El Telescopio Espacial James Webb (JWST) ha realizado su particular versión de una de las imágenes más icónicas de nuestro Universo, la fotografía de los Pilares de la Creación tomada por su predecesor, el telescopio Hubble. La nueva versión de esta imagen nos ayudará a entender mejor los procesos que se desarrollan en formaciones como esta.
El cielo estrellado. En la nueva imagen obtenida por el JWST y publicada ayer por la NASA las estrellas roban buena parte del protagonismo a los llamados Pilares de la Creación. Estrellas de diversas tonalidades dentro y fuera de este tridente cósmico de polvo y gas. A diferencia de otras imágenes del Webb, los puntos de luz que vemos aquí son exclusimevamente estrellas, no galaxias. Esto se debe a que el fondo de la imagen está velado por una capa de polvo y gas, la llamada “medio interestelar”.
Los Pilares de la Creación no tienen un nombre aleatorio, es del gas y polvo de formaciones como esta que surgen las estrellas. Esta materia va compactándose por efecto de la gravedad hasta acabar alcanzando la masa crítica de una estrella. Estas estrellas recién formadas pueden apreciarse en la imagen en las inmediaciones de la nube, son especialmente brillantes y tienen un color rojizo.
Como una erupción volcánica. Sin embargo la imagen también nos muestra esta formación como nunca la habíamos visto, con más detalle y con algunos de sus elementos resaltados. Elementos como las eyecciones de materia emanadas por las estrellas jóvenes, chorros que chocan a grandes velocidades contra nubes del material que conforman estos pilares.
Los impactos causan ondas de choque y un “resplandor carmesí” procedente de este y de las moléculas de hidrógeno eyectadas por las estrellas. En la imagen este resplandor parece lava y es especialmente visible en la punta del pilar central.
Mirar a través de la Nebulosa. Los pilares de la creación son un elemento de la Nebulosa del Águila. Se encuentran a unos 6.500 años luz de nosotros. La Nebulosa es también conocida como el objeto de Messier 16 (M16).
La imagen fue captada por el instrumento NIRCam del JWST, la cámara de infrarrojo cercano. La luz infrarroja puede navegar con mayor facilidad a través de este polvo cósmico, nubes de gascomo la que conforma estos Pilares de la Creación, haciendo más translúcidas estas formaciones. Gracias a ello, el buque insignia de los telescopios espaciales ha conseguido esta imagen, captando semejante número de estrellas, aunque no es la primera vez que las vemos.
Más allá de lo que podemos ver con nuestros ojos en la fotografía publicada por la NASA, los expertos confían en que esta nueva perspectiva les ayude a entender mejor los procesos que se dan en este tipo de entornos, los lugares donde nacen las estrellas y con ellas la vida tal y como la conocemos.
Una imagen icónica. Las imágenes de los Pilares de la Creación obtenidas por el telescopio Hubble se encuentran entre las más vistas del espacio exterior. Se trata en realidad de varias imágenes, las primeras tomadas en 1995, las segundas ya en 2014.
Aunque las fotografías del Hubble se realizaran en el “espectro visible”, estas requieren también un tratamiento especial, componiendo varias fotos (lo que vemos en realidad son más bien collages) y jugando con los colores y tonos. Un proceso no muy distinto en esencia al que realizan nuestras cámaras, eso sí, más complejo.
El Webb, aún mucho que ofrecernos. El JWST parece no querer que nos olvidemos de él. Desde que despegara de la Guyana Francesa en diciembre del año pasado, hemos sido testigos de su viaje hacia su hogar en el punto 2 de Lagrange, su despliegue y primeras pruebas, y finalmente sus primeras imágenes.
Desde entonces no solo ha ido ampliando nuestro catálogo visual del cosmos, llegando donde nadie antes. El Webb nos ha permitido realizar nuevos descubrimientos, y también ha protagonizado polémicas y sustos. De lo que no cabe duda es que aún tiene mucho que ofrecernos tanto en el plano científico como en el estético.
Imágenes | NASA, ESA, CSA, STScI, Hubble Heritage Project (STScI, AURA), Joseph DePasquale (STScI), Anton M. Koekemoer (STScI), Alyssa Pagan (STScI)
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