China necesita independizarse de Estados Unidos en la fabricación de chips. Lo va a tener muy difícil

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El sexto mayor fabricante de semiconductores del planeta es chino. La compañía SMIC (Semiconductor Manufacturing International Corp) acapara aproximadamente el 5% del mercado de los chips, lo que la sitúa muy cerca de la estadounidense GlobalFoundries y la taiwanesa UMC (ambas rozan el 7%). Por encima de ellas y con una cuota de mercado perceptiblemente más alta están Intel y Samsung, que tienen aproximadamente un 17% cada una, y TSMC, que lidera esta industria con una apabullante cuota del 54%.

No obstante, estas compañías no compiten en igualdad de condiciones. Y no lo hacen por una razón: sobre ellas recae el peso de los intereses geoestratégicos y políticos de las naciones a las que pertenecen. Esto ha provocado que SMIC no tenga acceso a los equipos de fotolitografía más avanzados que producen la japonesa Tokyo Electron, y, sobre todo, la empresa de Países Bajos ASML, que es la única que fabrica las máquinas de ultravioleta extremo (UVE) que actualmente constituyen el corazón de las plantas de litografía de TSMC, Intel y Samsung.

Los equipos de litografía de ASML incorporan tecnologías y componentes de origen estadounidense, y los Gobiernos de Trump primero y Biden después se oponen a que su propiedad caiga en manos de las empresas chinas. Esta estrategia no penaliza seriamente solo a SMIC; también ha puesto contra las cuerdas a otros fabricantes de circuitos integrados chinos que aparecen en "la lista de sospechosos" del Gobierno de Estados Unidos, como, por ejemplo, el fabricante de chips de memoria Yangtze Memory Technologies.

China solo tiene una salida: ser autosuficiente

Este país asiático de proporciones continentales no lo tiene nada fácil. Sin acceso a los equipos de litografía avanzados que están a disposición de los fabricantes de chips estadounidenses, surcoreanos y taiwaneses China no puede producir semiconductores de muy alta integración. Como es lógico, esta carencia penaliza seriamente la competitividad de SMIC, que actualmente está fabricando los procesadores de la compañía china Loongson empleando su nodo de 12 nm.

En la coyuntura actual en la que la tensión entre Occidente y China es máxima este último país no puede permitirse aceptar esta posición de desventaja

Esta tecnología litográfica es menos avanzada que las más sofisticadas que tienen desde hace ya muchos años prácticamente todas las empresas que he mencionado en el primer párrafo de este artículo, lo que daña gravemente un sector industrial que para China, al igual que para todas las grandes potencias, es estratégico. Y en la coyuntura actual en la que la tensión entre Occidente y China es máxima este último país no puede permitirse aceptar esta posición de desventaja.

Remediarlo no es nada fácil. Para desarrollar más su industria de los semiconductores y colocarla a la misma altura a la que están las de Estados Unidos, Corea del Sur y Taiwán, que son los tres países que lideran este mercado, no solo es imprescindible invertir muchos recursos; también hace falta tiempo. Mucho tiempo. Pero por algo hay que empezar. Y China ya está en marcha.

Uno de los primeros pasos que ha dado para comenzar a fraguar su independencia de las tecnologías de semiconductores de origen estadounidense y europeo consiste en apoyar un espaldarazo financiero a Unisoc Technologies, una empresa que se dedica principalmente a diseñar microprocesadores para smartphones, así como SOC y chips de comunicaciones para dispositivos dotados de conexión a internet.

La inyección de capital que persigue recibir Unisoc Technologies a través de una ronda de financiación asciende a 1.500 millones de dólares

El propósito de esta compañía china es competir de tú a tú con Qualcomm, MediaTek y Samsung, y es evidente que para lograrlo debe tener acceso a unos equipos de litografía tan avanzados como los que usan actualmente TSMC, que fabrica chips para Qualcomm y MediaTek, y Samsung. Según Reuters la inyección de capital que persigue recibir Unisoc Technologies a través de una ronda de financiación asciende a 1.500 millones de dólares.

Un último apunte para concluir: en 2014 Intel Capital, que es una división de Intel que se dedica a las inversiones y las operaciones de capital riesgo, adquirió el 11% de Unisoc Technologies. Y dadas las circunstancias resulta chocante que una compañía estadounidense mantenga un vínculo tan estrecho con una empresa china que sin lugar a dudas está en el punto de mira del Gobierno de Estados Unidos. De hecho, podemos estar seguros de que hay otros casos similares. Les seguiremos la pista de cerca.

Imagen de portada: ASML

Más información: Reuters

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