Hace ya un tiempo, las características que se buscaban resaltar de un nuevo vehículo eran su potencia y velocidad. Ahora, si bien siguen siendo importantes, han pasado a un segundo plano tras otras como el confort al volante y la seguridad de los pasajeros. Sin duda, condicionantes muy solicitados por unos consumidores preocupados por su bienestar y el de sus seres queridos.
Así, gran parte de los esfuerzos innovadores de los fabricantes se han centrado en un aspecto fundamental: la ergonomía. Siempre ha estado presente, pero ahora supone un aspecto transversal que abarca al diseño de todos los elementos de un vehículo. Y con la irrupción de las nuevas tecnologías y la progresiva digitalización del automóvil, los diseñadores han encontrado nuevos retos a los que hacer frente.
Para explicarlo, vamos a tomar el ejemplo del nuevo Peugeot 3008, la segunda generación de este SUV francés que ha recibido un restyling de cara al 2021. Sus nuevos elementos, así como los que ya estaban y han sido rediseñados, nos servirán para ilustrar nuestro artículo sobre lo físico y lo digital en la ergonomía de un automóvil.
Ergonomía para garantizar el confort y la salud al volante
El confort en un vehículo es un aspecto difícil de medir y cuantificar, y que apela a la sensación de comodidad que sentimos al montarnos en él. Es, sin embargo, una de las características más valoradas por los consumidores actualmente. Los fabricantes, para satisfacer esa demanda, trabajan sobre la ergonomía del vehículo como conjunto y sus diferentes elementos.
La ergonomía no trata solamente de lo cómodo que nos resulta un asiento cuando nos sentamos en él. También es lo cómodo que nos ha resultado cuando nos levantamos tras varias horas al volante. O cuando nos hemos pasado toda la semana yendo a trabajar entre atascos y zonas de aparcamiento saturadas. Un elemento de ergonomía puede ser el asistente de aparcamiento o la cámara de visión 360, sistemas incluidos en el nuevo 3008.
Todo este ejercicio físico y mental, a menudo repetitivo, puede llevarnos al límite de nuestras capacidades. Y ello, a la larga, puede conllevar problemas de salud si la ergonomía de nuestro vehículo no es la adecuada. Los dolores lumbares o cervicales o el agarrotamiento de piernas ya no son dolencias exclusivas de taxistas o repartidores de mercancías.
Ergonomía para lograr la máxima seguridad de los ocupantes
La falta de confort también puede acarrear consecuencias más graves. Y es que la fatiga producida por una mala ergonomía puede ser consecuencia de graves accidentes de tráfico. De hecho, el 30% de los siniestros viales se producen por problemas derivados del cansancio, como somnolencia o reducción en nuestra capacidad de reacción.
Una ergonomía bien conseguida, en cambio, consigue reducir la fatiga en trayectos prolongados o circunstancias complicadas. Asimismo, reduce la posibilidad de sufrir entumecimientos o fatigarnos la vista, que nos puede llevar a dar un volantazo o accionar mal un pedal. Sistemas de seguridad como el Control de Crucero Adaptativo o el sistema de visión nocturna Night Vision que podemos encontrar en nuestro 3008, son algunos ejemplos de ergonomía activa.
Pero la ergonomía no solo trata de confort, sino también de accesibilidad de los distintos controles de nuestro vehículo. Una instrumentación mal diseñada puede provocar distracciones innecesarias o realizar gestos poco naturales que nos lleven a un accidente. Las distracciones son la primera causa de siniestralidad en nuestro país.
En el nuevo Peugeot 3008 podemos encontrar controles y levas incorporados al volante, la zona más accesible para el conductor, e incluso la posibilidad de utilizar comandos de voz para usar determinadas funciones.
Ergonomía de los diferentes elementos para que funcionen entre sí
La ergonomía también procura que todos los elementos estén dispuestos de tal manera que funcionen entre ellos en plena armonía. Casi como una simbiosis entre entidades que coexisten en un mismo espacio y se ayudan en su cometido. En nuestro caso, contribuir a la seguridad y el confort de los ocupantes del vehículo.
Un buen ejemplo lo encontramos en el nuevo Peugeot 3008 nada más sentarnos. De las primeras cosas que nos damos cuenta es del singular volante, muy distinto a cualquier otro que podamos ver en el mercado. Su tamaño compacto y su forma achatada no es un capricho estético, sino que ha sido diseñado para proporcionarnos una mejor maniobrabilidad y sensaciones más intensas.
