El lunes arranca el E3. Este año nos desplazamos hasta Los Ángeles para traeros desde allí todas las novedades de la gran feria del mundo de los videojuegos. A pesar de las trampas que hacen algunos desarrolladores, es inevitable estar entusiasmado porque este año promete ser muy variado y a la vez prometedor.
Este año la lucha entre los triple A y los indies va a ser muy dura. Los segundos han demostrado que son capaces de impresionarnos y este año será la prueba de fuego para títulos como Rime o No Man's Sky. Eso sí, los juegazos (con mucho presupuesto o no) no serán lo único que veamos. Vamos con un repaso de lo que esperamos este año.
El hardware será lo de menos, o no
Con Playstation 4 y Xbox One todavía en su juventud, la única duda que quedaba era que Nintendo presentara su NX. Raro será que lo hagan pues este año vuelven a repetir el formato de vídeo pregrabado y emitirlo por streaming a todo el mundo. No estar allí, en el día previo, es casi sinónimo de que no habrá consola nueva, toca esperar.
Con esto dicho, la presencia del hardware será discretas. Quizá veamos renovaciones de modelos, bundles nuevos de cara a navidad y actualizaciones de software. En este apartado, lo más atractivo serán los accesorios para grandes sagas que volverán dentro de poco como Guitar Hero. Eso sí, no demos al hardware por abandonado.
Puede que no haya renovaciones de consolas ni nuevos modelos pero hay un tipo de hardware que quiere protagonismo en esta feria: la realidad virtual. Sony, Microsoft, Oculus, Valve, Razer... Muchos pesos pesados van a estar en el E3 presentando y enseñando sus respectivas tecnologías.
¿Quienes tienen más posibilidades? Morpheus y Oculus Rift tienen más formadas sus propuestas y es muy probable que a lo largo del año que viene lleguen a nuestras manos en forma de dispositivos comerciales. Veremos si el resto aprovechan para presentar avances porque algunas son muy prometedoras.
Todas van como secundarios, los protagonistas son los juegos, pero si además de cascos vemos unos cuantos títulos desarrollados para ella pueden llegar a ser relevantes. Hasta ahora hemos visto muchas demos pero es el momento de que den un paso al frente y lo que veamos sean juegos completos. Ya se ha explorado suficiente la tecnología como para tener títulos ambiciosos. Ahora, vamos con los juegos.
Mirror's Edge Catalyst
Uno de los retornos más esperados. Hemos visto muy poco sobre él, sabemos que DICE está trabajando en él y ellos no quieren que sea una mera secuela. Suben el nivel de ambición pero han de ser conscientes de que el nivel de hype es muy alto y esperamos que sea un juego de acción y plataformas tan vibrante y bonito como el primero. Esperemos que EA aproveche el potencial de la generación actual para traernos un triple A en toda regla.
Fallout 4
Dejando de lado el absurdo debate de los gráficos, estamos ante un nuevo Fallout con todo lo que ello conlleva. Esta vez nos tocará explorar Boston y sus alrededores en esa distopía postnuclear con recuerdo vintage. Bethesda tiene muy claro cuál es el núcleo de la experiencia y ahora queda por ver cómo juegan con todo lo que rodea a esa idea y no traernos un refrito de lo ya visto hasta ahora.
Metal Gear Solid V: the Phantom Pain
Uno de los aspirantes a juego del año. Lo conocemos bien, sabemos que llegará a finales de este año y es que a pesar de que no será una gran sorpresa, su propuesta de espionaje en esa especie de mundo abierto es espectacular tanto en lo técnico como en lo lúdico. Hay ganas y lo que veremos en Los Ángeles se parecerá mucho a lo que finalmente llegue a las consolas.
Armikrog
Ese aire a The Neverhood y contar con el autor de su banda sonora original hacen de este pequeño juego indie de plastilina uno de los más atractivos. Plataformas, animaciones analógicas y un universo de fantasía espectacular. Se le espera con ganas porque tanto The Neverhood como Skullmonkeys nos dejaron muy buen sabor de boca.
Cuphead
Vale, hay muchos plataformas indies 2D pero ¿y si cogemos esa fórmula para añadirle una estética de dibujos animados al estilo de los primeros años de Walt Disney? Que nos sale Cuphead. Una propuesta muy macarra y divertida donde un escueto trailer es la excusa perfecta para exigir ver y jugar más este año.
