El culebrón desencadenado por la compra de Activision Blizzard por Microsoft sigue su curso. La ejecución de esta operación solo es posible si los organismos que regulan el mercado y velan por la libre competencia la aprueban previamente, y no está siendo precisamente un camino de rosas para Microsoft.
La Comisión Europea se ha mostrado preocupada por las consecuencias que podría tener esta compra, lo que le ha llevado a enviar a la filial que dirige Phil Spencer una advertencia antimonopolio, y, lo que es si cabe más importante, a abrir una investigación. CMA (Competition and Markets Authority), que es el organismo regulador de Reino Unido, ha seguido este mismo camino, y también pone pegas al acuerdo entre Microsoft y Activision Blizzard.
No obstante, estas no son las únicas zancadillas que han hecho tambalearse a estas dos compañías. Y es que la Comisión Federal de Comercio (FTC) de Estados Unidos también se ha mostrado contraria a la consolidación de esta compra. Mientras tanto Sony no se ha mantenido al margen de este conflicto. La propietaria de la marca PlayStation defiende sus intereses, y su postura es claramente contraria a esta compra, pero no está saliendo indemne de este proceso.
La FTC da la razón a Microsoft: Sony debe entregar documentos privados
Adoptar una postura activa frente a esta operación de compra está obligando a Sony a asumir algunos compromisos. Como es natural, los organismos reguladores están examinando muchos documentos entregados por Microsoft y Activision Blizzard con el propósito de determinar si su unión puede degradar la libre competencia, y, por tanto, debilitar el mercado. Pero Sony también está siendo examinada.
Microsoft ha solicitado ante la FTC que Sony entregue documentos que presumiblemente reflejan su estrategia empresarial
Microsoft, en un claro intento de demostrar que Sony ha dado pasos que podrían comprometer la libre competencia en el mercado de los videojuegos, solicitó ante la FTC que los propietarios de la marca PlayStation les entregasen documentos que presumiblemente reflejan su estrategia empresarial. Como cabía esperar, Sony se negó a proporcionar una documentación que considera confidencial, pero la maniobra no le ha salido bien.
Y es que el juez Michael Chappell ha dado la razón a Microsoft al dictaminar que Sony debe entregar la documentación solicitada para contribuir a la resolución de este conflicto. Estos documentos, al parecer, describen algunos acuerdos que podría haber pactado Sony con otras empresas desde 2019 hasta la actualidad con el propósito de reforzar su posición en la industria de los videojuegos.
(FYI) The FTC denied Sony's motion and ordered the company to produce the documents requested by Microsoft's subpoena.
— Alan Feely (@IdleSlothVGT) March 1, 2023
Motion is GRANTED IN PART and DENIED IN PART.
Sony only needs to show their exclusivity deals from 1/1/2019 to present.
Source:https://t.co/TzFohH0cUI pic.twitter.com/yxctsHXycd
Como refleja el tuit que publicamos sobre estas líneas, el juez Chappell no ha aceptado en toda su extensión la solicitud de Microsoft, de ahí que haya limitado la entrega de Sony a aquellos documentos fechados entre el 1 de enero de 2019 y la actualidad. Pero, sin duda, este capítulo lo han ganado los de Redmond. La próxima entrega de este culebrón posiblemente tendrá lugar a finales de abril debido a que será la fecha en la que se pronunciarán definitivamente sobre la compra tanto CMA como la Unión Europea.
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