"Cuando un capuccino cuesta ocho dólares, está al límite": hasta la industria del café sabe que la burbuja es insostenible

  • El precio del café está disparado y Lavazza tiene claro que la paciencia del consumidor tiene un límite

  • Para ejecutivos de Lavazza, pagar 8 euros por un capuchino es descabellado

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Alejandro Alcolea

Editor

El segmento cafetero se pasó los últimos meses de 2024 avisando sobre lo que vendría: 2025 no iba a ser un buen año para el precio del café. Debido a factores que han afectado el rendimiento de las cosechas y a problemas en el transporte, el precio del café se ha disparado estos últimos meses. Tanto que algunos de los principales tostadores ya piensan que es algo que colapsará tarde o temprano.

También que la paciencia del consumidor está cerca de agotarse.

Tormenta perfecta. Que comprar café hoy sea más caro que hace unos pocos meses es consecuencia de una serie de factores. Por un lado, cuestiones climáticas como la influencia del fenómeno llamado El Niño, que alteró las condiciones ideales para que el café se desarrolle tanto en Brasil como en India o Vietnam. No es moco de pavo: son los principales productores de café del mundo.

Otra cuestión es la demanda. China ha cogido el gusto por el café y, en menos de 20 años, han pasado de no figurar entre los principales países consumidores de café a meterse directamente entre los primeros, con una demanda de cinco millones de sacos de 60 kg cada uno en la temporada 2022-2023. La dificultad de navegar rutas comerciales como las del Mar Rojo, que lleva el café robusta de Asia a occidente, es algo que también ha permeado en el precio, por no hablar de los manidos aranceles comerciales.

Lavazza. El problema es que, aunque algunas cuestiones se podían anticipar, como el cambio de normativa europea que combate la importación de productos procedentes de zonas deforestadas, la industria no ha podido anticiparse al resto de condicionantes que ha impactado al precio del café. Giuseppe Lavazza, presidente de la empresa homónima, afirmó en 2023 que los precios empezarían a caer en 2024, pero tras esa tormenta perfecta, el empresario afirmó que se equivocó.

De hecho, afirmó que se estaban "enfrentando a vientos en contra muy, muy fuertes y no veo razón por la que los precios del café vayan a bajar". Y ha vuelto a ser un peso pesado de la compañía italiana el que ha salido a la palestra para afirmar que sí hay un límite. No en el precio del café, sino en la paciencia de los consumidores.

precio del café

Los límites de la paciencia. Como podemos leer en Financial Times, Antonio Baravalle, director ejecutivo de la compañía, considera que la tolerancia del consumidor a estos precios disparados está llegando a su límite. Aunque tiene claro que los factores comentados son los que han influido directamente en el precio del café, lo que más está impactando en el bolsillo del consumidor es la especulación en los mercados financieros.

De hecho lo ha comparado con el mercado de valores. “Cuando veo que un espresso cuesta tres o cuatro libras en Londres, u ocho dólares un capuchino en Nueva York, veo el límite. Es como cuando ves que la Bolsa de Nueva York sube, sube y sube y piensas: tarde o temprano, colapsará”.

Diferencia de enfoques. De hecho, con el café está pasando lo mismo que con muchos otros bienes de ese mercado de valores. En febrero, los granos arábica alcanzaron un récord de 4,39 dólares el medio kilo, pero recientemente se han desplomado hasta los 3,45 dólares debido a que los aranceles impuestos por Trump frenen la demanda.

Lavazza, cuyos beneficios netos aumentaron un 20,6% el último año, es una de las empresas que se verán afectadas por los aranceles al exportar a EEUU desde la Unión Europea. De hecho, Baravelle comenta que sus estimaciones de beneficios se han reducido enormemente porque no han cambiado la mezcla de café (no han utilizado cafés mas baratos) y han absorbido parcialmente el coste de la materia prima.

Aquí hay diferencia de enfoques. Otras empresas que venden directamente a consumidor comentaron hace semanas que no podían seguir amortiguando el golpe, lo que ha contribuido a esa subida de precios para el café que el consumidor compra para hacer en casa. Baravelle tiene claro que ese incremento de costes para los consumidores es lo que ha generado “una contracción media del mercado mundial de café de, aproximadamente, un 3,5% en los últimos dos años”.

Cambio climático, calienta que sales. El café es más caro, cualquiera que compre para hacer en casa se habrá dado cuenta, pero… ¿estamos cerca de llegar al horizonte o a un oasis? Lamentablemente, no se puede ser demasiado optimista. Baravelle comenta en el FT que espera que las ventas caigan aún más en 2025 y que “el cambio climático será un problema en nuestro sector, pero a medio o largo plazo, no en 2025”.

Desde la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación -FAO- también piensa que no ha pasado lo peor. En el mismo artículo de FT, Mamoun Amrouk, que es economista senior de la FAO, considera que debemos ir acostumbrándonos a esta situación y que eventos como El Niño y otros “eventos climáticos extremos serán frecuentes a largo plazo”.

¿El resultado? “Aumentos de precios más frecuentes que en el pasado”, según el economista. Y aquí, en lo único que puedo pensar es que, si las marcas no absorben el golpe y éste recae en el consumidor, quizá alternativas como el café sin café no sean tan malas.

Imágenes | Kelsen Fernandes

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