La Starship de SpaceX se ha convertido en el cohete más alto y potente de la historia en cruzar la frontera del espacio. Las dos partes del cohete acabaron explotando: el propulsor Super Heavy explotó después de la separación y la nave Starship activó el sistema de terminación de vuelo y se autodetonó. Aun así, SpaceX considera la prueba un éxito: este era apenas el segundo lanzamiento integral del cohete y las cosas han salido mucho mejor que en el primero.
Un despegue rápido con todos los motores. Tras un despegue demasiado lento que destrozó la plataforma de lanzamiento en abril, SpaceX modificó la secuencia de arranque del cohete para que comenzara a elevarse en un tercio del tiempo: dos segundos después del encendido de los motores en lugar de seis.
Después de desalojar a varios barcos de recreo que se encontraban en la zona de exclusión, y tras una pausa de unos minutos para resolver un problema de presurización en la etapa Starship, el cohete se elevó sin problemas con los 33 motores Raptor del propulsor Super Heavy funcionando a la perfección.
Aun así, la Starship salió de la plataforma ligeramente torcido por razones que se desconocen. Uno de los elementos nuevos del Booster 9 era el sistema electrónico de control vectorial de empuje, que controla la orientación de los motores.
El deflector de llamas y los Raptor hicieron su trabajo. Antes de los motores se activó con éxito el deflector de llamas refrigerado por agua, un bidé gigante que no estaba instalado en la primera prueba y que empezó a arrojar chorros de agua antes del despegue para amortiguar la potencia del cohete.
En cuanto a los Raptor, en la primera prueba fallaron ocho motores y su fiabilidad quedó en entredicho, pero este nuevo lanzamiento con los 33 motores del propulsor y los seis de la Starship encendidos hasta el último momento ha dado razones para el optimismo. Ya son varios los cohetes de metano que llegan al espacio, pero la empresa china LandSpace es la única que ha alcanzado la órbita.
La separación funcionó, pero el Super Heavy no resistió. Esta es la primera vez que un cohete reutilizable prueba una separación en caliente. El propulsor Super Heavy apagó todos sus motores, menos tres, tras superar los 70 km de altitud y la Starship encendió sus seis motores casi al mismo tiempo para separarse de él.
La separación fue un éxito, pero quizá demasiado agresiva para el Super Heavy. El propulsor acabó explotando segundos después. Si bien SpaceX instaló un anillo entre las dos etapas con un escudo interno para proteger el propulsor y aberturas externas para dejar salir el escape de la Starship, el Booster 9 podría haber sufrido daños que precipitaron su espectacular explosión.
Otra hipótesis sugerida, entre otros, por Tom Mueller (cofundador de SpaceX que ya no trabaja en la empresa), es que el propulsor se desviara no lograra reencender varios de sus motores después de su maniobra de giro para volver a tierra, lo que habría activado el sistema de terminación de vuelo.
Cruzando la frontera del espacio. La Starship, por su parte, siguió su camino tras separarse del Super Heavy y cruzó la línea de Kármán, la frontera del espacio, hasta alcanzar una altitud de 148 km. Cuando volaba a 24.000 kilómetros por hora y estaba a punto de apagar sus motores con rumbo a la costa de Hawái, explotó también.
Aunque al principio no estaba claro por qué se habían perdido las comunicaciones con la nave, SpaceX ha confirmado que activó el sistema de terminación de vuelo (FTS) y se autodetonó. Las razones no están claras claras, pero una desviación de su trayectoria podría haber activado el FTS por razones de seguridad. Según el astrónomo Jonathan McDowell, si no se desintegró por completo, los restos de la nave cayeron en aguas del Caribe, al noreste de las Islas Vírgenes Británicas.
El más alto, el más potente. Con el nuevo anillo de separación en caliente, la Starship mide 121 metros, el tamaño aproximado de Godzilla, según una divertida animación de SpaceX. También hubo comparaciones para sus dos etapas. Con sus 50 metros de altura, la nave Starship tiene el tamaño de la Estatua de la Libertad y, con 70 metros, el propulsor Super Heavy mide lo que un cohete Falcon 9.
También podemos decir que es el cohete más potente de la historia porque su predecesor, el N1 soviético, no llegó a separar sus etapas antes de fallar.
Conexión con Starlink. Uno pensaría que el día del lanzamiento de la Starship, todo el equipo de SpaceX estaría centrado en la misma tarea, pero esta misma mañana la empresa lanzó 23 nuevos satélites Starlink y aterrizó un Falcon 9 de forma totalmente rutinaria.
Esta prueba iba a ser la primera vez que la Starship se comunicaría con los satélites Starlink en el espacio para ofrecer imágenes en directo de su trayectoria suborbital sin pérdida de comunicación. No pudo ser, pero la tercera prueba promete.
Imágenes | SpaceX
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