El fuego cruzado entre EEUU y China en la guerra de los chips ya tiene su primera víctima: Corea del Sur

  • Los fabricantes de semiconductores surcoreanos venden en China aproximadamente el 40% de sus chips

  • Samsung y SK Hynix controlan el 73% del mercado de chips DRAM y el 51% de los chips NAND flash

Samsung Ap
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La economía de Corea del Sur depende profundamente de su industria de los circuitos integrados. El 18,9% de las exportaciones de este país asiático en 2022 fueron semiconductores (probablemente su volumen ha sido similar en 2023), lo que justifica que el Gobierno surcoreano haya incluido este sector en su lista nacional de tecnologías estratégicas. No obstante, la columna vertebral de este país en esta industria está constituida por dos tipos de chips concretos: las memorias DRAM y las NAND flash.

Samsung y SK Hynix, que son los dos mayores fabricantes de semiconductores surcoreanos, acaparan nada menos que el 73% del mercado global de chips DRAM y el 51% del mercado de chips NAND flash. Y buena parte de sus mejores clientes residen en China debido a que este país aglutina una enorme cantidad de integradores y fabricantes de servidores, ordenadores portátiles, de sobremesa, smartphones y otros dispositivos electrónicos que necesitan chips DRAM y NAND flash para funcionar correctamente.

Durante los últimos meses hemos indagado con profundidad en el impacto que están teniendo las sanciones a China desplegadas por EEUU y sus aliados en el negocio de NVIDIA y ASML, que son las compañías más afectadas por las prohibiciones. No cabe duda de que el rendimiento económico de estas dos empresas es importante para las economías de EEUU y Países Bajos, pero si desviamos nuestra mirada hacia Corea del Sur solo cabe llegar a una conclusión: el crecimiento de su economía está ligado al rendimiento de Samsung y SK Hynix.

Corea del Sur está defendiendo su negocio en China con uñas y dientes frente a EEUU

"Las compañías surcoreanas necesitarán tomar algunas decisiones difíciles y sopesar los riesgos, la presión y las oportunidades que emanarán tanto de EEUU como de China. Sea como sea estos desafíos las obligarán a enfrentarse a la realidad". Esta declaración de Wendy Cutler, vicepresidenta de la organización sin ánimo de lucro Asia Society Policy Institute, condensa con precisión los retos a los que se enfrentan las empresas de Corea del Sur vinculadas a la industria de los semiconductores. Y, sobre todo, refleja en qué medida se están viendo condicionadas por el fuego cruzado entre los Gobiernos liderados por Joe Biden y Xi Jinping.

Lidiar con sus compromisos cruzados no está siendo fácil para Corea del Sur, lo que ha colocado a sus fabricantes de chips en una posición muy comprometida

La relativa incomodidad con la que están lidiando Samsung y SK Hynix viene de lejos. Ambas compañías tienen fábricas en China y venden buena parte de sus semiconductores en este gigantesco país asiático (aproximadamente el 40%). Desde un punto de vista estrictamente económico la Administración de Yoon Suk Yeol, el actual presidente de Corea del Sur, no puede permitirse ignorar a su mejor cliente. Lidiar con estos intereses y compromisos cruzados no está siendo fácil para Corea del Sur, lo que ha colocado a sus fabricantes de chips en una posición muy comprometida.

Por un lado tienen que acatar lo que dice EEUU, pero, además, no pueden romper del todo sus lazos con China. La mediación del Gobierno surcoreano ha ayudado a Samsung y SK Hynix a disfrutar durante 2023 una exención que les ha permitido instalar en sus fábricas de China equipos litográficos avanzados que a priori las sanciones les habrían impedido introducir en el país liderado por Xi Jinping. El problema es que ahora mismo no está claro si podrán seguir disfrutando este permiso durante 2024.

Sea como sea los fabricantes de semiconductores surcoreanos necesitan seguir vendiendo sus productos en China. Y también tienen que proteger la competitividad de las fábricas que sostienen en este país asiático. El problema es que la tensión a la que está sometido actualmente este sector puede asfixiarlos, lo que les ha llevado a reclamar al Gobierno liderado por Yoon Suk Yeol su protección. La capacidad tecnológica e industrial de Corea del Sur está en juego, lo que ha obligado a la Administración a mojarse y poner en marcha un plan que persigue invertir la friolera de 470.000 millones de dólares en un titánico centro de fabricación de chips que estará alojado cerca de Seúl.

Imagen de portada: Samsung

Más información: SCMP

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