Desde unos días antes de la llegada de 'Madame Web' a los cines (no ha habido demasiado margen: Sony, consciente del pequeño desastre que tenía entre manos, la ha mostrado solo pocos días antes del estreno), Internet confirmaba en múltiples opiniones y críticas lo que ya apuntaban los trailers: la nueva película del Spider-verso de Sony no está a la altura de su legendario legado.
Entre los problemas que se le están achacando está la despistadísima interpretación de Dakota Johnson, corroborando la errática campaña de marketing de las últimas semanas. Johnson cambió de representante poco después de que saliera el primer tráiler de la película, lo que hace pensar en un estrepitoso error de cálculo por su parte (o que no ha visto 'Morbius'). En cualquier caso, sus caras de desconcierto y su tácito reconocimiento de que 'Madame Web' es un desbarajuste han sido divertidísimos. Más que su desganado papel protagonista.
También se ha hablado de una estética que parece beber de las series B más casposas de, efectivamente, ese 2003 en el que se ambienta la acción. Las apariciones de algunas canciones de la época, especialmente un 'Toxic' de Britbney Spears que se escucha en una de las escenas más delirantes de la película, refuerza la idea de estar viendo una secuela directa al vídeo de una película de superhéroes pre-MCU.
Hay algunos aspectos muy salvables del film: por ejemplo, algunos detalles de la caracterización de Cassandra Webb, la protagonista, son muy interesantes. No necesita ningún personaje masculino a su vera para justificarse y tiene una actitud inicial en contra de los niños y las familias que es matizada pero no del todo corregida durante el desarrollo. Es interesante que, entre esta película y 'Morbius', Sony esté apostando por los protagonistas abiertamente antipáticos, aunque desde luego no le está dando los resultados corrosivos que al estudio le gustarían (es de suponer que, como mínimo, algo similar a 'Venom').
También es interesante cómo la película plasma en pantalla las visiones de Cassandra Webb, proponiendo una especie de 'Destino final' sin muertes grotescas y que le da un aire de involuntaria desvergüenza al conjunto. Son, sin embargo, detalles puntuales y que no salvan una película que naufraga desde el primer momento, con un flashback en el Amazonas en el que se escuchan líneas de diálogo que empujan al espectador a refugiarse bajo la butaca hasta que pase el chaparrón.
Esta no es mi película de superhéroes
Sin embargo, el gran problema de 'Madame Web' es otro: Sony la ha vendido como un eslabón de su universo superheroico cuando la película tiene un componente muy endeble dentro de ese género. Es decir, tenerlo lo tiene: Araña y las dos Spider-Woman (a priori personajes más atractivos que Madame Web, al menos como núcleo de una serie verbenera tipo The CW) aparecen, pero su presencia real es muy reducida y ni siquiera tienen un efecto real sobre lo que sucede en pantalla. 'Madame Web' comete un pecado que el público actual no perdona con facilidad, y es el de no dar lo que promete.
'Madame Web' también ha jugado al misterio con un villano que lleva un uniforme que el gran público relaciona a primera vista con Spider-Man y que se mueve y comporta igual que el héroe (el tema de los tótems arácnidos, de gran relevancia en los cómics, aquí no se explica: más de un fan del MCU se va a quedar a cuadros), pero no ofrece respuestas. La sensación para el gran público va a ser la de tropezarse con una película a medias, que lanza héroes y situaciones que posiblemente no volvamos a ver dadas las flojas previsiones de taquilla.
En general, todo parece un error de cálculo de Sony, que posiblemente pretendía con la película algo muy distinto a lo que ha acabado plasmándose en la pantalla: la compañía tiene una propiedad impagable en su seno (el mismo Spider-Man del MCU), pero Marvel se encargó en 'Spider-Man. No Way Home' de cortar lazos con ese universo. Esfuerzos como la secuencia post-créditos de 'Venom: Habrá matanza', donde se enlazaba directamente con el MCU, han quedado en nada.
Y la prueba es que 'Madame Web' no tiene secuencias post-créditos, seña de identidad de las películas superheroicas mucho más constante que las capas o las máscaras. 'Madame Web' es una película de superhéroes donde el componente superheroico es testimonial, y una del universo de Spider-Man que posiblemente nunca llegue a corroborar su unión con el héroe arácnido de Marvel (pese a la abundancia de guiños). Un tiro en el pie -y no solo por la calidad de la película-, certificando que 2024 puede ser, entre otras cosas, el año que demos sepultura al género.
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