la aeronave de la Guerra Fría preparada para un ataque nuclear
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El inicio de la guerra de Ucrania alimentó durante algunas semanas el miedo a los ataques nucleares, pero hubo un tiempo, durante la Guerra Fría, en que ese temor era casi un estado de ánimo habitual. Con semejante telón de fondo, EEUU y la URSS decidieron prepararse para el peor de los escenarios imaginables y dotarse de unos búnkeres especiales en los que proteger a sus altos mandos; especiales porque no están bajo tierra, ni en edificios blindados, sino en el aire.

Los conocidos como “aviones del juicio final” —o del Apocalipsis— son auténticos acorazados aéreos heredados de los años de la Guerra Fría con un objetivo claro: proteger a su selecta tripulación en caso de un ataque nuclear y actuar a modo de centros de mando móvil.

Washington tiene los suyos. Moscú también, un modelo que se ha visto en contadas ocasiones fuera de su hangar y sobrevoló hace poco Moscú durante los preparativos del Día de la Victoria. Ahora el Kremlin está renovando la flota con una versión más moderna y de mayores capacidades.

Preparado para el peor escenario

La historia del "avión del juicio final" ruso, apodado también “Kremlin volador”, se remonta a la década de 1980. Las autoridades soviéticas decidieron adaptar un modelo Ilyshin Il-86, de uso civil, para reconvertirlo en un auténtico búnker con alas. Se cree que voló por primera vez en el 85 y dos años después ya estaba listo. El resultado: Il-80, un puesto de mando aerotransportado y preparado para ataques nucleares. Las Fuerzas Armadas Rusas se hicieron con cuatro unidades.

En octubre de 2020 Moscú anunció sin embargo sus planes de renovar la vieja flota de Il-80 con un nuevo modelo, más moderno y capaz —según recogía la agencia TASS— de incrementar el tiempo de servicio de combate y el radio para el mando de las tropas. Para el relevo las autoridades rusas escogieron el modelo Il-96-400M, una nave de pasajeros. Según precisa ABC, el objetivo es que los nuevos aviones doblen el alcance de los Il-80 y puedan ejecutar órdenes un radio de 6.000 km.

Meses después, en julio de 2021, RIA Novosti avanzaba que habían arrancado los trabajos para transformar dos unidades en aviones diseñados para ataques nucleares, similares a los antiguos Il-80. Los trabajos se desarrollaban en Voronezh y, según se avanzó entonces, el objetivo es preparar tres. Algunos medios apuntan que al menos los primeros podrían estar listos ya este año.

¿Cómo es el Ilyshin Il-80? Lo cierto es que a pesar de su importancia y las décadas que lleva operativo, no sabemos gran cosa sobre su funcionamiento. Dispone de cuatro motores Il-86, una armadura especial y las únicas ventanas que incorpora son las de los pilotos, una medida con la que se pretende reforzarlo aún más en caso de una explosión nuclear. Sobre la cabina puede apreciarse una especie de “joroba" con equipos de comunicación por satélite y radio. La nave está preparada para comunicarse con la flota de submarinos e incorpora dos generadores eléctricos.

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Del que sí se sabe algo más es de su contraparte de EEUU, un Boeing 747 modificado y que se conoce habitualmente como E-4B “Doomsday”. La nave está preparada también para resistir el pulso electromagnético de una explosión nuclear y su objetivo es el mismo que el del Il-80: actuar como centro de operaciones de los altos mandos del Estado y ejército en caso de guerra.

En su amplio interior, con tres niveles de altura, puede acoger a más de un centenar de personas. Incluye cuatro motores que le permiten volar durante 12 horas seguidas, sin repostar; si bien esa autonomía puede extenderse a varios días si logra reabastecerse durante el vuelo.

En el fuselaje del E-4B sí se aprecian varias ventanas, aunque recubiertas con una malla que las protege. Su equipamiento y cableado están también reforzados y, al igual que el Il-80, incorpora un saliente, una especie de cúpula, en la que almacena los sistemas de comunicación.

Uno de sus detalles más peculiares es que buena parte de su dotación es analógica, una decisión deliberada que sus responsables tomaron pensando en un hipotético ataque nuclear. En total la Fuerza Aérea de Estados Unidos opera cuatro E-4B desde su Base de Offutt.

Imágenes | Dmitry Terekhov (Flickr) y Mogami Kariya (Flickr)

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