El espectacular fracaso de 'Blockbuster' en Netflix deja clara cuál es la gran carencia de la plataforma: las sitcoms

Blockbuster
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La nueva serie de Netflix tenía, en principio, los ingredientes para triunfar. Su creadora es Vanessa Ramos, que venía de trabajar en 'Superstore' (esa joyita reciente que también indaga en las cómicas miserias de un grupo de empleados en una tienda) y en 'Brooklyn Nine-Nine' (sitcom de éxito de donde también procede Melissa Fumero, coprotagonista de 'Blockbuster'). Y el punto de partida tenía gancho: las peripecias del último Blockbuster abierto para seguir vivo, todo un cebo nostálgico como los que Netflix sabe explotar tan bien en series como 'Stranger Things'. Pero algo ha fallado.

Una caída comparable a la de Blockbuster. Quizás ha habido aquí algo de justicia poética: Blockbuster cayó por el empuje de servicios como Netflix, y ahora, cuando Netflix pretende husmear en el cadáver de su antigua rival (no olvidemos que Netflix comenzó como empresa virtual de alquiler de películas), la cosa no le funciona. En cifras: 'Blockbuster' no ha llegado a estar ni entre las diez series más vistas durante su primera semana en la plataforma.

La cifra de audiencia no se ha hecho pública, pero con toda seguridad raya por debajo de los 20'3 millones de horas reproducidas, ya que esa es la que ostenta la primera temporada de 'Manifest', en el puesto 10 de la lista global. Por debajo de ese nivel no hay datos. En Estados Unidos apuntó momentáneamente un poco más alto, pero no mucho: su puesto más alto diario fue el sexto.

Un problema endémico para Netflix. Posiblemente, la serie será cancelada, ya que no puede sobrevivir en una época en la que las plataformas tienen la mecha cada vez más corta, y escasean casos como el de la estupenda 'Space Force', que tuvo una primera temporada de audiencia escasa, recibió una segunda oportunidad y no sirvió de nada. Pero el problema al que se apunta va más allá de una serie fallida en un momento en el que la competencia está estrenando con éxito series como 'La Casa del Dragón' o 'Los Anillos de Poder', y donde hay que subsistir a golpe de tarifas con publicidad incluida.

Y ese problema es que Netflix no ha conseguido dar en el clavo con una sitcom poderosa e icónica, que le sirva de abanderada y que demuestre que Netflix es poderosa en términos de blockbusters, productos true crime animación e incluso realities y concursos, pero no en el terreno de la comedia. Algunas como 'Glow', 'Santa Clarita Diet' o 'Bojack Horseman' han sido notorias, precisamente, porque Netflix no confió lo suficiente en ellas. Otras, como 'I think you should leave', 'Big Mouth', 'Unbreakable Kimmy Schmidt' o 'Master of None', pese a su calidad, nunca han sido éxitos masivos.

Y finalmente, algunos de los mayores hitos dentro del género de Netflix dentro de la comedia, como la larga temporada que la plataforma tuvo en su catálogo 'The Office' (Netflix es en buena parte responsable de su último revival, tal y como pasó con 'Friends') o la difusión que le dio a 'The Good Place' (que pertenece a NBC), son paradigmáticos precisamente porque no pertenecen a Netflix. La plataforma los ha usado para incrementar su oferta de comedia, con excelentes resultados en muchos casos, pero las producciones propias son incapaces de alcanzar la aceptación de esas cabeceras.

La competencia adelanta por la izquierda. Y mientras tanto, el resto de las plataformas, cada una con su estilo, sí que estrenan sitcoms de producción propia que no solo alcanzan estupendas cifras, sino que son bendecidas por crítica y público. Apple TV+, por poner un ejemplo de plataforma con números mucho más modestos que Netflix, está atrayendo una gran atención con comedias como 'Ted Lasso', 'Mythic Quest' o 'The Morning Show'.

Y eso por no hablar de las dos grandes competidoras de Netflix. Warner tiene a su disposición no solo producciones para canales ajenos que acaban recalando en HBO Max, como 'Big Bang Theory', sino que la mejor comedia animada es suya gracias a Cartoon Network, más toda la producción propia: 'The White Lotus', 'Larry David', 'Succession', 'Lo que hacemos en las sombras', 'Veep' y un largo etcétera. Y Disney+, más familiar, tiene en su escudería todo lo que le viene de Hulu y FX: 'Los Simpson', 'Modern Family', 'Cómo conocí a vuestro padre', 'Padre de familia' y un largo etcétera.

Es un desafío importante para Netflix, y el fracaso de 'Blockbuster' solo demuestra que no están pulsando las teclas correctas. Netflix, pese a su éxito, ya no es percibida como la "opción obligatoria" del streaming. Y la comedia puede ser una importantísima baza para intentar rascar algo de la relevancia perdida.

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