Las webs de las aerolíneas se han convertido en un campo de minas para el comprador. Y les están haciendo de oro

Viajar en avión se ha convertido en una condena que además nos obliga a pagar por todo tipo de extras

Lufthansa
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Volar se ha convertido en un lujo incómodo. Una forma de viajar que antes era aspiracional y que ahora la mayoría de la gente odia. Eso parece dar igual, porque en 2023 las aerolíneas han ganado más dinero que nunca. 

Récord de ingresos. Un estudio reciente de la consultora IdeaWorks y de la empresa de alquiler de coches CarTrawler revela que en 2023 las aerolíneas tendrán unos ingresos récord de 117.900 millones de dólares. Eso es un 7,7% más que el récord pre-pandemia: el mercado parece haberse recuperado a lo grande, especialmente para las aerolíneas, porque una cosa es cierta: pagamos (mucho) más por el aceite de oliva, por también por volar.

Cobrar extras por todo. Puede que volar se haya vuelto más competitivo en los precios base de algunos vuelos. Hay un motivo para ello, pero quienes mandan en las aerolíneas tienen claro que eso de los billetes a 10 euros se va a acabar. Se acabe o no, por el camino las aerolíneas han ido cobrándonos por todo tipo de extras, tales como elegir asiento o añadir equipaje. En la Eurocámara ya han dejado claro que las aerolíneas no pueden cobrar extras por el equipaje de mano, y en España ya hay una sentencia al respecto.

Viajar más tranquilo sale muy caro. En algunas aerolíneas como British Airways, Air France o KLM ya se ofrecen incluso "mejores" asientos en clase Business si se paga una cantidad adicional. Otras, como la operadora aérea turca Corendon Airlines, va más allá y ofrece una "zona libre de niños" en sus aviones si pagas un extra.

Patrones oscuros. Y si has tenido que comprar un billete de avión en los últimos tiempos, te habrás enfrentado a la condena de los patrones oscuros ('dark patterns'), esa técnica que trata de hacerte clicar allí donde no lo harías intencionadamente. Las aerolíneas —Ryanair es un ejemplo claro— nos ponen un montón de trampas para evitar contratar extras de todo tipo, y eso hace que el propio proceso de compra sea una pesadilla. Cuidado, señores de las aerolíneas, porque en España ya se está castigando esa práctica.

Compra o se va la oferta. Y por supuesto, uno de los mecanismos usados para hacernos pagar una cantidad adicional es acudir a nuestro sentido de la urgencia: si no compras ahora este asiento que te gusta, podría no estar disponible dentro de 10 minutos. A ello se unen los problemas para viajar en familia o en grupo y coger asientos juntos: las aerolíneas están usando algoritmos para separar esos asientos y forzarnos a pagar más.

Aerolíneas que nos ofrecen hoteles, coches y seguros. Y cada vez es más habitual querer coger un billete y encontrarnos con una serie de preguntas que nos invitan a resevar un hotel, alquilar un coche o coger un seguro de viaje. Las opciones son interesantes, pero al menos en el caso de los seguros los expertos advierten de que tengamos cuidado. Elad Schaffer, cofundador y CEO de Faye Travel Insurance, explicaba en Fast Company que "las pólizas contratadas a través de las compañías aéreas suelen tener importantes limitaciones de cobertura que los viajeros sólo descubren cuando las cosas se han torcido".

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