Por encima de los 3,9 litros a los 100 kilómetros, multa: el plan de EEUU para acelerar al coche eléctrico

  • General Motors, Stellantis y Ford multiplicarían por 10 veces lo pagado hasta ahora en sanciones similares

  • Sobre la mesa también está la posibilidad de exigir una cuota de vehículos eléctricos vendidos

Haidan Xckeomdxm5u Unsplash
61 comentarios Facebook Twitter Flipboard E-mail

Europa se ha lanzado a los brazos del coche eléctrico. Lo han hecho con medidas políticas polémicas que pasan por la prohibición de la venta de motores de combustión a partir de 2035. Por el camino, la normativa Euro 7 debía servir como puente a una movilidad marcada fuertemente por la electricidad en los próximos años, aunque las obligaciones que finalmente se aplicarán parecen mucho más suaves de lo que esperábamos en un principio.

Tras esta pequeña victoria de los fabricantes frente a los políticos europeos, con una red de recarga que todavía tiene que crecer y la búsqueda de soluciones a la producción y fabricación tanto de modelos completamente eléctricos como de suministros (baterías, por ejemplo), el cumplimiento de algunos de estos planes todavía está en el aire.

Al menos para algunos fabricantes, quienes se han mostrado contrarios de adoptar la tecnología completamente eléctrica como la única válida. Renault apuesta por la hibridación, de momento, y el desarrollo del hidrógeno como fuente alternativa. Algunos fabricantes premium y de lujo, como BMW o Porsche, apuestan por los combustibles sintéticos. Y otros nipones, como Toyota o Mazda, han mostrado sus dudas sobre el coche eléctrico como única solución.

Pese a ello, la mayor parte de las marcas ya tienen planes para convertirse al coche completamente eléctrico en Europa. Un movimiento que se apunta, desde algunos sectores, como exclusivo de nuestro continente y ponen a Estados Unidos como ejemplo de libertad y de caminos alternativos al coche eléctrico.

Sin embargo, el país que gobierna Joe Biden también está decidido a transformar su parque automovilístico. Bien con alicientes económicos o bien con sanciones, también económicas, está dando pasos de gigante para que gran parte de su industria se reconvierta. Y, quien no lo haga, sufrirá multas millonarias.

Más de 10.000 millones de dólares en multas

Como te hemos contado en otras ocasiones, la Ley de Reducción de la Inflación impulsada por Joe Biden contempla desgravaciones fiscales de hasta el 100% en 2028 si los fabricantes trasladan su proceso productivo a tierras americanas. Una medida que contempla tanto la construcción de vehículos como la producción de baterías.

A este tipo de ayudas se podrán acoger tanto los fabricantes que operen en el país como aquellos que lo hagan en lugares con quienes Estados Unidos tiene tratados comerciales especiales. Por tanto, si se cumplen ciertos requisitos, una empresa que opere parcialmente en México o Canadá también se puede beneficiar si parte de su cadena productora está en suelo estadounidense.

Uno de los golpes de efecto más evidentes que Estados Unidos le ha endosado a Europa está en el despido de 3.200 trabajadores de Ford al tiempo que compensaba parte de esta mano de obra en suelo local.

En el plan estratégico, como decíamos, no sólo está la producción de automóviles. La extracción de minerales críticos y básicos para las baterías de los coches eléctricos, su transformación o el reciclaje de los acumuladores de energía también se contemplan dentro de las ayudas económicas que quieren hacer de Estados Unidos un rival incómodo para China, que hasta ahora domina con mano de hierro la cadena de suministro.

Pero si esta es la zanahoria, el Gobierno de Joe Biden ya prepara el palo para que la industria no se relaje.

La intención del Ejecutivo estadounidense es endurecer los límites máximos de emisiones y consumo de combustible del país. De momento, se está estudiando qué vías implementar para hacer crecer el número de vehículos completamente eléctricos en los próximos años. Pero los cálculos de las posibles multas ya empiezan a sobrevolar.

En abril, la Environmental Protection Agency (EPA, por sus siglas en inglés) ya propuso un escenario en el que se obligara a los fabricantes a que dos de cada tres coches vendidos en el país fueran completamente eléctricos. La fecha propuesta era 2032. Una decisión que no agradó a Alliance for Automotive Innovation, un grupo de presión en el que se incluyen fabricantes como BMW, Honda, Toyota o Volkswagen, por mencionar algunos.

En julio, la National Highway Traffic Safety Administration (NHTSA, por sus siglas en inglés) dedicada especialmente a la gestión de la seguridad del tráfico rodado, se expresó en la línea de obligar a los fabricantes a producir motores de combustión más eficientes. Así, se obligaría a consumos más bajos, que van desde poco más de 3,9 litros/100 km en 2027 a 3,56 litros/100 km de combustible en 2032 para los vehículos de pasajeros.

General Motors, Ford y Stellantis tendrían que pagar más de 10.000 millones de dólares. En la historia, se han pagado unos 1.500 millones de dólares en sanciones similares

Según la agencia, aplicar la medida repercutiría en una reducción de gasto de 50.000 millones de dólares durante toda la vida útil de los vehículos producidos en entre 2027 y 2032 y el consumo de combustible se reduciría en 330.000 millones de litros de gasolina hasta 2050.

Las multas para los fabricantes que superaran los límites máximos permitidos serían históricas. Según señalan en Bloomberg, con los datos actuales General Motors, Ford y Stellantis ya sumarían más de 10.500 millones de dólares en multas. Los cálculos apuntan a que el el 46% del mercado estadounidense pagaría el 74% de las sanciones.

Para hacernos una mejor idea, hasta ahora las multas que las compañías han pagado en el país por incumplimientos de objetivos medioambientales son de unos 1.500 millones de dólares. Sólo General Motors se estaría enfrentando a 6.500 millones de dólares de desembolso entre 2027 y 2032. Stellantis se quedaría en 3.000 millones de dólares y Ford en unos 1.000 millones de dólares de multa.

No es casual, por tanto, que fabricantes como Ford o General Motors estén apostando decididamente por la electrificación de su flota. Stellantis, con un enorme y complejo entramado de marcas y productos, también se dirige al coche eléctrico como producto de futuro.

En Xataka | Estados Unidos ha abierto el melón inevitable del coche eléctrico: ponerle los impuestos de los de gasolina

Foto | Haidan

Comentarios cerrados
Inicio