En aspectos de electrónica generalmente hemos mirado a la producción de ordenadores y teléfonos como principales responsables de los cambios en la industria. Sin embargo, cada vez los vehículos eléctricos tienen más presencia e influencia. Vimos cómo recientemente su producción se vio afectada por la oferta de procesadores y ahora es el preciado cobalto el que se ve afectado y afecta directamente a los vehículos eléctricos. La demanda por parte de estos ha provocado que su precio aumente de forma considerable este año.
Según indica WSJ, el precio del cobalto se ha disparado desde principios de este año. La razón principal apunta a ser la demanda por parte de los fabricantes de vehículos eléctricos. Este metal es uno de los principales utilizados a la hora de fabricar baterías para vehículos eléctricos y la creciente demanda no hace más que subir su precio.
El cobalto sirve como estabilizador en la baterías. Gracias a sus propiedades sirve para proteger el cátodo de las baterías y así evitar accidentes que provoquen incendios o explosiones. Si bien se están desarrollando alternativas que eviten utilizar este metal por sus efectos contaminantes, a día de hoy sigue siendo prácticamente esencial para fabricar una batería para vehículos eléctricos en condiciones.
Si bien este aumento del 20% puede parecer alto, no se acerca para nada a las exageradas cifras que alcanzó en 2017 y 2018, cuando era realmente un gran problema. Unos tres años atrás y con un gran interés por los vehículos eléctricos el precio del cobalto subió a máximos históricos. Para 2019 sin embargo ya bajó de nuevo para estabilizarse una vez pasó la "primera fiebre" por los vehículos eléctricos. Actualmente se encuentra cerca de los 40.000 dólares por tonelada, llegó a estar en unos 90.000 dólares.
Pocos proveedores, mucha demanda y creciente presión
¿Qué está provocando que su precio aumente de nuevo? Son una serie de factores los que impactan directamente en el precio del cobalto. Dado que las baterías para vehículos eléctricos son las que más cantidad de cobalto requieren, son los propios fabricante de vehículos eléctricos y baterías los que más influyen en el precio. Y todo lo que les rodea.
La industria de los vehículos eléctricos está en pleno auge y por lo tanto la demanda de cobalto también. A esto hay que sumarle los pocos lugares del mundo que proveen de cobalto desde sus minas. Sudáfrica y República Democrática del Congo son los más relevantes. El primero de ellos ha implementando fuertes restricciones debido a la pandemia por COVID-19, por lo que la extracción se ha visto reducida en los últimos meses. El segundo de ellos tiene una fuerte presencia de China en el control de las minas (alrededor del 40%), lo que hace que en muchas ocasiones se le de prioridad a fabricantes chinos para adquirir el preciado metal.
Finalmente, es destacable el hecho de que diferentes iniciativas a nivel global están impulsando el uso de energías limpias. Países como China, Japón, Estados Unidos o muchos de Europa están impulsando el uso de los coches eléctricos y a menudo han puesto fechas límite para acabar con los de combustión. Esto no hace más que aumentar la demanda de cobalto y a su vez de su precio.
Opciones para no depender del cobalto
A pesar de todo, el cobalto apunta a tener los días contados en las baterías de vehículos eléctricos. Diferentes fabricantes están buscando alternativas para no depender de él y a su vez hacer baterías más respetuosas con el medio ambiente.
Uno de los más relevantes en este aspecto es el fabricante asiático CATL y sus futuras baterías libres de cobalto. Tesla por su parte ya se ha propuesto eliminar el cobalto de sus baterías. También hay quien está probando con el platino como alternativa. IBM también ha hecho experimentos.
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