La marca tiene poco recorrido pero no pequeño escaparate, y un año más renovó una de sus principales líneas dando, en este caso, tres posibilidades con los Realme 6, 6 Pro y Realme 6i. Pese al particular momento que estamos viviendo con la crisis del COVID-19, hemos podido realizar el análisis del Realme 6, la opción más intermedia de los tres, os lo contamos.
Se trata de un terminal con pantalla de 6,5 pulgadas con tasa de refresco de 90 hercios y versiones con 6 y 8 GB. En este caso hemos podido probar la variante más potente, con 8 GB y 128 GB de almacenamiento, así que comprobaremos que es lo mejor que puede ofrecer el Realme 6.
Ficha técnica del Realme 6
REALME 6 |
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---|---|
DIMENSIONES Y PESO |
162,1 x 74,8 x 8,9-9,6 mm |
PANTALLA |
6,5 pulgadas |
PROCESADOR |
MediaTek Helio G90T |
MEMORIA RAM |
6 / 8 GB RAM |
ALMACENAMIENTO INTERNO |
64 / 128 GB |
CÁMARA TRASERA |
64 MP |
CÁMARA DELANTERA |
16 MP |
BATERÍA |
4.300 mAh |
SISTEMA OPERATIVO |
Android con Realme UI |
Conectividad |
WiFi 2.4/5 GHz 802.11 a/b/g/n/ac, Bluetooth 5.0, GPS y NFC |
OTROS |
Lector de huellas lateral |
PRECIO |
4 GB + 64 GB: 209 euros |
Realme 6, Blanco, 128 GB, 8 GB, 6,5 pulgadas
Diseño: se mantiene el estilo Realme con ligeros cambios y el adiós al notch
Los Realme suelen ser móviles llamativos, con aire más bien juvenil y que siguen las tendencias a nivel de estética que estamos viendo en los últimos dos años: traseras reflectantes, que juegan con esos reflejos para parecer un color u otro, y módulo de cámaras en vertical a un lado. De hecho, aunque hay alguna diferencia que ahora concretaremos es bastante parecido al Realme 5 con respecto al diseño.
En este caso hemos probado la versión en blanco, pero ya vemos que el acabado de la trasera muestra un patrón de reflejos distinto: no es poligonal, sino que parte de un vértice al centro del borde inferior, dando ese toque “a lo CD” con reflejos multicolores según cómo lo veamos o coloquemos. Acabado que, por cierto, deja bastante de lado la parte oleofóbica porque las huellas quedan con extrema facilidad.
Y eso que no tenemos cristal, dado que se trata de una carcasa de plástico, como también lo es el borde (aunque tiene un acabado imitando al metal). Como solemos comentar, la principal desventaja del plástico es que no permite la carga inalámbrica, pero ganamos en cuanto a cierta tranquilidad en cuanto a que se pueda romper o arañar al menos si como en este caso es un material que da sensación de calidad y resistencia.
Es un móvil grueso, no hasta ser esto llamativo pero casi colocándose en el centímetro hablando del eje vertical al centro. Se nota en el agarre, aunque la curvatura en la parte trasera ayuda a distraer la sensación, siendo bastante sutil y continuando el borde plateado para dibujar lo que casi es una semiesfera. La pantalla sobresale, suponiendo un reborde negro en el perfil y dejando sitio al lector de huellas lateral, que es de hecho uno de los principales cambios con respecto al Realme 5 hablando de la estética.
Otra de las modificaciones más notables es que se le dice adiós al notch para pasarse al agujero en pantalla para la cámara frontal. Se trata de una perforación en la parte izquierda, con reborde negro, y de lo cual hablaremos algo más en la parte de pantalla (sobre cómo repercute en su aprovechamiento).
Hablando de la pantalla y el frontal, vemos que el marco es uniforme salvo en el lado inferior, teniendo algo de barbilla. Aunque la pantalla está como un saliente, no da mala sensación en el agarre estando bien acabado y con cierta continuidad con el borde, y el auricular está integrado entre marco y borde de plástico con mucha discreción.
Hablando de puertos y botones, el lector de huellas hace las veces de botón de inicio, estando los de volumen en el lado opuesto. En el borde inferior está el puerto USB tipo-C, el altavoz y el jack de 3,5 milímetros, no del todo alineados al centro.
