"Lo de la neutralidad de la red se lo han inventado los que no tienen neutralidad". Así se las gastaba César Alierta en 2014 cuando exigía a la Unión Europea que regulase a las grandes tecnológicas y les obligase a pagar una comisión especial por el uso de sus redes.
El debate parecía haber quedado en tierra de nadie todos estos años, pero la Unión Europea lo ha recuperado ahora. Magrethe Vestager indicaba este lunes que gigantes como Google, Meta o Netflix quizás deberían sufragar parte de los costes de las redes de telecomunicaciones europeas.
La sugerencia: una contribución de 20.000 millones de euros
"Creo que hay un problema que deberíamos considerar con mucho cuidado, y ese es el problema de una contribución justa a las redes de telecomunicaciones", comentaba Vestager en una rueda de prensa.
La máxima responsable de la UE en este ámbito digital explicaba que hay empresas que generan un montón de tráfico que potencia y beneficia sus negocios, pero esas empresas no aportan nada en ese sentido. "No están contribuyendo a habilitar las inversiones para el despliegue de esa conectividad".
Vestager añadía que la UE está valorando cómo podrían contribuir en ese sentido. Según un estudio de la consultora ETNO, empresas como Meta, Alphabet, Apple, Amazon, Netflix y Microsoft representaron el 56% del tráfico de datos global en 2021.
En dicho estudio se sugería una contribución anual de 20.000 millones de euros para contribuir a los costes de despliegue y mantenimiento de las redes.
Eso permitiría impulsar estas infraestructuras, pero Vestager también se quejó de que los argumentos que esgrimen las operadoras —"como que necesitan escalar para poder invertir más en redes"— no son especialmente convincentes.
Una guerra abierta desde hace años
Hace años que las operadoras de telecomunicaciones reclaman algo así —y alguna que otra cosa más— a las grandes tecnológicas. En 2015 Telefónica recibía multitud de quejas de sus clientes por el pobre rendimiento de Netflix.
Esta última reconocía tener problemas con Movistar —la situaba última en su particular ránking de operadoras—, pero no se firmó la paz hasta mayo de 2018, cuando ambas empresas echaban pelillos a la mar con una simbólica llamada de Reed Hastings a José María Álvarez-Pallete.
El presidente de Telefónica no obstante ha seguido mostrando su intención de seguir luchando porque las grandes tecnológicas ayuden a esas redes de las que tanto se aprovechan y en el MWC 2022 reclamaba que "no pedimos privilegios, sino justicia".
De hecho no era el único: ese evento sirvió para que Telefónica, Vodafone y Orange unieran fuerzas. Emitieron un comunicado conjunto en el que instaban a la Unión Europea a cambiar la normativa para obligar a las grandes plataformas digitales a invertir también en las redes de telecomunicaciones.
Esa petición era en realidad parte de una iniciativa común de las operadoras europeas. En noviembre de 2021 la European Telecommunications Network Operators' Association (ETNO) publicaba un comunicado conjunto que pedía esos mismos cambios en la regulación. La UE parece ahora estar tomando esa petición más en cuenta, pero queda por ver si se toman o no decisiones al respecto.
Imagen | Renew Europe
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