Elon Musk acaba de poner una denuncia contra OpenAI y Sam Altman. El motivo: quieren ganar dinero

  • Según Elon Musk, OpenAI ha roto con sus principios fundacionales

  • El magnate califica a OpenAI como "una filial de facto de código cerrado" de Microsoft

Elon Musk denuncia a Sam Altman
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OpenAI, la compañía detrás de tecnologías como ChatGPT, Whisper o DALL-E, empezó como una organización sin ánimo de lucro. Su objetivo, apuntaban en su web, era "hacer avanzar la inteligencia digital de la manera que sea más probable que beneficie a la humanidad en su conjunto". La compañía nació en 2015 de la mano de, entre otros, Sam Altman (su actual CEO) y Elon Musk, que ya no forma parte de la empresa. Y las cosas han cambiado desde entonces, mucho. Tanto, que Elon Musk ha denunciado a OpenAI y Sam Altman.

El motivo de la denuncia. Según recoge el texto de 46 páginas, Elon Musk acusa a OpenAI de poner el beneficio económico por delante del beneficio para la humanidad. Según reza el escrito:

"A día de hoy, el sitio web de OpenAI profesa que su objetivo es garantizar que la AGI "beneficie a toda la humanidad". En realidad, sin embargo, OpenAI se ha transformado en una filial de facto de código cerrado de la mayor empresa tecnológica del mundo: Microsoft. Bajo su nuevo Consejo de Administración, no sólo está desarrollando sino que está refinando una AGI para maximizar los beneficios de Microsoft, en lugar de para el beneficio de la humanidad".

El desarrollo de GPT-4. Esto nos lleva a la segunda parte, y es que lo que empezó siendo un desarrollo abierto ha pivotado a algo más propietario. Con el lanzamiento de GPT-4, los responsables de OpenAI especificaron lo siguiente:

"Teniendo en cuenta el panorama competitivo y las implicaciones para la seguridad de modelos a gran escala como el GPT-4, este informe no contiene más detalles sobre la arquitectura (incluido el tamaño del modelo), el hardware, el cálculo de entrenamiento, la construcción del conjunto de datos, el método de entrenamiento u otros datos similares, la construcción del conjunto de datos, el método de entrenamiento o similares".

Para Elon Musk, esto es una ruptura de los principios fundamentales de OpenAI, que nació, como hemos comentado, sin ánimo de lucro y con una total apertura. El magnate dueño de Twitter y CEO de Tesla se escuda en esto para darle más peso a su argumento económico, esgrimiendo lo siguiente:

"El diseño interno de GPT-4 se mantuvo y sigue siendo un completo secreto excepto para OpenAI -y, según información y creencia, Microsoft. No existen publicaciones científicas que describan el diseño de GPT-4. En su lugar, sólo hay comunicados de prensa presumiendo de rendimiento. Según la información de que disponemos, este secretismo se debe principalmente a consideraciones comerciales, no de seguridad".
Sam Altman, CEO de OpenAI Sam Altman, CEO de OpenAI | Imagen: TechCrunch.

Atajes a la Junta. La demanda también hace hincapié en la peculiar etapa por la que pasó la cúpula directiva de OpenAI hace escasos meses. Musk insiste en el poder coercitivo que Microsoft tiene sobre OpenAI, llegando a decir que si Microsoft retiene su sistema de computación en la nube, "la empresa quedaría incapacitada". De hecho, cita textualmente a su CEO, Satya Nadella:

"Estamos ahí dentro. Estamos debajo, encima y alrededor de ellos. Hacemos las optimizaciones, construimos herramientas, construimos la infraestructura. Así que por eso creo que muchos de los analistas industriales están diciendo, "Oh wow, es realmente un proyecto conjunto entre Microsoft y OpenAI". La realidad es que somos, como he dicho, muy autosuficientes en todo esto".

Además, Musk afirma que tras su regreso, Altman eligió a dedo a los miembros de un Consejo de Administración, miembros que en palabras de Musk carecen "de conocimientos técnicos similares o de cualquier experiencia sustancial en el gobierno de AI". Afirma Musk que "el nuevo Consejo estaba formado por miembros con más experiencia en empresas centradas en el beneficio o la política que en la ética y la de la IA. También se dice que eran "grandes admiradores de Altman". Además, asegura que "Microsoft también obtuvo un puesto de observador en en el Consejo de Administración, desde el que podía vigilar de cerca a su gallina de los huevos de oro, aparentemente sin ánimo de lucro".

Elon Musk y el temor a la IA. Musk, que curiosamente tiene una plataforma llamada X con un chatbot conversacional como es Grok, ha sido bastante crítico con la IA en los últimos meses. Firmó una carta conjunta para frenar el desarrollo de modelos de IA, llegó a sugerir que los algoritmos podrían acabar con nuestra especie e insinuó que "llegará un punto en el que no se necesitará ningún trabajo". Para Musk, estamos a menos de tres años de la Inteligencia Artificial General y, una tecnología que, para Musk, es una "amenaza existencial", tal y como recoge de la demanda.

Ni OpenAI ni Sam Altman se han pronunciado al respecto por ahora.

Imágenes | Wikimedia Commons (Justin Pacheco), OpenAI

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