No es un móvil ligero estrictamente, pero en comparación con lo que vemos hoy en día no se acerca a los que se llevan el récord en peso con un volumen y pantalla similar. Viendo otros móviles con una pantalla en torno a las 6,5 pulgadas, vemos que el Realme 6 no está entre los tres más pesados ni los tres más voluminosos (siendo, respectivamente, sexto y séptimo), viendo que el Xiaomi Mi Note 10 logra meter mayor batería (siendo un milímetro más grueso) y también el Huawei Mate 30 Pro y el Samsung Galaxy Note 10 Lite.
Altura (milímetros) | Anchura (milímetros) | Grosor (milímetros) | Peso (gramos) | Pantalla (pulgadas) | Batería | Superficie (cm2) | Volumen (cc) | |
---|---|---|---|---|---|---|---|---|
Realme 6 | 162,1 | 74,8 | 8,9 | 191 | 6,5/td> | 4.300 | 121,25 | 107,91 |
Samsung Galaxy Note 10 Lite | 163,7 | 76,1 | 8,7 | 199 | 6,7 | 4.500 | 124,58 | 108,38 |
OnePlus 7 Pro | 162,6 | 75,9 | 8,8 | 206 | 6,67 | 4.000 | 123,41 | 108,603 |
Huawei Mate 30 Pro | 158,1 | 73,1 | 8,8 | 198 | 6,53 | 4.500 | 115,57 | 101,7 |
iPhone 11 Pro Max | 158 | 77,8 | 8,1 | 226 | 6,5 | 3.969 | 122,92 | 99,57 |
Pixel 4 XL | 160 | 75,1 | 8,2 | 193 | 6,3 | 3.700 | 120,46 | 98,78 |
LG V60 ThinQ | 169,4 | 77,7 | 8,9 | 219 | 6,8 | 5.000 | 131,62 | 117,15 |
OPPO Reno 10x Zoom | 162 | 77,2 | 9,3 | 210 | 6,6 | 4.065 | 125,07 | 116,31 |
Sony Xperia 1 II | 165,1 | 71,1 | 7,6 | 181,4 | 6,5 | 4.000 | 117,39 | 89,21 |
Xiaomi Mi Note 10 | 157,8 | 74,2 | 9,67 | 208 | 6,47 | 5.600 | 117,09 | 113,22 |
En general, nos parece un móvil cómodo aún con su volumen, que como decimos encaja en la línea actual. Además, no resbala y el policarbonato parece resistente, aunque luego hablaremos de la posición del lector de huellas lateral y del contrasentido de que una buena ubicación y un buen funcionamiento a veces sean “una pega”.
Pantalla: una evolución manteniendo el ADN IPS
Aunque no parezca, aún le queda al OLED para ganarle la batalla al IPS en el mercado de los smartphones. Vemos panel IPS aún en la mayoría de terminales de 2019 y los que llevamos de 2020, con ejemplos como el reciente Nokia 5.3 5G y el resto de Realme 6, con el matiz de que normalmente esto queda relegado a gamas medias o de entrada y no a la alta gama, salvo excepciones contadas como el iPhone 11.
De este modo, siguiendo la estela del Realme 5 y el resto de móviles de esta familia, el Realme 6 también incorpora una pantalla IPS, tratándose de un panel de 6,5 pulgadas con resolución FullHD+ (de 1.080 x 2.400 píxeles). Aunque uno de los puntos a destacar es que incorpora la posibilidad de aumentar la tasa de refresco hasta 90 hercios.
Algo que tiene su apartado de configuración en los ajustes de pantalla, que detallaremos algo más adelante. Pero nos ha gustado mucho que el usuario sea quien elija el refresco deseado o bien dejarlo en automático para que sea el sistema el que lo ajuste.
De las ventajas (y desventajas) teóricas de una mayor tasa de refresco hemos hablando a fondo anteriormente, ¿se notan éstas en el Realme 6? La verdad es que se nota poco en comparación a la diferencia que se observa con los 120 Hz (ayudado por un software pesado), pero sí podemos ver scrolls más fluidos y ligera mejora en juegos que soportan 90 Hz como ‘SonicDash’ o ‘Vainglory’, pero en todo caso es una mejora que conviene estandarizar de cara a que esté presente incluso con resoluciones más generales como ésta.
Hablando de este aspecto, con el FullHD+ tenemos una experiencia aceptable a nivel de nitidez. La densidad de píxeles es correcta, no para batir récords pero la suficiente como para ver bien todo tipo de contenidos en esta pantalla de 6,5 pulgadas.
