No. Lo que ves sobre estas líneas no es una gigantesca tormenta de arena extendiéndose por el hemisferio norte ni la reconstrucción de un vasto ciclón, aunque lo cierto es que ilustra un desafío bastante considerable si queremos frenar el calentamiento global. La imagen refleja la distribución de CO2, uno de los gases que más contribuye al cambio climático. Y es interesante por varias razones: nos ayuda a entender cómo se extiende por el planeta y a conocer su origen.
Su autora es la NASA, que advierte que el dióxido de carbono es, "con mucho", el gas de efecto invernadero que más contribuye al cambio climático. No es la única que lo sostiene. Los cálculos del Center for Climate and Energy Solutions (C2ES) muestran que el CO2 representa el 76% de las emisiones globales de este tipo, por encima del metano, que contribuye con el 16%, o el óxido nitroso emanado sobre todo por la industria y la actividad agrícola, al que se atribuye el 6%.
Con esos datos sobre la mesa los técnicos del Global Modeling and Assimilation Office de la NASA se han formulado varias preguntas bastante oportunas: ¿Cuál es el origen de las emisiones de dióxido de carbono? ¿Y cómo se distribuye?
Un vídeo para la reflexión
Para responderlo sus técnicos han recorrido a las técnicas de modelado por computadora, lo que les permite "diseccionar" la atmósfera y comprender mejor de dónde proceden las emisiones. Lo mejor del resultado, que la propia agencia se ha encargado de compartir, es que es muy visual y enormemente didáctico.
Con los datos ha elaborado un vídeo de poco más de un minuto y medio de duración que muestra el CO2 que se agregó a la atmósfera terrestre durante 2021. Y para que el origen de las emisiones resulte más claro los técnicos de la NASA echaron mano de un código de colores: el relacionado con combustibles fósiles figura en naranja, el de la quema de biomasa en rojo, el de los ecosistemas terrestres en verde y el del océano en azul. Los puntos en la superficie muestran cómo el CO2 es reabsorbido por los ecosistemas, terrestres y oceánicos.
La NASA ha aportado diferentes vídeos que muestran la evolución en varias regiones del planeta, como América del Norte y del Sur, Asia y Australia o Europa, Medio Oriente y África. ¿Importa? Sí. Esa división por zonas permite a la agencia deslizar algunos comentarios valiosos. Cuando su foco se centra en Asia reseña las emisiones de combustibles fósiles de China. "Por el contrario, la disminución de la biosfera terrestre resulta visible en Australia durante gran parte del año porque las emisiones y densidad de población son mucho menores", abunda la agencia.
Sus cálculos reflejan también emisiones relacionadas con combustibles fósiles perfectamente visibles en Europa y Arabia Saudí y una nube roja achacable a la quema de residuos agrícolas en África central. "Los incendios representan una fuente mucho menor de CO2 a la atmósfera que las emisiones fósiles, pero son importantes porque pueden alterar la capacidad de un ecosistema para secuestrar carbono en el futuro", advierten los técnicos, que reconocen estar analizando cómo la acumulación de dióxido de carbono influye en las temporadas de incendios.
Otra de sus conclusiones más preocupantes apunta directamente a uno de los pulmones del planeta. Una de las peculiaridades sobre las que invita a reflexionar es "la rápida oscilación sobre la selva amazónica". Su principal toque de atención en América se dirige sin embargo a la contaminación generada por el tráfico en el corredor urbano que se extiende en EEUU entre Washington DC y Boston.
Un vídeo colorido para una interpretación en clave de futuro.
Imágenes: NASA
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