En la costa oeste de Finlandia se encuentran unos subterráneos únicos en el mundo. En 2004 empezaron las excavaciones de Onkalo, el primer depósito geológico profundo del mundo. Casi dos décadas después, por fin conocemos cómo es su interior y ya se han completado los primeros cinco pisos de túneles. En ellos se podrán almacenar residuos nucleares durante una eternidad, por más 100.000 años incluso aunque el cambio climático nos lleve a una próxima edad de hielo.
Onkalo se encuentra a 430 de profundidad y a 420 metros por debajo del nivel del mar. Su propio nombre vendría a traducirse como "cueva" y es que eso es precisamente lo que es. Estamos ante una enorme cueva cerca de la central nuclear de Olkiluoto en el municipio de Eurajok. Una cavidad construida en la base de granito que se adentra en la tierra y servirá para ocultar toneladas de residuos nucleares.
Excavando en el lugar idóneo
Posiva, la empresa responsable del depósito empezó la búsqueda del lugar 20 años de iniciar su construcción. Allá por 1983 buscaron una zona geológicamente estable. Durante todo ese tiempo analizaron todos los detalles y determinaron que la zona de Olkiluoto y su roca cristalina era la única opción posible en toda Finlandia.
Hoy en día los túneles ya están terminados y su longitud supera los 1.700 metros. Estas obras de excavación consiguieron los permisos finales a finales de 2021 y se han llevado a cabo con diligencia. Se prevé que los túneles lleguen a alcanzar los 5.500 metros con una altura de 6,3 metros.
Para 2023 se espera que los túneles estén ya habilitados para su uso y se calcula que en 2025 se empezarán a depositar los primeros cofres con residuos nucleares. Inicialmente se calculaba que en 2020 estaría listo, pero la pandemia forzó a retrasar el calendario.
El coste inicial de este gigantesco proyecto es de unos 3.000 millones de euros. Un proyecto que lleva más de 40 años de desarrollo pero que está planeado para durar toda una eternidad.
100 años recibiendo residuos y luego cerrado para siempre
El proceso es muy meticuloso. Crear los túneles implica perforar la roca subterránea y observar si hay grietas. En caso de que haya algunas, por pequeñas que sean, se optará por no utilizar esa ubicación. Onkalo debe ser una cueva sellada a la perfección, pues el material que allí se almacenará así lo requiere.
Se espera que Onkalo pueda recibir cofres de hierro y cofre con residuos nucleares durante los próximos 100 años. Una vez completada toda la cueva, los responsables enterrarán y sellarán el acceso al túnel, quedando esos residuos ocultos bajo la tierra para el resto de los días. La estabilidad geológica de la zona, alejada de cualquier probabilidad de terremoto o desastre natural, debería asegurar que Onkalo quedará cerrado.
"Ha sobrevivido casi 1,8 millones de años. Este es un período bastante largo, durante el cual varias fases de deformación no han producido grandes cambios", explica Kimmo Kemppainen, geólogo de Posiva. Al fin y al cabo, Onkalo se sitúa en una de las formaciones geológicas más antiguas de Europa.
Mika Pohjonen, director de Posiva, explica a Sky News que se podrán almacenar hasta 3.250 contenedores y que estarán seguros "durante un millón de años". "Es posible que ya no haya humanos aquí porque en ese momento habrá glaciaciones o este área esté bajo el agua, pero esto está diseñado para mantenerlo fuera de la biosfera".
Varias barreras para asegurar el sellado
El método utilizado para el sellado y almacenamiento es KBS-3. Se trata de un mecanismo de varias barreras, naturales y materiales, por las cuales aunque una de ellas falle, no afecte al resto. Los residuos nucleares inicialmente se colocan en cofres de hierro fundido. Posteriormente se introduce una capa de gas argón inerte y se colocan en contenedores cilíndricos de cobre.
Estos cofres de cobre se tapan y se realiza una soldadura para que aunque haya algún tipo de improbable movimiento sigan cerrados. La soldadura se realiza fuera de Onkalo y se realizarán inspecciones de seguridad con ultrasonidos para comprobar su durabilidad.
El desafío para estos contenedores es la corrosión, causada por el oxígeno disuelto en el agua. Desde Posiva explican que aunque este agua lograse llegar a los contenedores de cobre, el oxígeno disuelto ya se habría consumido por las bacterias.
En el hipotético caso de que hubiera una posible fuga, los responsables explican que cuando el agua llegase a la superficie en unos 10.000 años, la radiactividad se habría desintegrado tanto que ya no sería una amenaza.
No será el único cementerio nuclear de este estilo
El cementerio nuclear de Onkalo tiene una buena aceptación entre los locales. "Hemos tenido una central nuclear durante 40 años aquí. La gente de esta zona sabe mucho más sobre la gestión de residuos y la energía nuclear que no la gente de zonas donde no tienen una planta", explica Vesa Lakaniemi, alcalde de Eurajoki.
El de Onkalo es el primer cementerio nuclear geológico profundo, pero no será el único. Suecia ya ha comenzado la construcción de su propio depósito subterráneo. También Francia, Suiza y Reino Unido están estudiando dónde podrían construir uno, aunque estos proyectos todavía no se han concretado.
Imágenes | Posiva
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