Viene bien calibrada de fábrica y algo que puede parecernos una ventaja es que no peca de saturación. De hecho, en esos ajustes de pantalla que comentábamos podemos ajustar la temperatura gradualmente y dejarla en el punto que deseemos, y también activar el OSIE Vision Effect, en teoría para dar más viveza a los colores y más nitidez, pero que es imperceptible (o es que no funciona ni en vídeo ni en imagen estática).
El brillo máximo es más que suficiente cuanto más incide la luz (por suerte, lo hemos podido probar bajo el sol, porque vaya semanita de confinamiento y lluvia), de 480 nits según el fabricante. Aunque el brillo mínimo es demasiado potente en situaciones de luz muy baja y el ajuste automático es algo lento, podría mejorar para adaptarse más rápido ante un cambio de iluminación (y no es raro que nos toque ajustarlo manualmente).
La sensibilidad táctil del panel es correcta y también la experiencia a nivel de ángulos de visión. Los marcos permiten que se aproveche bastante bien el frontal (en 90,5% según Realme, 81,4% según GSM Arena) un aunque se noten y de hecho se agradece el panel sin curvas, así no hay toques accidentales de ningún tipo con los dedos de apoyo.
Eso sí, hay que apañar el doble toque para activar pantalla, dado que no funciona aunque se active esa función desde los ajustes. Sí que funciona y perfectamente la activación cuando levantamos el terminal, lo cual nos viene muy bien para el reconocimiento facial (después hablaremos de él).
Algo que también permite que ese porcentaje de aprovechamiento esté bastante bien es el optar por el agujero en pantalla, aunque otros móviles con notch logran mejores cifras (basándonos en el estándar de GSM Arena) como el Samsung Galaxy A50 (85,1%), si bien se mejora sobre el Realme 5 (82,7%). Eso sí, es un agujero grande y poco discreto, a diferencia del de móviles como el Samsung Galaxy Note 10 Lite (con un 86,6%).
Hablando de cómo se adapta la interfaz a este agujero, la barra de tareas alcanza una altura de unos 7,75 milímetros. Algo considerable teniendo en cuenta que la del S20 Ultra queda en unos 4,5 milímetros y la de los Galaxy Lite quedaba en unos 6 milímetros, igualando a la del Honor View30 Pro, lo cual traducido al uso significa que el texto de la barra de herramientas se pierde en la misma, desaprovechándose espacio y dando una sensación estética algo rara.
Rendimiento: de Snapdragon a MediaTek y 8 GB porque me tocan
En MediaTek también tienen sus procesadores “G”, letra que estamos viendo en los apellidos de los SoC para dar el matiz marketiniano para el gaming, dotando de éstos de alguna ventaja más a nivel de potencia y/o eficiencia para buscar dar una mejor experiencia en juegos y tareas pesadas. Una de las opciones de este fabricante es el Helio G90T que vemos en este Realme, con soporte a esos 64 megapíxeles de su cámara principal y viendo que se cambia así la jugada en relación a su antecesor, con un Snapdragon 665.
Como hemos recalcado al principio, de las dos versiones que existen a nivel de memoria RAM (6 y 8 GB) hemos probado la más potente, con 8 GB. Una memoria más que aceptable para un terminal de gama media que representa una apuesta modesta en otros aspectos, pero que a la hora de jugar cumple como el que más.
El móvil no da ningún tipo de problema o error al estar jugando o haciendo alguna tarea más exigente, sin lag apreciable y con buen desempeño de las transiciones (en cualquiera de las frecuencias). Y algo que nos ha gustado bastante es que no se calienta apenas tras un rato de uso: se nota cierto aumento de calor, pero muy leve incluso si hemos estado jugando. Os mostramos las temperaturas detectadas, son relativamente bajas y la diferencia entre la tomada en reposo y la registrada tras el juego es muy poca.
Para quienes prestáis atención a los benchmarks, os dejamos la habitual comparativa de resultado en los tests que solemos pasar.
