Hubo un tiempo en el que el Renault 4 era un omnipresente en aparcamientos y carreteras. Era el coche del estudiante, del médico rural, del panadero, del servicios de Correos… y también el de las familias que se marchaban de vacaciones con toda la casa a cuestas, aprovechando su amplísimo maletero.
Versátil, duro como una roca y asequible como pocos, el 4L se convirtió en un icono casi sin proponérselo. Prueba de ello es su puesto como el cuarto coche más comercializado de la historia, lo que vincula muchos de los recuerdos de una multitud de usuarios a la conducción de este clásico de los coches.
Ahora que Renault ha optado por resucitarlo con su nuevo Renault 4 E-Tech eléctrico, esta vez con un diseño reinterpretado y en una versión completamente eléctrica, es un buen momento para descubrir qué tiene de especial su regreso, y para ello contaremos la opinión de amantes de este modelo, que nos darán pistas de por qué es un coche que puede volver a marcar a nuevas generaciones.
Renault 4 E-Tech eléctrico: el renacer del icono más polivalente
Antes de convertirse en icono pop, Renault 4 había sido concebido como un coche para todos. Se colaba en la vida cotidiana y se quedaba entre excursiones de domingo, trabajos familiares y aventuras al volante. Un verdadero símbolo de su tiempo, cuyo espíritu conecta la era actual.
Lo que está claro es que es un coche que marcó una era, algo que le da cada vez más sentido a la reinterpretación de clásicos por la que está apostando la marca: primero con Renault 5 E-Tech eléctrico y ahora, además, con Renault 4 E-Tech eléctrico.

El nuevo R4 derrocha ese espíritu de versatilidad y polivalencia de su predecesor. Josué, fan del R4, nos lo confirma: "era el coche de mi padre y lo usábamos tanto para ir de paseo como para cargar sacos o irnos de pesca, cruzando pistas de tierra sin problema”, y añade: "el actual parece igualmente versátil, sirve para monte y playa, es alto y su barra de torsión trasera hace muy difícil que se levante del suelo".

Lo cierto es que el nuevo R4 está pensado para ser un coche útil en la ciudad y robusto para las aventuras fuera de ella. Tiene sobre todo una capacidad reseñable para escapadas familiares o planes outdoor que necesiten volumen para cargar (una bicicleta, una tabla de surf, equipo de escalada, etc.). R4 hace un homenaje a su predecesor con una capacidad para 420 litros solo dentro del maletero, así como espacio extra modulable, que nos permite llevar objetos voluminosos con solo abatir los respaldos de los asientos traseros y del copiloto. A ello suma detalles propios de un coche familiar, como múltiples portaobjetos que suman otros 23,3 litros de capacidad interior.
Eléctrico, tecnológico, y con el mismo encanto

“El salto a eléctrico es tan necesario como que el nuevo modelo beba de la eficiencia del antiguo Renault 4”, expresa Sara, otra usuaria del legendario del R4. Nada más lejos, porque el bajo consumo que ya admiraban los usuarios del modelo clásico, cobra más sentido en la versión eléctrica. En concreto, con 409 kilómetros kilómetros de autonomía y con una opción de carga rápida de 30 minutos, con la que el vehículo es capaz de pasar del 15 al 80 por ciento de batería. Es más, con su sistema de carga bidireccional V2L puede proporcionar energía a otros dispositivos, lo que es perfecto para transportes de movilidad alternativos, como patinetes o bicicletas eléctricas, muy en sintonía con el espíritu aventurero que caracteriza al legado del 4L.
Sobre este nuevo eléctrico, preguntamos a Josué, que ya ha sido propietario de varios R4, y nos dice: "aunque lo mío son los clásicos, no descarto hacerme con una versión eléctrica", y hace esta reflexión: "dar la espalda al coche eléctrico a día de hoy no tiene sentido".

Pero el salto tecnológico no solo se queda en el tipo de motorización, otro aspecto muy interesante del nuevo Renault 4 eléctrico es su forma de incorporar muchos de los avances tecnológicos del momento. Por ejemplo, a la vez que lo conducimos tenemos ante nosotros dos pantallas de 10” que se pueden personalizar y nos permiten controlar múltiples funciones.
Entre ellas se encuentra el sistema multimedia openR link, que cuenta con Google integrado, lo que nos proporciona navegación en tiempo real, asistente de voz y aplicaciones. Además, si necesitamos consultar cualquier aspecto relacionado con el funcionamiento del coche -como programar una carga o abrir el techo corredizo-, podemos recurrir a reno, el avatar oficial de Renault, que es como un copiloto (de los buenos) y se encarga de responder todas nuestras dudas al instante.
Como es lógico, tampoco faltan en este modelo las ayudas a la conducción por las que la marca lleva apostando muchos años. En el caso del Renault 4, se materializan en funciones como el regulador de velocidad adaptativo, la frenada automática de emergencia, el aparcamiento con manos libres o la regulación de velocidad y trayectoria según el tipo de carretera, entre muchos otros.
Por qué tiene sentido la vuelta del R4

La nueva tendencia del mercado automovilístico de recuperar iconos de la conducción es toda una buena noticia para estos amantes de los modelos antiguos, pero también una manera de apostar sobre éxitos ya conocidos. Y es que, aunque los tiempos cambien, hay algo de su esencia que nos seguirá enamorando. En el caso de Sara, lo suyo con el modelo fue un auténtico flechazo, después de disfrutarlo de niña, tuvo la oportunidad de adquirir uno igual y no se lo pensó. “Para mí no es solo un coche, sino un símbolo”, reconoce. “Me acuerdo de los spots publicitarios de la época, que decían ‘su belleza es su mecánica”, cuenta Sara; “para mí esa frase lo envuelve todo. Era un coche sencillo y técnicamente pensado para ser práctico. Ahora en el actual, me sigue encantado su diseño con los icónicos faros redondos”.

Y, a juzgar por las características con las que se presenta Renault 4 E-Tech eléctrico, se ve que la firma puede cumplir las expectativas de sus fans más fervientes. Por ejemplo, con su emblemática calandra, sus luces traseras de tres partes, sus umbrales de puerta esculpidos o sus faros redondos (esos que tanto le gustan a Sara).
Es más, un usuario como Josué incide en que puede ser también una forma de acercar estos vehículos que marcaron una era a las nuevas generaciones: “seguro que le gustará a mucha gente, sobre todo a los jóvenes. ¿Para qué inventar nombres nuevos si tienen ya los de modelos antiguos e inolvidables?”
Imágenes | Renault y archivo personal de Josué González.
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