Halo 5 Guardians
Uno de los totem de Microsoft para este E3. Halo, el jefe maestro. No hacen falta más explicaciones. Estilo de shooter clásico, narración y producción más propia de una película y un nuevo episodio en unas aventuras espaciales conocidas por todos. Veremos si en esta quinta entrega son capaces de aportar algo de frescura.
Tony Hawk's Pro Skater 5
Los juegos de Tony Hawk han ido cuesta abajo y mientras muchos nos aferrábamos al Pro Skater 2, ahora Activision quiere convencernos de que esta quinta entrega va ser divertida. El género lleva unos cuantos años de capa caída y aunque OllieOllie nos ha saciado, nos apetece volver a coger el monopatín virtual.
Uncharted 4: A Thief's End
Otra entrega que el año pasado se dejó ver poco. Es hora de ver más a Nathan Drake en Playstation 4 y no los remakes que tienen preparados de los tres primeros juegos. Hay ganas, especialmente de ver si son capaces de hacer algo un poco más flexible y no el desarrollo a veces demasiado lineal del que ha pecado ya.
Firewatch
La idea de jugar a ser un guardbosques puede sonar aburrida pero los chicos de Campo Santo, una selección de talento de varios estudios de desarrollo, saben cómo venderla para cautivarnos. Sucesos varios, decisiones morales e historias de todo tipo. Echadle un ojo a este extenso gameplay porque promete ser uno de los indie más interesantes este año.
Forza Motorsport 6
Coches, no podían faltar automóviles en la lista y tras un año de Horizon, Microsoft vuelve a la conducción más clásica y de circuito. Tras alcanzar un nivel gráfico muy alto y tener a las principales licencias, es hora de que demuestre ser un juego con muchísimo contenido y sea capaz de ofrecer cientos de horas de juego.
No Man's Sky
El indie por excelencia. El mundo abierto en el que todo es posible. Sony nos dejó con la boca abierta el año pasado y tras ver un poco de gameplay, es hora de que veamos más a fondo lo que es capaz de ofrecernos. Muchas esperanzas en un juego que ha vuelto a dar valor al sandboxing y lo procedural. Muchas ganas y un listón muy alto.
Rime
Indie, español y uno de los juegos más esperados en el E3. Tras ver unos cuantos vídeos, ahora queremos jugarlos y descubrir la belleza de esta isla. Hace tiempo les entrevistamos y nos contaron más a fondo todo lo que hay detrás de Rime. Como antesala a lo que veremos la semana que viene es perfecto.
Star Fox
No nos olvidamos de Nintendo, claro que no, aunque parece que este año no van a tener especial protagonismo. Su principal punta de lanza es el nuevo Star Fox del que lo único que sabemos es que Miyamoto está detrás. Huele, por lo poco que hemos visto, a que recuperarán la esencia de los juegos de SNES.
Doom
Doom vuelve tras más de diez años. Vuelta al inframundo espacial con demonios de toda clase y un derroche técnico muy alto. Aquí ID siempre ha apuntado muy alto y son conscientes de que este nombre tiene muchísimo peso y que no valdrá sacar cualquier cosa. Un público muy exigente que espera disfrutar matando monstruos y llevarse algún que otro susto.
Rise of the Tomb Raider
A Lara Croft le ha sentado muy bien su reboot y ahora quiere volver a sorprendernos con una nueva entrega. Más aventuras, tensión y un estilo muy a lo Uncharted. Será una de las grandes exclusivas temporales de Xbox One.
Mario Maker
Nintendo se está retrasando mucho con Mario Maker pero por fortuna están aprovechando ese tiempo para traer más contenido. La idea es sencilla: crear nuestros propios mundos, compartirlos con los demás y disfrutar de una dimensión diferente del fontanero. Lo que veamos en Los Ángeles, debería estar muy cerca del producto final.
The Legend of Zelda
No habrá Zelda para este año pero sí que debería haber algo que se acerque a lo que juguemos en Wii U en 2016. Aonuma nos prometió un mundo abierto y una experiencia diferente a lo vivido hasta ahora. Hay muchas ganas de él porque lo poco que se vio el año pasado tenía muy buena pinta.
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