Realme 6 |
Realme X2 |
Xiaomi Mi Note 10 |
Samsung Galaxy A70 |
Motorola One Vision |
Huawei P Smart 2019 |
|
---|---|---|---|---|---|---|
PROCESADOR |
MediaTek 90G |
Snapdragon 730G |
Snapdragon 730G |
Snapdragon 675 |
Exynos 9609 |
Kirin 710 |
RAM |
8 GB |
6 GB |
6 GB |
4 GB |
4 GB |
|
ANTUTU |
289.133 |
461.370 |
253.660 |
170.567 |
136.111 |
130.026 |
GEEKBENCH |
512 / 1.670 (5.0) |
677 / 2.577 (5.0) |
539 / 1.715 (5.0) |
2.363 / 6.390 |
1.507 / 4.934 |
1.531 / 5.149 |
PC MARK WORK |
10.840 |
12.586 |
7.473 |
8.889 |
6.812 |
5.853 |
3D MARK(SLING SHOT) |
3.145 |
3.428 |
Software: las ventajas de la personalización se mezclan con los deberes por hacer con Realme UI
Estamos viendo como varios fabricantes van especializando sus capas de personalización para que las distintas submarcas tengan la suya propia, aunque sea sólo por la nomenclatura. Lo vimos con Honor y Huawei, con EMUI y Magic UI y lo hemos visto también con OPPO y Realme, de modo que los primeros se quedan con Color OS y los segundos con Realme UI. Así, en este móvil vemos Android 10 con lo que pasó a ser la versión 1.0 de Realme UI.
La capa tiene bastantes opciones para personalizar el aspecto del escritorio. De hecho, ya en la primera carga del sistema nos ofrece la posibilidad de personalizar la forma y aspecto de los iconos de las apps, lo cual quizás agrade a quienes acostumbren a buscar launchers o temas en este sentido.
Dado que en general hemos visto que varios de los fabricantes han disminuido la cantidad de apps preinstaladas (al menos en sus versiones globales), ahora llama más la atención cuándo una capa lo añade algo más. Es el caso de Realme UI, en la que vemos unas pocas apps de terceros además de las utilidades propias y las de Google. Pero podremos eliminarlas, aunque puede que en el caso de las de Google nos vuelvan a aparecer automáticamente al actualizarse sin que demos permiso.
En cuanto a los ajustes, el menú es bastante deductivo aunque incorpora opciones algo distintas a las habituales. No obstante, si no encontramos alguno de los apartados más corrientes el buscador funciona muy bien.
Ya hemos hablado de los ajustes de pantalla. Ahí encontraremos todo lo relacionado con configurar la misma y además opciones como el modo oscuro, que se aplica a todas las interfaces del sistema y a las de las apps compatibles.
En los de pantalla de inicio encontraremos la posibilidad de organizar las apps en un solo escritorio así como la cuadrícula y la velocidad de las animaciones. No hay pantalla ambiente, pero está el escritorio accesorio que viene activado por defecto (llamado "Asistente inteligente" y que se trata de una pestaña a la izquierda del escritorio para accesos rápidos (se puede desactivar).
Es algo que encontramos en uno de los apartados más específicos, el de "Servicios inteligentes", que además incorpora un modo de conducción inteligente que permite aplicar una configuración determinada para las notificaciones. Éstas además también tienen su propia sección, pudiendo ajustar aspectos como que se muestre el porcentaje de batería o cómo se comportan las notificaciones y la pantalla cuando las mismas llegan.
En “Herramientas de conveniencia” se encuentran las opciones de navegación, las cuales son muy completas y permiten personalizarlas y aprovechar mejor la pantalla por parte de la interfaz. Aquí muy bien, dado que incluso podemos elegir el tipo de gesto y que no se vea nada en la pantalla.
También podemos activar o desactivar la barra lateral de accesos rápidos que aparece activada a la dicha de fábrica. Es bastante parecida a la idea de la pestaña edge de Samsung, aunque más pequeña y con menos opciones.
De las opciones para la batería y el sonido hablaremos más adelante en su correspondiente sección. Lo que también encontramos entre las funciones propias es el “Espacio de juegos” y las opciones de “Bienestar digital”.
Las opciones automáticas para juegos no son muchas, pudiendo elegir su activación y entre tres modos (competición, mayor consumo, equilibrado y ahorro energético). En cada uno podremos gestionar como queramos la permisividad de llamadas y notificaciones.
Como suele pasar, no se nota demasiado el tenerlo o no activado (salvo por el bloqueo de notificaciones). Nos convendrá sobre todo porque prioriza la red para la partida, y en cada caso veremos que al iniciar el juego nos indica qué configuración está activada.
En Bienestar digital vemos la interfaz habitual y opciones para poder establecernos limitaciones de uso, ya sea por app, por tiempo o con alguno de los modos predefinidos. Es donde encontramos también la configuración del control parental.
Al final, Realme UI V 1.0 es una capa de personalización tan completa como incisiva en la estética de su interfaz. Da muchas opciones que podemos o no mantener, y no satura con demasiadas notificaciones o elementos automáticos, que es algo positivo sobre todo para usuarios nuevos.
