En julio se dio uno de esos encuentros que se recordaran durante mucho tiempo. Curiosity abrió por accidente una roca en Marte desvelando un tesoro amarillo: azufre en el planeta rojo. Antes, habíamos encontrado otras sorpresas, como aquellas piedras en forma de “palomitas de maíz”. Ahora le ha tocado el turno al rover Perseverance. El hallazgo es tan insólito que los investigadores han quedado “atónitos”.
Una roca muy rara. Ocurrió el pasado 13 de septiembre, momento en que el rover de la NASA detectó algo “distinto”, una roca particularmente inusual sobre un terreno marciano que de otro modo no tendría nada de especial. Lo cierto es que las imágenes delataban una rareza en comparación con su entorno.
La roca también llamó la atención del equipo de Perseverance, por supuesto, que no dudó en calificarla como "diferente a todo lo visto en Marte antes". Un evento que ha ocurrido mientras el rover se dirige al castillo de Dox, una parte del cráter Jezero que podría haberse creado cuando el impacto del asteroide que dio origen al cráter hizo que salieran volando pedazos de roca.
El encuentro. Tal y como ha explicado la agencia espacial en un post publicado, la escena se dio mientras subían lentamente las laderas hacia el borde del cráter. Los miembros del equipo detectaron una textura inusual en la distancia y decidieron observarla usando la cámara Mastcam-Z.
Unos días después, cuando Perseverance ya había abandonado la zona, la NASA recibió los datos y se dio cuenta de lo extraña que era la roca de aproximadamente 20 centímetros.
Hipótesis. Según el investigador y miembro del equipo Perseverance de la agencia, Athanasios Klidaras, "nuestro equipo científico cree que esta roca tiene una textura diferente a cualquier otra vista en el cráter Jezero antes, y quizás en todo Marte".
A este respecto, Klidaras dio algo más de contexto e incluso reveló la hipótesis que tienen en estos momentos los investigadores: “nuestro conocimiento de su composición química es limitado, pero las primeras interpretaciones son que los procesos ígneos y/o metamórficos podrían haber creado sus rayas”.
Roca cebra. De ahí que en estos momentos el público ya le haya puesto nombre a este pedazo de roca marciana: "roca cebra". Por su parte, el equipo de la NASA la ha bautizado como "Castillo Freya". ¿La razón? Piensan que es probable que la roca haya llegado a su posición actual desde otro lugar dada lo diferente que es de la roca circundante, tal vez después de haber rodado cuesta abajo.
Visto así, puede ser una muy buena noticia, y un misterio por resolver. Pensemos que el rover se dirige en estos momentos cuesta arriba, por lo que es factible pensar que se encuentre más piezas similares en las próximas semanas y, quizás, el origen de todo en la cima.
Imagen | NASA
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