La NASA acaba de publicar algunas imágenes de su sonda Juno, la encargada de estudiar Júpiter y sus lunas. Entre las imágenes podemos ver "de cerca" el lugar más volcánico denuestro sistema solar: el satélite joviano Ío.
¿Qué estamos viendo? Júpiter cuenta con al menos 80 lunas, de entre los que destacan los satélites galileanos, cuatro cuerpos descubiertos por el famoso astrónomo, los más visibles desde la Tierra por su tamaño, Ganímedes, Ío, Europa y Calisto. Si Europa destaca por ser uno de los mundos acuáticos que tanto interés despiertan a astrobiólogos, Ío no se queda a la zaga. Lo que hace interesante a esta luna es su intensa actividad volcánica.
La imagen se corresponde a lo captado en el espectro infrarrojo por el instrumento Jovian Infrared Auroral Mapper (JIRAM). Las zonas más brillantes corresponden a lugares a más temperatura. ELa fotografía se tomó en junio de este año, cuando la sonda se encontraba a una distancia de 80.000 kilómetros del satélite.
“Puedes ver los puntos calientes volcánicos. Hemos sido capaces de monitorizar sobre el curso de la misión primaria (más de 30 órbitas) cómo estos cambian y evolucionan” explicaba en declaraciones recogidas por Business Insider Scott Bolton, investigador principal de la sonda Juno.
No solo Ío. Juno está aún lejos de Ío, por lo que aún nos esperan muchas imágenes de esta luna. Nos encontramos ahora en un momento de transición para la sonda. Las órbitas de ésta la van acercando progresivamente a los satélites más interiores de Júpiter en su misión extendida (que comenzó a mediados de 2021).
Primero fue Ganímedes, satélite que fue analizado en proximidad hacia junio de 2021 y después Europa, cuyo acercamiento sucedió en septiembre de este año. Juno va poniendo su atención ahora en la siguiente luna, Ío, y se espera que alcance a sobrevolar este satélite entre 2023 y 2024.
Juno tampoco ha dejado de observar el gigante gaseoso al que orbitan estas lunas. Gracias al instrumento JunoCam, cámara que capta el espectro visible, contamos también con nuevas imágenes de la hipnótica superficie de Júpiter.
Atracción magnética. Uno de los objetivos de Juno es el de analizar las interacciones magnéticas entre Júpiter y sus lunas. Para ello cuenta con diversos instrumentos como el Juno’s Magnetic Field (MAG) y el Jovian Auroral Distributions Experiment (JADE). La sonda también estudia los efectos de estas interacciones sobre la atmósfera con su espectrógrafo ultravioleta (UVS).
Durante el último año y medio Juno ha estado analizando estas interacciones entre los campos magnéticos de Júpiter, Ganímedes y Europa. Ahora es el turno de Ío. El interés en este ultimo caso radica precisamente en el volcanismo del satélite.
“Según observamos los volcanes cambiar, y activarse y desactivarse, están influyendo en la gigante y monstruosa magnetosfera de Júpiter” agregaba Bolton.
Del hielo a los volcanes… y vuelta al hielo. La misión Juno tomó el relevo de la Galileo y es ahora la principal misión en lo que respecta a la exploración de Júpiter y su entorno directo. Sin embargo tanto la NASA como la Agencia Espacial Europea (ESA) preparan ya nuevas misiones a la zona.
Esta vez la atención estará puesta en las lunas heladas del planeta. La primera de las misiones programadas será la europea JUICE (Jupiter Icy Moons Explorer). Se espera que parta en abril de 2023 desde la Guyana Francesa y tendrá como objetivo el estudio de tres de las lunas jovianas: Ganímedes, Calisto y Europa.
En otoño de 2024 será el turno de Europa Clipper, de la NASA. Esta misión se centrará en Europa, el satélite que oculta bajo una inmensa capa de hielo, enormes depósitos de agua líquida. La actividad geológica la hace, sumada a este factor, uno de los lugares candidatos a albergar vida en nuestro sistema solar.
Imagen portada | NASA/JPL-Caltech/SwRI/ASI/INAF/JIRAM
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