Lo negativo es que es algo inestable. Si bien no vemos lag o parones si es relativamente habitual que se cierren apps, incluso propias como la cámara. Además, como hemos comentado hay funciones que no se activan con relación a la pantalla, algo que no parece debido al hardware dado que en el resto de aspectos la sensibilidad táctil es correcta.
Biometría
El Realme 6 dispone de reconocimiento facial 2D en su cámara incrustada en la pantalla, acompañado de la lectura de huellas por parte del sensor en el lateral. No hay que renunciar pues a ninguno de los sistemas de moda para desbloquear el terminal, añadidos a los tradicionales.
Antes, al hablar del diseño y de la ubicación del lector de huellas, hemos anticipado que esto podía ser tanto positivo como negativo. El motivo es que la combinación de que sea muy sensible y eficaz con que caiga tan céntrico y alcanzable en el borde, hace que haya bastantes desbloqueos accidentales al tan sólo disponerse a agarrar el móvil.
Tal vez lo recomendable es añadir sólo las mínimas huellas para evitar esto en la medida de lo posible hasta que adaptemos nuestro agarre, pero lo importante es que la lectura es eficaz y rápida. El sensor no es exigente en cuanto al área de apoyo y normalmente nos reconocerá la huella y desbloqueará el sistema.
Es además (en nuestra opinión) una buena decisión el haber optado por un lector físico tan eficaz en vez de uno de pantalla que quizás no hubiese sido tan bueno (algo que no es demasiado extraño en los gama media más económicos o básicos). Además, está bien encajado en un borde que, a favor de esto, es relativamente grueso.
En cuanto al reconocimiento facial, funciona bastante bien en general, incluso pillando de camino al movimiento de colocarnos el móvil enfrente. Es muy rápido, rapidísimo, por lo que puede ser nuestro método único si lo preferimos al lector de huellas.
Podemos configurar que se abra directamente la pantalla de inicio o bien que quede la de bloqueo, así como que pueda usarse para apps. También hay opción de que se potencie el brillo o de que no reconozca rostros con ojos cerrados, para mayor seguridad. No funcionará en la oscuridad salvo que activemos esta potenciación del brillo, solucionando así que pueda dar algún fallo en baja luz.
Cámaras: un gran angular al que aún le queda para ser más "ultra"
Una de las evoluciones con respecto al Realme 5 está en la configuración de cámaras. En ese módulo trasero en vertical vemos cuatro cámaras, prescindiendo de teleobjetivo y apostando por el macro, el ultra gran angular y un sensor de profundidad, quedando del siguiente modo:
- Cámara principal con sensor de 64 megápixeles de 1/1,72 pulgadas (píxeles de 0,8 µm) con lente de apertura f/1.8.
- Ultra gran angular con sensor de 8 megapíxeles de 1/4 pulgadas (píxeles de 1,12 µm) y lente con apertura f/2.3.
- Macro con apertura f/2.4 y focal de 22 milímetros con sensor de 2 megapíxeles de 1/5 pulgadas (píxeles de 1,7 5µm).
- Sensor monocromo de 2 megapíxeles de profundidad con lente con apertura f/2.4.
La cámara frontal, por su parte, incorpora un sensor de 16 megapíxeles de 1/3,1 pulgadas (píxeles de 1 µm) y lente con apertura f/2.0. En cuanto a vídeo, la cámara trasera puede grabar en 4K y hay estabilización electrónica. Pero mejor pasemos primero por la app para ver qué tal se gestiona todo esto a nivel de experiencia de usuario.
App de cámara
Interfaz tan clásica como útil la de la app de cámara de Realme UI. Dispone de una interfaz de navegación por pestañas entre las que vemos la del modo automático, video, retrato, noche, 64 megapíxeles y "más".
No podemos editar pestañas, de modo que si queremos activar la cámara lenta, el modo Pro, el time-lapse, la panorámica o el modo macro tendremos que irnos a "más". Encontraremos accesos directos según en qué modo tengamos activo, hallando los correspondientes al HDR, Belleza, flash, filtros, ajustes y el modo de "potenciación cromática" en el automático.
Ahí también vernos el habitual deslizador para cambiar al gran angular y activa los zoom (digitales), y en el retrato aparece la posibilidad de ajustar el desenfoque. Lo veremos en vídeo, pero al grabar no podremos pasar de una lente a otra en la misma toma.
