Tal vez lo hayáis visto ya, pues en el momento de redactar este artículo lleva casi 4 millones de reproducciones en YouTube. Nos referimos a un vídeo bastante reciente titulado como "accidente de un coche con frenado automático" (a self-stopping car accident), aunque los primeros días aparecía como "accidente de un coche que se aparca solo".
En este vídeo se ve un Volvo XC60 de color gris plata nuevo, sin ni siquiera placa de matrícula, en lo que podría ser el exterior de un concesionario en la República Dominicana. Según parece el coche cuenta con el sistema de frenado autónomo de emergencia, y las personas que aparecen en el vídeo quieren comprobar si funciona el sistema. Atentos a lo que sucede a continuación.
Por lo que se ve en el vídeo, algunas de las personas del mismo confían plenamente en el sistema del coche. Estas se colocan delante de la trayectoria de este y otra persona conduce el coche. Da marcha atrás para tomar cierta distancia, se detiene y arranca de nuevo hacia adelante, hacia las personas, esperando que el coche las detecte y frene automáticamente.
Pero lamentablemente no es así, y el coche atropella a al menos un par de esos peatones que confiaban en que el coche frenaría por sí solo. Según cuentan se llevaron un pequeño golpe y algunos moratones, pero el accidente no supuso mayor gravedad.
Ahora bien, ¿qué pasó? ¿no se supone que el coche tenía que frenar automáticamente? ¿por qué no lo hizo?
Primero: ¿sabes si equipa el coche el sistema adecuado?
Volvo ya ha dado explicaciones a lo sucedido en el vídeo. Para empezar hace notar que en el vídeo no se está realizando una maniobra de aparcamiento, sino que parece que han querido poner a prueba el sistema de frenado autónomo de emergencia. Cualquiera que vea al vídeo se dará cuenta de esto, y puesto que han corregido el nombre del vídeo en YouTube, o era simplemente una errata, o como iremos viendo, puede que no supieran muy bien qué estaban poniendo a prueba.
Volvo añade que en efecto todos los Volvo XC60 nuevos equipan de serie el sistema de frenado automático que la marca denomina City Safety, pero el sistema de detección de peatones no es de serie, sino opcional, y hay que pagar un extra.
Esto parece que es una de las claves de "sorpresa" de la prueba que se pretendía hacer en el vídeo. Se ve como el conductor arranca, el coche se mueve en línea hacia los peatones, y no reacciona en absoluto ante su presencia.
Pues bien, lo primero sobre lo que queremos llamar la atención, ya que solemos hablaros de todos estos nuevos sistemas de asistencia a la conducción, casi de conducción semiautónoma, como por ejemplo cuando probamos el nuevo Volkswagen Passat, es que quien se compra un coche, y quien lo conduce, tiene que tener bien claro, exactamente, qué sistemas equipa el coche.
No puede confiarse uno en lo que ha oído o lo que le han contado: cuando estamos conduciendo un vehículo no podemos guiarnos por un simple "he oído que este coche frena solo", porque entonces es cuando puede llegar el peligro y el accidente. Actualmente se va incorporando a cada vez más coches un sistema de frenado autónomo de emergencia, pero este, por defecto, solo detecta otros vehículos. No podemos olvidar mencionar también que algunos coches solo incluyen un sistema de alerta de colisión, pero no frenan, ojo.
Además la detección de peatones, en general, no utiliza el mismo hardware. En los modelos en los que empieza a estar disponible, como algún modelo de Volvo, pero también por ejemplo el Volkswagen Passat, es un extra e implica un módulo adicional (en general una cámara con más resolución y una unidad de procesado más potente con un software de reconocimiento de imágenes superior).
De hecho en principio para el sistema de frenado se suele utilizar como sensor o un lídar frontal básico de corto alcance, o bien un radar frontal, con los que es muy difícil reconocer peatones o ciclistas, de ahí que sea necesario un módulo adicional.
Segundo: ¿sabes cómo funciona el sistema?
Bien, si ya tenemos claro qué tipo de sistema monta el coche que conducimos, y para qué circunstancias está preparado, lo siguiente es tener claro cómo funciona el sistema, y sobre todo, cuándo no funciona. Y aquí Volvo también ha dado explicaciones a lo que se ve en el vídeo. Parece que el conductor pudo interferir con el sistema haciendo que este quedase inactivo. Esto es lo que podemos llamar "prevalencia del conductor".
Para empezar, y aunque es una obviedad, pero no viene mal recordarlo, hay que tener claro si el sistema está encendido o apagado. En general, para los sistemas de frenado automático, suele optarse por defecto porque el sistema esté encendido cada vez que se arranque el coche, pero ojo, esto no tiene por qué ser siempre así: el conductor puede haber tocado algún botón y apagar el sistema (incluso sin darse cuenta, por no saber bien cómo se maneja el coche).
En algunos modelos bastan dos o tres pulsaciones para encender o apagar algunos asistentes, o bien se pueden desactivar permanentemente a través del menú de ajustes del coche de la computadora.
Ahora bien, aunque el sistema pueda estar encendido, no olvidemos que está pensado para actuar cuando el conductor no actúa. Si el conductor pisa el acelerador o el freno, el sistema no actuará pues entiende que el conductor ya está actuando, y prevalecen por encima del sistema automatizado las órdenes del conductor.
