La vida de los exiliados en Siberia por los zares de Rusia, retratada en estas 21 fotografías

La vida de los exiliados en Siberia por los zares de Rusia, retratada en estas 21 fotografías
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La permanente expansión territorial de Rusia generó un problema de calado para la administración imperial: si querían sostener su vasto imperio, el más grande de cuantos conociera Eurasia en aquel momento, debían poblarlo. Pero las tierras conquistadas en Siberia eran demasiado lejanas y remotas, por lo que nadie quería trabajarlas. De modo que los zares pensaron con lucidez: ¿qué tal si convertimos a Siberia en un gigantesco campo de trabajo forzado para los opositores políticos?

Dicho y hecho, la segunda mitad del siglo XIX presenció la explosión de Siberia como una enorme, desértica e inhóspita cárcel natural para decenas de miles de prisioneros de toda condición. La mayoría de ellos eran personalidades políticas que podían representar de un modo u otro una amenaza para el poder imperial. Nacionalistas polacos o bálticos ansiosos por obtener su independencia, liberales reformistas, revolucionarios socialistas o anarquistas que quisieran derribar el sistema.

Todos ellos fueron apresados y enviados al infinito páramo de Sibieria. Allí las autoridades rusas pusieron en marcha la Kartoga, una nutrida red de campos de trabajo donde los prisioneros se convertirían en mineros o agricultores con el objetivo de abastecer de bienes y recursos a las arcas de los zares. Fue aquel sistema sobre el que posteriormente las autoridades soviéticas levantaron el Gulag, y que tanto contribuyó, por la vía de la represión, a desarrollar la industria en Siberia.

Hoy la idea de Siberia como cárcel política es un hecho del pasado, pero pervive en el imaginario popular. Y aunque sabemos que aquello sucedía, a menudo nos cuesta poner cara a las personas que allí se encaminaban (y que en muchas ocasiones se quedaban), o los lugares y las condiciones de vida que frecuentaban. Es allí donde se dirigió el explorador estadounidense George Kennan, cuyo testimonio gráfico de la vida en el exilio contribuyó a difundir la crudeza del régimen ruso.

Largo8 Mina En Kara
Prisioneros en las minas de Kara, uno de los campos de prisioneros políticos más duros del régimen. Allí se concentraron diversos reclusos polacos y lituanos, nacionalistas. Trabajaban en minas de oro en la región de Transbaikalia, en la Siberia Oriental.
Largo7 Irkutsk
Una prisión en la lejanísima Irkutsk, capital de la Siberia oriental.
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Un barracón siberiano.
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Hombres descansando y lavándose cerca de la carretera que lleva a Tomsk.
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Prisioneros posando. Como se puede apreciar, de distintas etnias.
Largo3 Tuymen Direccion Toms
Un barco que transportará a parte de los prisioneros de Tyumen a Tomsk, en la Siberia Central.
Largo2 Tyumen
Prisioneros en Tyumen, la primera población siberiana tras pasar Ekaterimburgo. Desde aquí, los prisioneros eran trasladados a campos o ciudades más lejanas como Tomsk o Irkutsk.
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Un grupo de prisioneros posa frente a la cámara.

Las fotografías de este artículo, recopiladas por Retronaut aquí y publicadas originalmente en Siberia and the Exile System, en 1891, ilustran las andanzas de Kennan y lo que sus ojos atestiguaron. Campos atestados de prisioneros en condiciones duras y gentes de toda condición. Hay que tener en cuenta que por aquel entonces Rusia se vivía tiempos convulsos tras el asesinato del zar Alejandro II y la continua inestabilidad social fruto de los nacionalismos de su vasto imperio y de las desigualdades.

Kennan pudo regresar de aquellos campos, escribir un libro y contar al mundo vía fotografías en color sepia lo que vio. Su carácter en pro de los derechos de los prisioneros le valió la prohibición de entrada en la Rusia imperial en 1901. Cuatro años después los zares se enfrentarían a la revolución de 1905, tras la cual implementaron pequeñas reformas. El sistema se mantuvo entre profundas convulsiones, reformas inexistentes y progresivo descontento hasta la Primera Guerra Mundial, en 1917.

Siberia como prisión, sin embargo, duró algunas décadas más.

Ver 11 Ivan
Ivan Cherniavski, disidente político que se negó a postrarse ante la autoridad del zar Alejandro III.
Ver 11 Nikolai Alekseevich
Escritor de Odesa, en Ucrania, Nikolai Alekseevich Vitashevskii participó de forma activa en la oposición al régimen de los zares. Fue primero enviado a una prisión en Jarkov y posteriormente a Siberia, a Yakutsk.
Ver 11
Un prisionero llamado Yonof.
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Un prisionero posando para el fotógrafo estadounidense con los ropajes y las cadenas de los prisioneros siberianos.
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Shchedrin, profesor disidente enviado a las minas de Kara, posteriormente fugitivo, atrapado de nuevo y enviado a prisión permanente en aislamiento en el castillo de Schlisselburg, en la Rusia europea.
Ver3 Cerca De
Prisioneros en Tomsk.
Ver4
Un prisionero llamado Mikhailof.
Ver5
Un prisionero llamado Klenof.
Ver6
Un prisionero llamado Dikofski.
Ver7
Kardashof, un exiliado político que, tras cumplir su condena en las minas de Kara, vivía en Selenginsk, en Buriatia.
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Prisionero sin nombre.
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Otro prisionero sin nombre.
Ver10
Scheffer, un prisionero de las minas de Kara.
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