El menú de ajustes propios es bastante básico, pero suficiente. Será necesario ir hasta el mismo para configurar la calidad del video, pero no para dejar el HDR en manual o automático.
Posteriormente hablaremos del desempeño de cada modo, pero podemos anticipar las posibilidades del disparo con / cada uno. El HDR no está disponible que los 64 megapíxeles o el retrato, el modo noche es de los automáticos, con exposición extendida (sin llegar a ser larga como en Huawei o los Pixel) y el modo Pro es completo, sin recortar funciones.
La app va bien en general, pero esporádicamente sufre esos cierres que puntualmente ocurren en días apps al menos en la actual versión del sistema. otro fallo reseñable y que convendría corregir es que no funciona bien la previsualización del modo Pro: veremos que, independientemente de que ISO o velocidad de obturación ajustemos, podemos verlo demasiado oscuro no fiel a la realidad.
Cámaras traseras
En exteriores y con luz favorable el Realme se defiende bien en su modo automático (y el pixel binning y sus fotos a 16 megapíxeles). Vemos colores ligeramente saturados pero dentro de un intervalo de realismo aceptable y que incluso podrá gustar.
El detalle se mantiene en el primer plano y los más secundarios dentro de lo esperado, sobre todo en días soleados o interiores con muy buena iluminación. Veremos que en días nublados también da buenas fotografías, viendo que su punto flaco son los interiores poco iluminados.
En interiores y exteriores con luz poco favorable (como son buen ejemplo días nublados) es cuando más veremos que le cuesta sacar un buen resultado. Veremos que en interiores con poca luz pierde detalle y hay demasiado contraste, pero no hay ruido y en exteriores pese a la dificultad salva bien el resultado incluso en el zoom.
El HDR no es para nada agresivo, lo cual es positivo y no tanto en cuanto a recuperar rango dinámico e información de iluminaciones y sombras cuando hablamos de tomas diurnas. Ahí no veremos apenas cambios, pero sí favorece al disparo nocturno hablando del automático, dado que sí interpreta mejor las sombras y recupera algo de rango dinámico.
De noche las tomas son aceptables, viendo que no hay una pérdida de detalle llamativa o fuera de lo que cabría esperar (hablando de la lente estándar). Veremos que puede haber algo de exceso de contraste, pero tampoco estropea del todo la calidad de la fotografía cuando esto ocurre.
El modo noche intenta mejorar el resultado del automático reduciendo la ISO en la mayoría de los casos y así logrando apenas algo menos de ruido, pero el detalle y el contraste se mantienen sin apenas cambios, logrando quizás alguna mejora en el balance de blancos automático. No es una larga exposición como en otros modos noche más completos, pero puede ser de ayuda si vemos que la luz es algo más escasa.
Los 64 megapíxeles son, como decíamos, un modo separado. El disparo siempre será algo más lento y no podremos recurrir al HDR, pero a favor obtendremos imágenes que pierden menos al recorte que disparando a 16 megapíxeles, pero a grandes rasgos no hay mucha diferencia en el detalle o la definición si no vamos a necesitar una foto más grande para imprimir o tomar, como decimos, un recorte.
Los zoom disponibles (digitales, no hay teleobjetivo) dan un resultado aceptable, sin alardes, sobre todo los 2x. En los 5x podremos ver que si la situación a nivel de luz es más exigente puede darnos contornos demasiado exagerados, probablemente como resultado de un procesado un tanto demasiado agresivo.
El gran angular de día también suele dar buen resultado, sin deformar en exceso en los bordes (esto, de hecho, está bien corregido) aunque con menor detalle que la estándar. Veremos que hay una ligera pérdida de viveza en los colores con respecto a la cámara principal, pero tampoco es demasiado exagerado y se puede arreglar aumentado ligeramente la saturación.
El drama puede venir de noche. Es mucho mejor no tirar de este objetivo en una situación nocturna aunque con buena iluminación, la toma tiene una calidad media-baja y no está a la altura de lo que hemos visto en los grandes angulares de la gama media previa.
El objetivo macro nos va a permitir acercarnos mucho más en las fotografías de este tipo. Da buen resultado, aunque no escapa a la dificultad de sacar una buena foto con luz menos favorable y veremos que ahí hay menos detalle, pero en general da el resultado esperado.
La función de potenciación cromática es poco perceptible en la mayoría de escenarios que hemos probado. Quizás convenga ir probando por ver si nos convence más en alguna situación, pero intentando probar en objetos con colores y luz abundante no nos ha parecido que haya demasiado cambio.