Se puede ver en el vídeo que el coche arranca con bastante ímpetu, fruto de un acelerón. Aunque apenas se desplaza unos pocos metros, el coche coge bastante velocidad, y por cómo se mueve, parece que el conductor mantiene el pie en el acelerador hasta apenas un metro antes de alcanzar a los peatones (aproximadamente), pues el coche sigue ganando velocidad.
El conductor que pretendía poner a prueba el sistema de frenado autónomo es probable que no supiera que el coche no frenará automáticamente si va pisando el acelerador, incluso aunque equipara el módulo adicional de detección de peatones, da igual. Los fabricantes de coches explican cómo funcionan todos estos sistemas en el manual de instrucciones del coche.
Tercero: ¿sabes qué limitaciones tiene?
Y por último, tan importante como tener claro si el coche equipa tal o cual sistema, si está encendido y cómo funciona, es entender que ahora mismo la tecnología tiene limitaciones. Hace poco que estuvimos hablando del coche autónomo y todos sus sensores, que aunque utiliza lo último en tecnología, más avanzada (costosa) y potente que la de un asistente de conducción actual, incluso tiene también limitaciones.
Pues bien, un sistema de frenado automático de emergencia, incluso cuando incluya detección de peatones, no se puede garantizar que vaya a funcionar siempre. Para empezar los fabricantes no aseguran que el sistema sea capaz de frenar por completo antes de golpear al vehículo que nos precede o al peatón si el coche supera cierta velocidad. Esta suele ser de entre 35 y 50 km/h.
Si combinamos el sistema de frenado autónomo con el sistema de control de velocidad de crucero adaptativo, entonces el coche debería frenar desde casi cualquier velocidad. Decimos casi porque todo tiene un límite, y el alcance de un radar también lo tiene: alrededor de unos 150 m. Esto viene a suponer que a más de unos 160 km/h el sistema no llega a ver todo lo lejos que sería necesario para mantener una distancia de seguridad adecuada a tal velocidad (esto en España no sería un problema, pero sí por ejemplo en Alemania en una autobahn, una autopista sin limitación genérica de velocidad).
Otra limitación todavía más importante del control de velocidad de crucero adaptativo, algo que sucede en varios fabricantes diferentes, (pero no digo en todos, porque tampoco he podido probar todos los modelos del mercado) es que no reacciona ante vehículos detenidos, de modo que el coche no empezará a frenar cuando debería, y cuando el sistema de frenado automático de emergencia actúe, será demasiado tarde (de ahí lo de la velocidad de 35 a 50 km/h que comentabámos antes).
Te lo explicamos con un ejemplo. Supongamos que vamos por la autopista a 120 km/h con el sistema activado. El coche regula la velocidad de manera automática para mantener la distancia de seguridad adecuada con el vehículo que nos precede. Si este vehículo va reduciendo la velocidad, nuestro coche también irá frenando, incluso hasta detenerse por completo: es fruto de la combinación de ambos sistemas: control de velocidad de crucero más frenado automático.
Ahora bien, si circulamos por la autopista a 120 km/h y de pronto nos encontramos un vehículo detenido en el carril, por ejemplo por una avería, accidente o retención, el control de velocidad de crucero no reacciona y no frena.
Hay también otras limitaciones del sistema que tienen que ver con la "incapacidad temporal de ver" de los sensores. Para los dispositivos ópticos como las cámaras de vídeo, el sol intenso de frente puede deslumbrar la cámara y dificultar la visión. Para la cámara y el lídar frontales, una acumulación grande de suciedad en el parabrisas puede hacer que tampoco funcione bien el sistema. Para el caso del radar la acumulación de barro o hielo sobre el sensor también le resta capacidad.
Además de esto, ciertas superficies muy reflectantes o ciertos elementos como una valla de barrotes, un guardarraíl o una farola pueden no ser bien detectados o confundir al sistema.
Pensemos también que la visual de los sensores se proyecta hacia delante en línea recta con cierto ángulo de apertura. Cuando circulamos en una recta no hay problemas, pero cuando realizamos un giro o tomamos una curva pronunciada, los vehículos que nos preceden o los peatones pueden estar fuera del campo visual (porque el sistema no gira como los ojos o la cabeza de un conductor para ver más) y por tanto no actuará.
Igualmente en el manual de instrucciones del coche se detallan todas las limitaciones de funcionamiento y situaciones complicadas para el sistema que monta específicamente nuestro coche.
Tú sigues conduciendo el coche
Para concluir: todas estas nuevas tecnologías aplicadas al automóvil son bienvenidas y no dejamos de recomendarlas, pero ten presente que el conductor sigue siendo quien conduce el coche y es el responsable de todo lo que suceda, y por descontado, ten claro qué equipa exactamente tu coche, no des nada por descontado y lee detenidamente los capítulos del manual de instrucciones que describen estos sistemas.
Lo que puede pasar es lo que se ve en el vídeo que ha dado lugar a este artículo: nos ponemos a probar el sistema de frenado automático totalmente confiados, a veces incluso con fe ciega en la tecnología, y al final resulta que no frena. Esta vez no pasó nada grave, pero en condiciones de conducción reales las consecuencias podrían haber sido gravísimas: coches destrozados, personas heridas e incluso muertos. Seamos responsables, prudentes y sepamos qué llevamos entre manos.
Vídeo | Remolacha (YouTube)
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