Stellantis ha sido una de las marcas más críticas con China y sus coches eléctricos. Ahora quiere aliarse con ellos

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China se ha convertido en el centro del coche eléctrico. En la piedra angular sobre la que gira todo. El país es decisivo en la compra, producción y distribución de este tipo de automóviles. Y, con el paso del tiempo, han conseguido que los fabricantes occidentales, por fin, les miren de igual a igual. E, incluso, busquen soluciones entre los fabricantes locales.

Hace poco más de un mes, una noticia hizo temblar la prensa europea del motor: Audi había cogido unas bolsas de casa y, ni corto ni perezoso, había ido al supermercado en busca de una plataforma para sus próximos coches eléctricos. El supermercado estaba en China.

Finalmente, Audi llegó a un acuerdo con SAIC, tradicional socio local de Volkswagen en China para tratar de solucionar el enorme colapso que el conglomerado automovilístico tiene en el desarrollo de sus plataformas y que ha terminó, entre otras razones, por provocar la salida de Herbert Diess como CEO.

El movimiento de los germanos en China no se quedó ahí y poco después supimos que Volkswagen también invertiría en XPeng para ofrecer un balón de oxígeno a la compañía y, a cambio, hacerse con parte de las acciones de la misma y un puesto en la junta directiva.

Han sido dos movimientos que siguen sorprendiendo pero que son muy lógicos si tenemos en cuenta el peso que China ha cogido en los últimos años en el coche eléctrico. Un peso que ha animado a numerosas marcas a emprender su aventura europea. La última en dar el paso en nuestro país ha sido Omoda.

Aventuras que desde Stellantis siempre han visto con desconfianza. El propio Carlos Tavares, CEO del enorme grupo automovilístico, se ha mostrado muy contrario a la entrada de los fabricantes chinos en el mercado europeo. Asegura que no compiten en igualdad de condiciones y, de hecho, algunas de sus demandas han sido escuchadas por Francia (con quienes mantiene una difícil relación) o las instituciones europeas.

Ahora, sin embargo, desde Stellantis miran con esperanza a China.

Jeep y RAM, a la aventura china

Como ya hiciera Volkswagen, Stellantis busca una solución en China para Jeep y RAM. Al menos, esto es lo que aseguran en Bloomberg, quienes recogen que el grupo de Carlos Tavares está sopesando posibles alianzas con fabricantes del país, como Leapmotor.

Stellantis ya cesó la producción de Jeep el año pasado en China con la bancarrota de la joint venture que tenía junto a Guangzhou Automobile Group (GAC). La caída de la empresa conjunta hizo que la firma estadounidense dejara a un lado su producción en el país asiático. Sólo en el segundo trimestre de 2022 habían perdido 297 millones de euros y sus ventas eran testimoniales.

La decisión de buscar un socio estratégico para Jeep y RAM en China está en sintonía con las decisiones que Carlos Tavares ya había anunciado para su estrategia en Asia. Cansado de los malos resultados, hace tiempo que expresó su intención de emprender una política de "activos ligeros" en China. Es decir, que el peso de la producción lo llevara otro y ellos se limitaran a ser meros inversores.

Menores inversiones y menor implicación también podría conllevar menores beneficios pero, desde luego, también un menor riesgo frente a los vaivenes del mercado, como el que ha sucedido en los últimos meses en China con la guerra de precios de sus coches eléctricos. Ya en julio, Carlos Tavares se reafirmaba en que su decisión de reducir su tamaño en China era la correcta.

Limitar los riesgos al mínimo y tratar de conseguir los mayores márgenes de beneficios posible es la gran bandera que hace tiempo que Tavares ondea. Por el camino no ha tenido reparos en tensar la cuerda hasta el extremo con los gobiernos de Francia o Canadá e, incluso, asegurar que si queremos coches eléctricos baratos será imposible fabricarlos en occidente.

De momento, no hay nada confirmado pero los rumores apuntan a que Leapmotor es la compañía mejor posicionada para ser el socio estratégico de Stellantis en China. La compañía ha recibido un importante impulso en sus acciones, con crecimientos por encima del 10% desde que se supo de la noticia.

Leapmotor es una de las empresas que prometen grandes productos en el coche eléctrico del futuro. En abril de 2022 ya presentaron el que debería ser el primer coche eléctrico del mundo con batería estructural. Es decir, que el propio chasis del vehículo son las baterías.

Además, a finales del año pasado también presentaron una hoja de ruta en la que se dibujaba la presentación de hasta ocho modelos antes de 2025. En Forococheseléctricos recogían que ya han recibido más de 1.600 millones de dólares en sucesivas rondas de financiación.

En Xataka | China ha devorado a Japón como el mayor exportador de automóviles del mundo. Su secreto: el coche eléctrico

Foto | Leapmotor

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