España está a punto de saltarse dos meses de golpe. A partir de mañana tendremos el tiempo de finales de mayo y principios de junio. Un evento rarísimo que pondrá los termómetros a más de 30 grados y descolocará, por completo, la transición 'natural' entre el frío del invierno y el calor del verano.
Lo que pasará el resto de la primavera es un misterio, pero lo que va a pasar en los próximos días es de locos que se pueden resumir en una palabra: calor.
Calor, calor y calor. Y es que, como el final de febrero y el comienzo de marzo han sido realmente fríos para esas fechas, corremos el riesgo de pensar que el calor que vamos a sentir este fin de semana no es real; que es fruto de que el cambio de tiempo ha sido muy rápido.
Pero no, la misma AEMET decía que el episodio va a tener temperaturas inusualmente altas: valores por encima del 5 % de los días más cálidos de todos los marzos de 1991 hacia acá. De hecho, es posible que nos encontremos con el día de marzo más cálido de los últimos 30 años.
Pero ¿por qué? La explicación está en que la masa de aire que nos abrazará este fin de semana procede del océano Atlántico de latitudes inferiores a los 30ºN. Eso significa que el aire es muy cálido ya por sí mismo, pero la cosa no acaba ahí.
Porque, como el anticiclón se quedará estancado sobre la península, a esa masa de aire cálido le van a empezar a pasar cosas: estabilidad, vientos moderados y de componente oeste, ausencia de nubes... vamos a tener todos los ingredientes meteorológicos que convierten a la península en un "horno" y eso, evidentemente, va a disparar las temperaturas.
¿Una ola de calor? No, no va a tener una ola de calor. Sería muy raro que lo fuera. En países tan calurosos como el nuestro, para tener una 'ola de calor' necesitamos que haga muchísimo calor: "por encima del percentil 95 de su serie de temperaturas máximas diarias de los meses de julio y agosto del periodo 1971-2000". Por suerte, no vamos a sufrir eso estos días: nos quedamos por encima del percentil 95, pero del mes de marzo.
Sin embargo, hay que tener cuidado con las palabras: no hace falta que sea oficialmente una 'ola de calor' para que las temperaturas sean extraordinariamente altas. Más aún si (como va a pasar) no estamos en modo "veraniego". La transición ha sido tan breve que nos va a pillar con el paso cambiado en cuanto a climatización, vestimenta y prácticas sociales. En muchas zonas del país lo vamos a pasar mal.
¿Dónde lo pasaremos peor? Sobre todo, en ciudades como Valencia, Murcia o Santa Cruz de Tenerife. Allí el calor se va a notar mucho y es posible que haya hasta 10 grados por encima de lo habitual.
¿Qué pasará después? Se espera que este evento de altas temperaturas empiece a remitir la próxima semana. Es decir, se espera que, progresivamente, vayamos recuperando temperaturas más primaverales. Crucemos los dedos, porque las consecuencias de perder la primavera pueden ser devastadoras en el campo.
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