Estoy segura, pero segura, de que no âh leío en tu mente la parte anteriôh de êtta oraçión a êtta otra que êttâh leyendo aora mîmmo.
Resulta que encontramos ejemplos a lo largo de la historia de artistas que no encontraban en la ortografía castellana el apropiado reflejo a lo que habían escrito tanto para el caso de obras teatrales como para poemas. Para los primeros están, por ejemplo, los hermanos dramaturgos Ánvarez Quintero y entre los segundos el Nobel de literatura Juan Ramón Jiménez, que llegaba a considerar al andaluz categoría ética y estética.
Hace unos años se compartió mucho en redes sociales Er Prinçipito Andalûh, adaptación del clásico de Saint-Exupéry de Huan Porrah. Su propuesta estaba escrita tal que así:
Una beh, kuando yo tenía zeih z’añiyoh, bi un dibuho mahnífiko en un libro a tento’e la zerba bien ke ze yamaba ‘Histoires Vécues (Ihtoriah bibíah)’. En é ze figuraba a una bixa boa tragándoze una fiera. Ahkí de zegío ze be una kopia’e la imahen.
La reacción en redes sociales fue abrumadoramente negativa. Los filólogos lanzaron principalmente dos críticas: la primera, que “no existe un problema en el uso de la lengua” en Andalucía y que, por otra parte, no hay un andaluz estándar, ya que no es el mismo el que se habla en Huelva que en Almería.
Una vez pasado el seísmo mediático, en los posos, podemos encontrarnos los comentarios al libro en Amazon: “como andaluza que vive lejos de su tierra el poder leer en andaluz trae a mi mente muchos recuerdos”, dice una. “Qué placer ver en negro sobre blanco nuestra manera de hablar”, otro. Er Prinzipito pudo ser “la semilla que necesitábamos para ver al fin los diferente que es y la importancia de aprenderlo y conservarlo”.
Así lo vio también un grupo de filólogas, traductoras y aficionadas a la lingüística que, de manera informal, se organizó en Facebook. Al final, cientos de personas acabaron interviniendo en dos cosas que se constituyeron después: AndaluGeeks, una “comunidad abierta formada por profesionales de la informática, la programación, el diseño gráfico y las TIC”, y el EPA, el Êttandâ Pal Andalûh. Aquí tienes el transcriptor.
¿Para qué se necesita este estándar? Para reflejar su habla cuando lo vean necesario, como los casos literarios que antes hemos mencionado, ya que muchas veces la sonoridad, métrica y rima de unas palabras puede modificar la interpretación del texto. Hablamos en cualquier caso de una propuesta ortográfica, que no gramatical. La idea de una transcripción del andaluz oral que reconoce y pone en valor su fonética particular. El empeño de este grupo de entusiastas es el de defender a la comunidad andaluza como tal, y por eso han hecho un trabajo de estandarización que no esté asociado a ninguna variante en particular: “es una propuesta inclusiva que recoge de modo equilibrado todas las variantes de nuestra modalidad lingüística”.
¿Y por qué la EPA sería mejor que una mera transcripción de cualquiera de nosotros simulando un andaluz? Según ellos porque, al igual que hicieron los anteriores escritores que quisieron reflejar su habla, lo que se acaba produciendo son ortografías intuitivas, es decir, inconsistentes e incoherentes. Ellos han configurado unas reglas y creen que tienen opciones de perdurar. Su conquista más obvia es en lo tocante a la ç, que sirve para representar los sonidos seseantes, ceceantes y heheantes: “así, al escribir çeniçero, están representadas las articulaciones senisero, zenizero y henihero”, explican en Yorokobu.
Estos son algunos ejemplos de las características ortográficas del EPA:
- Ç para aúnar seseo, ceceo y heheo… y las x castellanas.
- X para aúnar ch, sh, ss.
- La j desaparece, excepto para la j no espirada de la zona Jaén.
- Espiración+Elisión+Geminación (hasta <-> âtta).
- Elimina la v, puesto que la no distinguimos fonéticamente de la b en ningún lugar del territorio andalûh.
- Eliminación de las h mudas e intercaladas que no se pronuncian. Todas las h son sonoras excepto las h al final de palabra, que sirven para marcar la última vocal como tónica.
- Y la ll desaparece sustituida por y.
¡Feliz día de Andalucía! pic.twitter.com/ctNsbIvnze
— Dani Parker (@nasirgan) February 27, 2021
Naturalmente la idea es que, mediante esta propuesta y su transcriptor automático virtual castellano-andaluz, pueda extenderse su particular habla por todas las letras escritas, también en redes sociales. Las nuevas generaciones están viendo un resurgir del patriotismo andaluz, como atestiguan cuentas como Memê Andaluçê y Malacara en Twitter o el mismo nicho andaluz en Tiktok.