Uno de los puntos más polémicos del pacto de investidura entre Sumar y PSOE, fue el que daba continuidad a la reducción de la jornada laboral semanal que ya se estaba llevando a cabo durante la anterior legislatura y que, de hecho, ambas fuerzas políticas llevaban en sus programas electorales en las elecciones del 23J.
El acuerdo establecía el compromiso de ambas partes para rebajar la jornada laboral legal de forma progresiva de las 40 horas semanales actuales, hasta las 38,5 horas semanales en 2024 y las 37,5 horas semanales para 2025. Todo ello sin reducción salarial.
La cuenta atrás ya está en marcha, pero no hay prisa. El pacto indica que la reducción de jornada comenzará a aplicarse en 2024, pero tal y como matizó en diciembre Joaquín Pérez Rey, Secretario de Estado de Empleo del anterior ejecutivo, la medida no entrará en vigor de forma inmediata en enero de 2024, sino que “de lo que se trata es de proceder a esa reducción paulatina en dos años, hasta situarnos en las 37 horas y media. Hay que dar espacio al diálogo social y hay que hacer un tránsito ordenado a esa reducción de jornada que además se produce en esa combinación de dos años”, señaló Pérez Rey.
El Secretario de Estado de Empleo aclaró que serán los agentes sociales (sindicatos y patronal) quienes pactarán las condiciones de la reducción y el ejecutivo le dará carácter legal para su obligado cumplimiento. No obstante, todavía no se ha creado una mesa de negociación para afrontar ese tema disponiendo de un año de margen para alcanzar un acuerdo a dos años vista.
A partir de 2025, los agentes sociales constituirán una mesa de evaluación de la medida y seguir avanzando hasta el objetivo de 37,5 horas “teniendo en cuenta las características de los distintos sectores de actividad, la evolución de la productividad y las circunstancias económicas”.
Una propuesta que ya es una realidad. Se calcula que la medida afectará a unos 11 millones de empleados del sector privado que todavía mantienen una jornada de 40 horas. La reducción no afectaría a quienes ya se benefician de una jornada reducida, algo que cada vez es más habitual dado que muchos convenios colectivos sectoriales o el sector público, que ya contemplan jornadas de menos de 40 horas.
Según datos de Eurostat, la jornada laboral en España en 2022 ya era de 37,7 horas, por lo que lo firmado en el pacto ya es una realidad en buena parte del tejido industrial español. Uno de los últimos ejemplos es el preacuerdo para el convenio laboral de Telefónica, que ya contempla una reducción de jornada progresiva a 36 horas semanales.
La jornada va por sectores. Uno de los objetivos de la propuesta firmada por los dos partidos de la coalición pretende unificar el criterio de jornada a todo el tejido industrial, evitando las desigualdades entre sectores que se están produciendo en la actualidad, donde en unos sectores sí se aplica ya una reducción de jornada, mientras que en otros se mantienen las 40 horas semanales vigentes en el régimen general del Estatuto de los Trabajadores.
Media de horas semanales trabajadas habituales por sector. Fuente: INE
Sectores como el de las industrias de electricidad, gas y aire acondicionado tienen una jornada media que incluso supera las 40,5 horas semanales debido al carácter estratégico de su jornada. Le siguen el sector del transporte y logística con 39,8 horas y la industria manufacturera con 39,5 horas semanales de media, y la construcción y minería con 39,4 y 39,1 horas respectivamente. Comercio, hostelería, administrativos y el sector del ocio ya cuenta con jornadas reguladas por convenio por debajo de las 37,5 horas semanales, por lo que la nueva medida tendrá poco impacto en su jornada.
Reducción de jornada cuando ya tienes media jornada. Los datos del INE apuntan a que el 13,5% de los empleados trabajan media jornada. Estos empleados se enfrentan a dos posibles escenarios ante la reducción de la jornada laboral semanal: la subida del salario por trabajar las mismas horas o reducir su jornada en proporción y mantener su salario.
Con el cambio, la media jornada pasará de 20 a 19 horas. Si un empleado acuerda con el empleador seguir haciendo 20 horas a la semana, cobrará por esa hora de más que trabajaría dentro de su jornada, siendo perfectamente legal por no superar las 37,5 horas.
En porcentajes, una jornada de 20 horas en 2024 representaría el 51,94% de las 38,5 horas legales, mientras que en 2025 el porcentaje de esas mismas 20 horas aumentaría hasta el 53,3% de las 37,5 horas legales, por lo que habría que aplicar el correspondiente incremento salarial.
Imagen | Pexels (Yury Kim)
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