Desde verano de 2022, los fans de 'Stranger Things' saben que habría quinta temporada, pero la fecha no se había determinado aún. Estaba en marcha, tras las huelgas de actores y guionistas se sabía que el reparto había empezado con los ensayos, pero no había un momento de estreno determinado. Ya sabemos que será en 2025, o al menos eso se infiere de su ausencia en la lista de estrenos de la plataforma para este año (tal y como sucede con 'Miércoles').
Encontramos en estas ausencias un curioso paralelismo con Disney, que no va a estrenar apenas películas de Marvel este año, tan solo 'Deadpool 3'. Es cierto que es una película importante (pertenece a una franquicia de éxito y sin funciona pondrá en marcha una de las joyas de la corona de la casa: los X-Men), pero el MCU queda en un hiato temporal hasta que se retome la narrativa múltiple propia de las películas de superhéroes de la casa. ¿Los motivos? De nuevo, el efecto de las huelgas, y cierto cansancio que ha llevado al tropiezo en taquilla de películas como 'The Marvels'.
Netflix podría estar en una situación similar: situaciones externas e internas le llevarán a no estrenar en los próximos meses dos de sus propiedades más potentes. Recordemos que 'Miércoles' es la serie más vista de su historia en inglés, seguida de la cuarta temporada de Stranger Things. La tercera de esta misma serie también figura en el Top 10 de lo más visto en la plataforma en toda su historia.
¿Es eso un problema para la plataforma? En absoluto, porque no solo tiene material en abundancia, sino que también tiene franquicias propias de sobra: este año estrenará la esperadísima segunda temporada de 'El juego del calamar', por ejemplo. 'El problema de los tres cuerpos' es un éxito garantizado. La saga 'Monstruos' de Ryan Murphy prosigue (recordemos el notorio éxito de la primera temporada, 'Dahmer'). Y habrá secuela de 'Rebel Moon'. Más todos los éxitos que se encuentre por el camino, que sabemos que en eso es experta Netflix, a veces incluso para su propia sorpresa.
Y no solo eso: la plataforma ha descubierto (sus cifras de 2023 lo corroboran) que ya no es tan prioritario que su catálogo rebose contenido propio y exclusivo: las licencias son un arma para conseguir audiencia tan válida como cualquier otra, y además tiene dos ventajas. Por una parte, son perfectas para años de sequía de contenido original como este. Y por otra, son un paso más en la consagración como plataforma total, una que aglutine una selección de contenido no solo propio, sino de la competencia también. Los compartimentos ya no son estancos.
2024 puede ser un año peliagudo en términos de cantidad de material para Netflix, pero eso también puede tener un segundo efecto muy bienvenido: que en la cabeza del espectador, desaparezca la imagen de Netflix como un camión volquete donde la cantidad está por encima de la calidad. 'Stranger Things', 'Miércoles' y sus brutales cifras de audiencia pueden esperar.
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