Las dos principales consolas de la actual generación, Xbox One y PlayStation 4, se presentaron inicialmente durante 2013 con el negro como color principal. Algunos detalles también estuvieron disponibles desde el primer momento con otras tonalidades, pero el cuerpo principal de ambos cacharros se ha mantenido siempre igual. Hasta ahora.
Tanto PS4 como Xbox One tendrán sus ediciones blancas durante este año. La de Sony lo hará bajo una edición especial junto con Destiny y su blanco glaciar; por su parte, la de Microsoft en blanco aún no es oficial, aunque ya ha aparecido en algunas tiendas online: sí, Xbox One terminará llegando en blanco, y casi coincidiendo en tiempo con su compañera y contrincante de batallas.
En el caso de la Xbox One blanca os sonará porque surgió como una edición especial para empleados de Microsoft. Ahora se abriría al público y, como la PS4, también con una edición especial junto con Sunset Overdrive, una exclusividad para las de Microsoft que se especula con que vaya a lanzarse al mercado a finales de octubre. Lo lógico es que el bundle de la Xbox One blanca y Sunset Overdrive también empiece a venderse en esas fechas, claro.
Jugando al ajedrez: negras o blancas, tú elijes
Suele ser muy habitual que las consolas de escritorio se presenten primero en color negro con las salvedades de Nintendo, cuya Wii empezó vendiéndose sólo en blanco, y la Wii U en ambos colores. Tanto Microsoft como Sony han tenido affaires tanto con negro como con blanco, dependiendo del modelo con mayor o menor importancia de uno u otro.
Evidentemente el color de una videoconsola no afecta en absoluto a su rendimiento, pero también es cierto que el blanco suele ser un color muy requerido por los usuarios de tecnología, generalmente por una mera cuestión estética. En el pasado también hemos visto, incluso, ediciones especiales mucho más llamativas que los planos negro o blanco, y seguramente éstas también terminen llegando al mercado tarde o temprano.
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