Año 2019. Los principales fabricantes de móviles se pelean por lanzar el móvil más completo, más potente, capaces de sustituir cámaras e incluso ordenadores en según qué ocasiones y al mismo tiempo intentan lograr el móvil ganga, recortando precio y prestaciones. Y en ese contexto aparece Mudita Pure, un móvil sólo para llamar pero no por ello económico.
El matiz que hacemos hoy en día es muy necesario; como decíamos, los móviles llegan a ser herramientas de trabajo e incluso en la era de los "dumbphone" (los no "smart", ahora llamados "feature phone"). Y en este caso la idea es que tenga las prestaciones mínimas, con un diseño minimalista y pantalla de tinta electrónica, aunque con un plus: un temporizador para la meditación.
Llamadas y mensajes por un módico precio
De esto tenemos antecedentes, tanto por el lado de lanzar una iniciativa de micromecenazgo (Kikstarter) como de intentarlo con un móvil de alto precio para la desconexión. En 2016 vimos algo muy parecido con el Light Phone, que casi parecía más una calculadora y que, prometiendo valer 100 dólares, al final se queda también en 350 dólares (y eso que aún tiene menos prestaciones).
La iniciativa también salía adelante con el apoyo de pequeños inversores como ha ocurrido en este caso, de hecho lograron alcanzar los 90.000 euros que pedían en minutos como comentaba Sergio Efe. La propuesta de Mudita Pure: un móvil con lo mínimo, ni siquiera pantalla a color, para comunicarse e intentar relajarse, aunque sin renunciar a un diseño estudiado y buen sonido (sobre el papel).
El móvil tiene una pantalla monocroma de tinta electrónica de 2,84 pulgadas, con una resolución de 600 x 480 píxeles y una densidad de 270 píxeles por pulgadas. Tiene teclado físico (números y cursor) y un botón similar al de los OnePlus para el sonido, pero en este caso es para seleccionar la disponibilidad: conectado, no molestar (se conecta a la red puntualmente) o desconectado.
Nada de unidades de procesamiento neural, numerosos núcleos ni otras características de los procesadores modernos más potentes. En este caso la CPU se compone de un ARM Cortex-M7 a 600 MHz con 16 MB de RAM (no es una errata) y 16 GB de almacenamiento eMMC flash.
De lo que sacan pecho es de bandas, de modo que no haya problemas de conectividad por cambiar de zona y que funcione globalmente. Y de batería, dado que prometen una autonomía de hasta 5 días con uso normal y 14 en reposo.
Curioso el asunto del audio, dado que no integra jack de audio pero sí un altavoz Harman. El sistema operativo tampoco es Android, lo han llamado MuditaOS y es similar al antiguo Symbian de los Nokia o al actual KaiOS, aunque mucho más limitado por el propósito de este móvil (ni la Serpiente ni ningún otro juego) y con ese temporizador para la meditación que apuntábamos.
Obligarse a meditar
La propuesta es llamativa y cuestionable: ¿hay un público potencial para un producto que tiene el mismo coste de un gama media completísimo y que ofrece menos que un feature phone actual (el Nokia 8110 salió por 79 euros)? Viendo que sigue la estela del Light Phone y que han logrado su meta de recaudación parece que sí, así que la fórmula de lujo y minimalismo tiene sus seguidores, quizás algún famoso como Scarlett Johansonn o Rihanna (quienes han usado móviles de este tipo buscando la mínima conexión).
De hecho, viendo cómo parece estar funcionando esa propuesta y que el Light también logró salir a la venta, parece que la clave es combinar lo mínimo, mínimo con un diseño llamativo. Quizás por eso el extrañísimo Runcible no fue tan bien, que aunque iba a salir por un precio de 400 dólares tenía pantalla a color.
Desde luego, para la meditación y la relajación nos puede ayudar también un smartphone con alguna app o con sistemas como el Bienestar Digital o el Tiempo de uso, si es que no tenemos suficiente fuerza de voluntad para dejar de usarlo. Por otro lado, podemos acogernos al "estudio" científico que nos convenga e ir a tomar algo con un buen amigo, que al parecer es tan útil como la meditación.
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