La fábrica de Intel en Alemania se complica: la incertidumbre se cierne sobre el plan de Europa para los chips

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El 15 de marzo de 2022 llegó una noticia muy esperada. Pat Gelsinger, el director general de Intel, anunció que su nueva megafactoría europea irá a parar a Magdeburgo, una ciudad del noreste de Alemania situada a unos 150 km de Berlín. Además ese mismo día Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, confirmó que Intel invertirá durante la próxima década un total de 80.000 millones de euros para reforzar el papel de Europa en la industria de los semiconductores.

El Viejo Continente aspira a aglutinar el 20% de la producción mundial de chips en 2030, y esta fábrica de circuitos integrados interpreta un papel muy importante en su estrategia. Poco antes, a principios de febrero, von der Leyen y Thierry Breton, el comisario europeo de mercado interior y servicios, anunciaron que Europa movilizará 43.000 millones de euros entre inversión pública y privada con el propósito de reforzar su posición en la industria de los semiconductores.

No obstante, esta última cifra acaba de verse incrementada en los 8.100 millones de euros de financiación pública que movilizará el proyecto IPCEI ME/CT. En esta iniciativa intervienen catorce países europeos, entre los que se encuentra España, y persigue impulsar la investigación y el desarrollo en el ámbito de los circuitos integrados. Estas declaraciones de intenciones pintan bien, aunque no está del todo claro si estas inversiones serán suficientes para colocar a Europa en el mapa mundial de los chips. En cualquier caso, su plan acaba de sufrir un revés.

Intel pide más dinero al Gobierno alemán para financiar su megafábrica europea

Hasta ahora las subvenciones que ha aprobado la Comisión Europea con el propósito de respaldar la puesta a punto de nuevas fábricas de semiconductores dentro de sus fronteras contemplan un tope máximo del 40% del coste total de las instalaciones. La planta que planea construir Intel en Alemania costará 17.000 millones de euros y estará constituida por dos centros de producción adyacentes que formarán parte de la estrategia IDM 2.0 que Pat Gelsinger dio a conocer en marzo de 2021.

Intel recibirá una subvención de 6.800 millones de euros para poner en marcha su planta de Magdeburgo

Si hacemos un cálculo muy sencillo llegaremos a la conclusión de que Intel recibirá una subvención de 6.800 millones de euros para poner en marcha esta fábrica. Y sí, esta es la cifra pactada inicialmente con el Gobierno alemán. Sin embargo, según Financial Times la compañía liderada por Pat Gelsinger ha pedido al Ejecutivo germano incrementar esta cifra hasta los 10.000 millones de euros. Para justificar su petición ha alegado que el incremento del precio de la energía y de los costes derivados de la construcción provocará que la puesta a punto de las instalaciones de Magdeburgo se encarezca perceptiblemente.

La respuesta del Gobierno alemán no se ha hecho esperar. Y es que Christian Lindner, el ministro federal de Finanzas, se ha negado a incrementar la cuantía de las subvenciones que recibirá Intel aduciendo que Alemania no se lo puede permitir. Además, es evidente que aceptar las condiciones de esta compañía sentaría un precedente que en el futuro podría ser aprovechado por otras empresas para acceder a una subvención superior al 40%. Sea como sea de una cosa no cabe duda: este conflicto vierte sobre la construcción de la fábrica de Magdeburgo un velo de incertidumbre que perjudica la ambición europea de incrementar su peso específico en la industria de los semiconductores.

Imagen de portada: Intel

Más información: Financial Times | Reuters

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