La nueva fábrica de chips de Intel estará en Alemania: comienza la ofensiva europea de los semiconductores

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Por fin. Ya sabemos dónde estará ubicada la fábrica de circuitos integrados que Intel planea construir en Europa. Pat Gelsinger, el director general de la compañía, acaba de anunciar que su nueva megafactoría europea irá a parar a Magdeburgo, una ciudad del noreste de Alemania situada a unos 150 km de Berlín. La compañía estadounidense invertirá en ella 17 000 millones de dólares, aunque este será solo el primero de los pasos que dará para reforzar el músculo europeo en el mercado de los semiconductores.

Ursula von der Leyen, la presidenta de la Comisión Europea, también ha participado en el anuncio de Intel con un propósito muy claro: dar visibilidad a la estrategia que está poniendo en marcha la Unión Europea para incrementar el peso de Europa en el mercado mundial de la fabricación de chips. Según Intel actualmente el 80% de los circuitos integrados se fabrican en Asia, y los países occidentales están decididos a hacer lo que haga falta para reducir su dependencia de los principales productores asiáticos.

Europa planea hacerse con el 20% de la producción mundial de chips en 2030

Los 17 000 millones de euros que invertirá Intel en la fábrica de Alemania (en realidad en Magdeburgo residirán dos centros de producción, y no únicamente uno) forman parte de la estrategia IDM 2.0 que Pat Gelsinger dio a conocer en marzo de 2021. No obstante, esta compañía invertirá durante la próxima década un total de 80 000 millones de euros para reforzar el papel de Europa en esta industria. Este es, en definitiva, el mensaje más contundente que han defendido Gelsinger y von der Leyen de forma conjunta.

Su plan persigue conseguir que Europa se haga con una cuota del 20% del mercado mundial de los semiconductores en 2030, pero lograrlo no va a ser fácil. Y no va a serlo porque este objetivo requiere multiplicar por dos la producción actual. En cualquier caso, la Unión Europea invertirá 43 000 millones de dólares para crear un ecosistema europeo de los chips mucho más ambicioso que el actual.

Es evidente que la elección de Intel favorece a Alemania, una decisión que Gelsinger ha defendido aduciendo, no sin razón, que este país europeo ha demostrado durante décadas que tiene una capacidad de producción extraordinariamente sólida. Sin embargo, este ejecutivo también ha anticipado que sus próximas inversiones también recaerán en otros cuatro países europeos hasta que alcancen los 80 000 millones de euros de los que hemos hablado un poco más arriba.

Pat Gelsinger ha anticipado que sus próximas inversiones también recaerán en otros cuatro países europeos

Ursula von der Leyen y Pat Gelsinger han argumentado que es necesario reforzar toda la cadena de producción de semiconductores europea, y las fábricas son solo un eslabón de esta cadena. La Unión Europea pretende que otros fabricantes sigan los pasos de Intel, y planea utilizar como elemento catalizador de esta estrategia la capacidad de innovación  y el músculo científico de este continente. En cualquier caso, Intel pondrá la primera piedra invirtiendo en sus centros de investigación europeos.

Uno de los beneficiados será su laboratorio de Polonia, que verá su presupuesto incrementado en un 50%. Además, Intel está negociando la puesta en marcha de otra fábrica en Italia. Francia, por otra parte, acogerá un nuevo centro de I+D. Y, por último, España también se verá beneficiada a través de la colaboración que Intel planea iniciar con el Centro de Supercomputación de Barcelona. Un último apunte interesante: todas las instalaciones que esta compañía tendrá en Europa utilizarán fuentes de energía 100% renovables, según Gelsinger.

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