Ya es oficial, Glovo ha pasado a manos de Delivery Hero después de que la junta de accionistas aprobase la transacción este lunes. Una operación que, por el momento, está siendo bastante ruinosa para todos aquellos que tenían participaciones de la empresa española, ya que en apenas seis meses han visto como el valor acordado para la compraventa se reducía a más de la mitad sin que pudiesen hacer nada para remediarlo.
¿Por qué? Delivery Hero acordó la compra de Glovo el pasado mes de enero en una operación valorada en 2.300 millones de euros, una cantidad que no se pagaría en dinero, sino en un número de participaciones fijas de la empresa alemana por cada acción de la española. Aquella cifra se estableció tomando como referencia el precio que por aquel entonces tenían los títulos de los teutones, unos 98 euros, un valor que ahora ha caído hasta los 35 euros.
De esta forma, en apenas seis meses los accionistas de Glovo han visto como el valor de los títulos que iban a percibir en concepto de pago por sus participaciones en la startup española caían más de la mitad de lo acordado. Este varapalo se habría producido, según explica El Confidencial, porque en el acuerdo de compraventa no se incluyó una clausula de precio mínimo de venta que protegiese a los vendedores de un posible desplome de las acciones de Delivery Hero.
Ahora, los accionistas de Glovo deberán decidir si venden sus nuevas participaciones de la empresa de comida a domicilio teutona a la baja o esperan a que la situación remonte para acercarse a las cifras de enero.
Nuevos dueños, misma dirección. De esta forma, Glovo pasa a formar parte del gigante alemán de food delivery, pero no cambiará sustancialmente, ya que mantendrá su marca, su propia plataforma y seguirá siendo dirigida por sus dos fundadores, Oscar Pierre y Sacha Michaud, quienes se mantienen como accionistas de Glovo con aproximadamente el 6% de las participaciones.
Dificultades. La caída de las acciones de Delivery Hero, de aproximadamente un 65%, no ha sido el único obstáculo al que se ha enfrentado la operación en estos seis meses. Para que el Gobierno de España diese su autorización a la transacción, los alemanes se han tenido que comprometer por escrito a que cumplirán con la Ley Rider, algo que Glovo no ha hecho hasta la fecha.
Por otra parte, Delivery Hero también tuvo que encajar el golpe de un duro informe del banco británico HSBC en el que se calificaba la compra de Glovo como estrambótica y sin mucho sentido empresarial, en especial por la situación financiera de los españoles, que llevan años en números rojos y sólo se sostienen por las continuas rondas de financiación. De hecho, en 2021 perdieron 475 millones de euros y ya han anticipado que este 2022 tendrá unas pérdidas operativas de 330 millones de euros.
Imagen | PhilippeCPhoto
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