Meta apostó sus cartas al metaverso. Ahora sabe que ha llegado tarde al boom de la inteligencia artificial

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Puede que Mark Zuckerberg se equivocara aquel octubre de 2021. Fue entonces cuando decidió cambiar el nombre de Facebook a Meta como demostración clara de que el futuro de su empresa estaba en el metaverso. Ahora ya no está tan seguro, y la revolución de la inteligencia artificial ha hecho que al parecer al fin esté dándose cuenta de su potencial error. Ahora intenta recuperar terreno.

Nos tenemos que poner las pilas. A finales del verano pasado Mark Zuckerberg mantuvo una reunión de cinco horas con los principales directivos de la empresa. El objetivo, según el documento al que ha accedido Reuters, era averiguar qué capacidad de computación tenía la empresa de cara a impulsar el desarrollo de la inteligencia artificial.

Van a remolque. Los propios responsables de Meta saben que van por detrás en esta carrera. En el documento indicaban que "tenemos una laguna importante en nuestras herramientas, flujos de trabajo y procesos cuando se trata de desarrollar para la IA. Tenemos que invertir mucho en este ámbito".

4.000 millones más para recuperar el terreno. El problema ha hecho que Meta invierta mucho más en todos esos recursos en los últimos trimestres. Desde el segundo trimestre de 2022 se invierten unos 4.000 millones de dólares más de media por trimestre. En 2021 el gasto fue de 19.240 millones de dólares, pero en 2022 fue de 32.040 y se espera que se mantenga en ese último rango en 2023.

Los chips de Meta no sirven, necesita GPUs. Otro de los problemas a los que se enfrentó la empresa fue el de su uso de CPUs diseñadas por ellos mismos para el desarrollo de sus procesos de IA. En este ámbito es mucho más adecuado utilizar la capacidad y prestaciones de las tarjetas gráficas (GPUs), y la empresa se dio cuenta de que sus chips proios no podían competir con la potencia de las GPUs.

A comprar tarjetas a NVIDIA. Una de las fuentes consultadas por Reuters indicaba que cuando se dio cuenta del error, Meta canceló un proyecto de una larga implantación de esos chips de inferencia propios. En lugar de eso comenzaron a comprar tarjetas gráficas de NVIDIA por valor de "miles de millones de dólares". Esa inversión es esperable teniendo en cuenta que las tarjetas especializadas de NVIDIA cuestan varios miles de dólares.

Reajustes en los centros de datos. La infraestructura con la que contaba Meta en sus centros de datos no era adecuada para integrar todas estas GPUs, así que la empresa ha tenido que hacer cambios importantes. Por ejemplo, estos centros necesitaban entre 24 y 32 veces la capacidad de conectividad de red y también nuevos sistemas de refrigeración líquida.

Meta prepara su propia GPU para IA. No será una convencional como la que usamos para videojuegos, sino que estará íntegramente destinada al trabajo en procesos de IA. El proyecto, descubierto ahora, podría cristalizar en 2025.

ChatGPT lo cambió todo. Hasta que llegó ChatGPT la empresa dedicaba sus esfuerzos en este ámbito a su negocio publicitario o a los Reels. Habían investigado en el campo de las IAs generativas, pero el lanzamiento del chatbot de OpenAI tuvo un impacto notable en la estrategia de la empresa. Zuckerberg de hecho anunciaría la creación de un nuevo equipo de IA generativa en febrero para liderar en este ámbito.

LLaMA es solo el principio. Esos primeros esfuerzos cristalizaron en febrero con el lanzamiento de LLaMA, un modelo de lenguaje similar a ChatGPT pero de momento orientado a investigadores del campo de la IA. Andrew Bossworth, CTO de Meta, indicó hace unas semanas que la IA generativa era foco total para la empresa, y esperaba lanzar un producto al respecto este año.

Imagen: Wikimedia

En Xataka | Meta se ha gastado 13.000 millones en el metaverso. De momento parece una mala copia de Wii Sports

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