Hablando del modo retrato, veremos que el desenfoque da es bastante plano y artificial, si bien cuando hay contraste entre elemento principal y fondo el recorte es bueno, sobre todo si los contornos no lo ponen difícil. Actuará con todo tipo de ítems, sean o no una persona.
Lo único que ocurre es que es muy complicado hacerlo funcionar. Es muy inestable y no deja nunca claro cuándo nos hemos de acercar o cuándo hay que alejarse, ya que la indicación podrá ir cambiando incluso aunque nosotros no nos movamos. Esto tiene mucho margen de mejora y debería arreglarse, dado que parece un problema de estabilidad de la app con este modo.
Cámara frontal
Por su parte, la cámara frontal hace un buen trabajo en su modo automático. Veremos que como ocurre con las traseras (y en general) en situaciones más complicadas habrá algo de pérdida de detalle, pero bajo lo previsto en un móvil de estas características y sin exagerar contraste y otros eventos que vemos a veces en días nublados, detectando que el rostro podrá tener menos detalles.
En interiores poco iluminados (o de noche con iluminación artificial) veremos que la calidad del resultado baja más, pero tampoco llega a sorprender. Más ruido y mucho menos detalle, sobre todo si hay movimiento (al ser tomas más lentas).
El modo retrato es bastante permisivo y actúa siempre, eso sí, variando el resultado. El primer plano se salva bien, teniendo problemas en los contornos cuando hablamos del pelo (sobre todo en movimiento), dejando un fondo muy plano.
Vídeo
Nos hubiese gustado probar algo más éste y el resto de aspectos de las cámaras del Realme 6, pero la situación de cuarentena y la coincidencia con unas condiciones climatológicas algo desfavorables durante semanas no hay ayudado. No obstante, como en fotografía os mostramos pruebas en todas las situaciones que hemos podido.
Vemos que en el vídeo hay bastante diferencia con las tomas 4K y 1080p sobre todo en dichas condiciones poco favorables. Veremos que en el primer caso el detalle es bastante mayor, como cabría pensar, aunque a 1080p obtenemos tomas muy decentes con luz favorable.
Podremos hacer zoom si grabamos con la lente estándar, siendo un salto relativamente fluido (teniendo en cuenta que es todo digital, no hay cambio de lente). Podremos grabar en gran angular, pero en la misma toma no podremos pasar al objetivo principal.
Hablando del gran angular, aquí la calidad desciende bastante, más incluso que hablando de fotografía. El detalle se pierde más de lo esperado en condiciones ligeramente más complicadas, así como esa menor vividez que ya decíamos en la fotografías.
No hay estabilización óptica y se nota, sobre todo si le buscamos las cosquillas al gran angular. Aquí notaremos que la imagen se deforma bastante si por ejemplo grabamos mientras caminamos.
De noche evidentemente veremos cómo hay algo de ruido si comparamos con las tomas de día, pero así y todo la calidad es aceptable con la lente estándar. La captura del audio también es muy decente, sin que se vea tapado el micro ni haya artefactos.
En cuanto a la cámara frontal, como es de esperar se ve muy favorecida por la luz abundante y natural. Ahí mantiene muy bien la paleta de colores, con tomas bien defendidas en 1080p a nivel de nitidez, contraste y tonos.
En interiores y de noche sufre un poco más, pero incluso en el segundo caso no da malas tomas. Sobre todo, y como ocurre con las traseras y ésta en fotografía, es en interiores poco iluminados o de noche cuando veremos acuarelas y más ruido.
Autonomía: el aliciente de una carga rapidísima a una batería que cumple
El Realme 6 no batía récord en capacidad de batería, pero sobre el papel 4.500 mAh no son ni mucho menos nada despreciables. Hay aspectos interesantes además de cara el consumo a tener en cuenta: ajustes de software como los modos de ahorro o el modo otro y, por otro lado, los 90 Hz.
Hemos alternado la configuración de la tasa de refresco, configurándola en 60 ó 90 hercios en cada carga para que así viésemos una media compensada y las diferencias entre una y otra a nivel de consumo. Los números que quedan con esto son de una media de más de un día (unas 31 horas) con unas 7:30 horas de pantalla.
