Los mayas construyeron una ciudad perdida con pirámides de 15 metros. Y la hemos encontrado gracias a LiDAR

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Ocomtún se traduce como columna de piedra. El nombre procede del maya yucateco y es el que han elegido los arqueólogos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) para nombrar el nuevo yacimiento arqueológico hallado al sur del país.

Una ciudad milenaria. El nuevo yacimiento se encuentra al sur de la península de Yucatán, en en Balamkú, estado de Campeche. Se trata de los restos de una ciudad maya del periodo clásico (entre  el año 250 y el 1000 e.c.) y se extiende a lo largo de unas 50 hectáreas. La ciudad pudo haber sido un asentamiento relevante en las denominadas Tierras Bajas Centrales durante este periodo.

Una de las características resaltadas por el equipo del INAH responsable del hallazgo son unas estructuras piramidales, algunas de las cuales se alzaban más de 15 metros. El nombre del lugar lo han inspirado sin embargo otras estructuras, unas columnas cilíndricas que los arqueólogos creen formaban parte de la entrada a los aposentos superiores de los edificios de la ciudad.

Otro elemento destacado del sitio arqueológico es la acrópolis, una explanada elevada de planta rectangular con unos 80 metros de lado y elevada unos 10 m con respecto a su entorno. En esta acrópolis puede encontrarse una de las pirámides, con la cúspide a unos 25 m del resto del entorno del paraje.

La ciudad y sus barrios. El núcleo sureste de la ciudad contaba con tres plazas rodeadas de edificios de importante tamaño. Entre las dos “plazas mayores” del área, los arqueólogos destacan un conjunto de estructuras bajas y alargadas, “dispuestas casi en círculos concéntricos”.

También destacaban el hallazgo de una cancha para el juego de pelota maya, un deporte propio de esta civilización sobre el que no conocemos muchos detalles. Detalles como si se trataba de un juego donde era lo deportivo o lo ritual lo que predominaba.

No solo ruinas. Más allá de la arquitectura de la zona, los arqueólogos también encontraron algunos objetos de interés. “Los tipos cerámicos más comunes que recolectamos en superficie y en algunos pozos de sondeo son del Clásico Tardío (600-800 d.C.); no obstante, los análisis de muestras de este material nos ofrecerán datos más confiables sobre las secuencias de ocupación”, explicaba en una nota de prensa Ivan Ṡprajc, coordinador del proyecto.

El experto también habla de los cambios que probablemente vivió la urbe durante el Clásico Terminal (800-1000 e.c.), “reflejo de cambios ideológicos y poblacionales en tiempos de crisis que, finalmente, para el siglo X, condujeron al colapso de la compleja organización sociopolítica y el drástico decremento demográfico en las Tierras Bajas Centrales mayas”.

3.000 kilómetros cuadrados. Este hallazgo ha sido fruto de los primeros trabajos de campo realizados en el contexto del proyecto “Ampliando el panorama arqueológico de las Tierras Bajas Centrales mayas” coordinado por Ṡprajc. Este proyecto analiza una amplia porción de territorio inexplodado por los arqueólogos: unos 3.000 km².

Los arqueólogos que llegaron al terreno lo hacían puestos sobre la pista por sondeos aéreos precios. En marzo de este año, una exploración por LiDAR (Light Detection and Ranging, una suerte de radar que emplea luz en vez de ondas de radio) realizada por  el Center for Airborne Laser Mapping, de la Universidad de Houston, había detectado la posible presencia de restos arqueológicos en el área. No es la primera vez que esta tecnología sirve a los exploradores para hallar restos arqueológicos en el país norteamericano.

Pasado y futuro. El trabajo presentado recientemente por el INAH también abarca restos hallados entre fuera de la ciudad pero de características semejantes a los hallados en la antigua urbe tales como las columnas que dan nombre a la ciudad. Estos restos son, señalan los arqueólogos, semejantes a los encontrados en la zona sureste de la ciudad, incluyendo canchas de pelota y altares centrales. Los arqueólogos creen que podría tratarse de mercados o zonas dedicadas a rituales.

Futuros análisis quizá nos den más pistas sobre esta “nueva” y misteriosa ciudad, Ocomtún, su relevancia dentro de la cultura maya y los motivos que llevaran a a sus habitantes a abandonarla.

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Imagen | INAH

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