Pero también sirve para proporcionarnos mejor visibilidad del cuadro de mandos: al estar más elevado de lo habitual, podemos observarlo por encima del volante. A la postre, tenemos un rango de visión de la instrumentación más amplio, ya que no tenemos que verla entre los radios del volante. Y también más pegada al parabrisas, por lo que no tenemos que apartar la vista de la carretera más de lo necesario.
Ergonomía para el equilibrio entre lo físico y lo digital
Las nuevas tecnologías han servido para multiplicar exponencialmente las funciones de ergonomía en el automóvil. Por ejemplo, las funciones avanzadas incluidas en los asientos con certificación AGR disponibles para el 3008: ajuste eléctrico con memoria, soporte extensible para los muslos, cinco modos de masaje diferentes… Funciones que multiplican los efectos terapéuticos de un asiento diseñado ergonómicamente y con materiales que ya de por sí nos garantizan mayor sujeción de nuestro cuerpo.
Sin embargo, los avances tecnológicos han lanzado a muchos fabricantes a una carrera por ofrecer el vehículo más sofisticado y complejo posible, perdiendo de vista lo realmente importante: la seguridad. No en vano, muchos expertos alertan ya del peligro que supone las cada vez mayores pantallas táctiles para los sistemas multimedia, y que suponen una fuente de distracción similar a la de manejar un smartphone.
Así pues, se impone entre los ingenieros buscar un equilibrio entre las grandes posibilidades que ofrecen las pantallas táctiles, y los sistemas tradicionales que ofrecen una forma más segura de manejar sus funciones.
Un buen ejemplo de esto lo encontramos en el centro multimedia del nuevo 3008, dominado por una pantalla multitáctil de 10 pulgadas y gran visibilidad. Pero viene acompañado de una fila de elegante teclas cromadas, denominadas 'Toggle Switches', que nos ofrecen un acceso rápido a las principales funciones de forma muy intuitiva.
i-Cockpit, máximo control y seguridad centrado en la persona
Como hemos dicho, todos los elementos de un vehículo deben funcionar en armonía para garantizar la ergonomía. Y para ello debe tomarse un único punto de referencia para todos, que en este caso debe ser el conductor. En esta línea, Peugeot ha desarrollado una nueva manera de entender el interior del automóvil, con un diseño centrado en la persona y que concibe asiento, volante, controles y el resto de elementos como un todo.
El resultado es i-Cockpit, el nuevo concepto de habitáculo de Peugeot para sus nuevos modelos, entre ellos el nuevo 3008. Nos evoca a los cockpit o cabinas de vuelo en la aeronáutica, donde se concentran la gran cantidad de controles en un avión o nave espacial. También a los glass cockpit de las aeronaves más avanzadas, donde la mayor parte de controles han sido sustituidos por funcionales e intuitivas pantallas digitales.
Pero también nos recuerda a los cockpit de los coches de carreras, y que supone el elemento de seguridad más preciado en automovilismo.
Configurar el habitáculo a nuestras necesidades en cada momento
Así, podemos decir que el i-Cockpit de Peugeot abarca su asiento ergonómico certificado, el volante multifuncional compacto, el sistema multimedia con sus Toggle Switches, y el resto de elementos que hemos mencionado y otros tantos. Mención especial merece el cuadro de instrumentos digital, donde agujas y bombillas han sido sustituidos por la pantalla de alta resolución de 12,3 pulgadas. La información a mostrar en este cuadro de instrumentos es configurable, pudiendo mostrar también el navegador en una zona muy cómoda.
El i-Cockpit también ofrece diferentes tipos de interfaces o estilos visuales, más tradicionales, deportivos u optimizados para la conducción nocturna. En la versión híbrida enchufable del nuevo 3008 se incluye un modo extra que muestra toda la información sobre nivel de carga, consumo de energía o autonomía eléctrica.
Todo ello sin perder de vista el futuro con i-Cockpit Responsive, el concepto de habitáculo desarrollado con el vehículo autónomo en mente. Plantea nada menos que un nuevo modo de conducción, donde volante y pedales se ocultan y dan paso a una forma de controlar nuestro vehículo por gestos.
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