La diferencia siempre la condicionará el uso; independientemente de que establezcamos una u otra tasa de refresco, evidentemente dependerá de si lo usamos más o menos y si las apps son más exigentes (como juegos o cámara) a nivel energético (también el tipo de conectividad, etc.). Según nuestra experiencia con 60 Hz se logra pasar sobradamente el día, llegando a más de 1 día y 15 horas con una sola carga, y con 90 Hz tiende a quedarse en unas 22-23 horas con un uso similar.
Hablando de la carga, con el cargador incluido en el pack se logra obtener un 50% de la carga en unos 22 minutos y completarla en aproximadamente 1 hora. Una cifra que no está nada mal y que nos asegura una jornada de actividad con tan sólo una hora al enchufe.
Veremos que hay algunos ajustes disponibles para intentar preservar de manera pasiva la autonomía. El sistema "detecta problemas", hablando de apps que mantienen su actividad en segundo plano y pueden suponer un mayor consumo puede que sin que el usuario sea consciente. Eso sí, si sí lo somos no podremos desactivar esos avisos aunque los hayamos consultado.
Sonido: lo justo para aprobar
Cuando se trata de luchar por la mejor relación calidad-precio intentando sobre todo ajustar lo segundo, suele haber alguna parte que queda más atrás en las mejoras con respecto a otras y no es raro que esto ocurra con el sonido hablando de gamas medias y de entrada. En este caso, tenemos un sonido con salida mono apoyado por el jack de 3,5 milímetros.
La salida de audio por el altavoz es de calidad media, más bien justa con respecto a lo esperado. El rango dinámico es muy estrecho y se echa en falta unos bajos más potenciados. Siempre será mucho mejor mantenerlo en el 70% del volumen o por debajo, llegando a los 114 decibelios (justo a la salida del altavoz, quedando en unos 80 ambientales) si lo aumentamos hasta lo máximo, lo cual es bastante alto, pero la calidad se pierde en exceso.
Los auriculares son una buena alternativa para tener una ligera mejora por lo que conlleva per se esta escucha con respecto a la del altavoz (más aislamiento, más directo). No logra ser un sonido envolvente, siendo bastante plano, pero podemos mejorar algo gracias al ecualizador.
Eso sí, la mejora de fábrica que se propone con el Real HD Sound en realidad no nos parece tal. En nuestro caso, hemos desactivado esto cuando hemos usado auriculares porque hemos notado un sonido con mayor matiz, aunque cierto es que con el HDR hay algo más de nitidez.
Realme 6, la opinión de Xataka
El Realme 6 se ajusta bastante bien a lo que ha de presentar un móvil de gama media completo y con precio ajustado. Sin aires de grandeza o de colarse en la que a veces se tilda de "gama media premium", este móvil proporciona cierta versatilidad fotográfico con un rendimiento ajustado y un software completo, aunque con deberes.
El diseño mantiene las líneas de diseño con respecto a lo anterior y a otros móviles de la marca, probablemente ateniéndose a unas tendencias en la demanda que parecen favorecer que las traseras sean bastante parecidas. Esta vez han querido ir más allá con un agujero para la cámara frontal, aunque esta aproximación puede mejorar algo más teniendo en cuenta resultados como los que hemos visto en Samsung.
Al final es un móvil completo que no queda en sencillo, con hasta 8 GB de RAM que no está nada mal para un gama media. La tasa de refresco de 90 Hz es también un buen aliciente en una pantalla que cumple como debe, dando una fluidez en juego y scrolls que bastantes usuarios podrán valorar.
La cámara cumple de manera aceptable, sin estar muy claro que pueda quedar por encima de la competencia sobre todo en gran angular, resultados en interiores y en un zoom que no acompaña en la óptica. La clave estará en si el precio acaba siendo competitivo en el escaparate de la gama media de este año año que una vez más parece venir bien cargado.
8.3
A favor
- Los 90 Hz le sientan muy bien a una pantalla FullHD+ bastante despejada, especialmente acompañado de muchas opciones de configuración de la misma.
- La autonomía es satisfactoria teniendo en cuenta los 90 Hz y la carga rápida lo es, en efecto.
- Los 8 GB de RAM son una buena decisión para acompañar a este procesador.
En contra
- El gran angular no está a la altura, y da la impresión de que con todo el hardware y las ópticas podría haberse logrado mayor calidad.
- Realme OS es una capa muy completa, pero hay algunos fallos a corregir.
El terminal ha sido cedido para el análisis por parte de Realme. Puedes consultar nuestra política de relaciones con empresas.
Realme 6, Blanco, 128 GB, 8 GB, 6,5 pulgadas
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