A Margrethe Vestager nunca le ha temblado el pulso a la hora de enfrentarse a los gigantes tecnológicos. La Comisaria de Competencia de la Unión Europea ha promovido investigaciones contra una amplia variedad de compañías por incurrir en prácticas ilícitas y obstaculizar a la competencia.
Estos movimientos muchas veces se han traducido en cuantiosas multas que ciertas firmas no han conseguido evitar. Uno de los ejemplos más notables lo encontramos en la sanción de 2.400 millones de euros contra Google que recientemente confirmó el Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TJUE).
Vestager buscaba algo más que multas
Vestager ha permanecido en el puesto de Comisaria de Competencia durante una década. Durante este tiempo, la Unión Europea ha multado varias veces a Google, pero también ha apuntado contra Apple, Amazon y Meta. La gestión de esta política danesa ha cosechado tanto elogios como críticas.
Mientras que algunos no han dudado en admirar su valentía, otros han señalado que tales acciones acabarían perjudicando a Europa. En cualquier caso, Vestager no ha dudado en describir a su gestión como “parcialmente exitosa” en una entrevista con el periódico estadounidense The New York Times.
"La gente pensaba que estábamos locos porque hace 10 años, las grandes tecnológicas eran intocables”, expresó Vestager, que dejará de ser Comisaria de Competencia antes de que termine este mes, cediéndole su puesto durante el segundo mandato de Ursula von der Leyen a la ministra española Teresa Ribera.
Vestager también dijo que le hubiera gustado que junto con su equipo hubieran actuado más rápido en el control de las grandes tecnológicas. Como decimos, las multas multimillonarias han sido parte de la identidad de su período en Competencia, pero ella buscaba algo más: cambios estructurales estrictos en las compañías.
La posición de la Comisaria saliente no ha cambiado a lo largo de los años. En 2023, cuando la entrevistamos en el marco de nuestro premio Xataka Leyenda, Vestager afirmó que, si bien a veces se preguntaba si deberían “aflojar un poco” en su misión, la respuesta era que no, que debían arriesgar para ganar.
Cuando un regulador se enfrenta a una compañía gigante como cualquiera de las mencionadas debe prepararse para un proceso de años. Las investigaciones suelen dilatarse en el tiempo y, una vez que las sanciones son impuestas, los acusados pueden llevar el caso por múltiples instancias que, literalmente, consumen años.
La multa de más de 2.000 millones de dólares sobre el caso Google Shopping que mencionamos arriba apareció en escena en 2017, pero no fue hasta septiembre de este año que finalmente fue desestimada la última opción con la que la compañía del buscador podría haberla evitado.
El caso de Apple e Irlanda es otro ejemplo. La compañía de Cupertino pagó menos impuestos en 2014, lo que provocó la reacción de Unión Europa, bajo el liderazgo de Vestager en Competencia, en 2016 para que se pagaran los impuestos adeudados. El juicio llegó a su fin hace dos meses.
Imágenes | Guillaume Périgois | Wikipedia| Christian Lue
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