Pagar el doble por el mismo coche solo porque es eléctrico: el MG ZS evidencia el enorme sobrecoste

Pagar el doble por el mismo coche solo porque es eléctrico: el MG ZS evidencia el enorme sobrecoste
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En los últimos dos meses, un coche eléctrico puede presumir de haber centrado gran parte de las miradas. Y no lo ha hecho ni por su autonomía, ni por una batería descomunal, ni por su software, ni por sus pantallas... Lo ha hecho porque tiene una de las mejores cifras en uno de los problemas que más preocupan a los compradores: su precio. Sí, hablamos del MG 4 Electric.

Pero este coche eléctrico no es el único que MG tiene en venta en nuestro país. El MG ZS es uno de los coches más baratos que podemos encontrar en el mercado. Pero su versión eléctrica demuestra hasta qué punto el salto al coche a pilas eleva los precios hasta niveles insospechados. De hecho, cómo un vehículo, por el simple hecho de ser eléctrico, aumenta su factura hasta posicionarlo en mercados que no le corresponden.

El gran aliciente del MG 4 Electric era que su precio de salida se situaba en 28.280 euros que se puede quedar en 21.280 euros aquellos que accedan al Plan Moves III. Ahora mismo, incluso, se anuncia en 20.480 euros en su web con esta última ayuda. Sí es cierto que hay coches más baratos como el Dacia Spring, el Renault Twingo o el Smart Fortwo pero ninguno cuenta con 350 kilómetros homologados, según ciclo WLTP, como sí tiene el MG. El Dacia Spring, con 230 kilómetros, es el que más se le acerca pero también es un coche sensiblemente más pequeño.

El MG 4 Electric es un coche que se moverá con soltura en el entorno urbano y sus alrededores pero cuyos 350 kilómetros teóricos de autonomía lo capacitan para pequeñas escapadas de fin de semana o para disfrutar de una segunda residencia con asiduidad. La apuesta de MG ha sido muy agresiva. Especialmente cuando miramos a su otro modelo eléctrico: el MG ZS EV.

El peligro de hacer eléctrico un coche que no es eléctrico

Si echamos un vistazo al configurador de MG, encontraremos algunos de los modelos más baratos del momento. El MG ZS es un SUV extremadamente sencillo, una de esas especies en peligro en extinción que quedan en el mercado. Un coche de 4,37 metros, un maletero de 448 litros de capacidad, con un pequeño motor 1.5 de gasolina y 106 CV y hasta compatibilidad con Android Auto y Apple CarPlay para su pantalla de infoentretenimiento. No es especialmente vistoso pero sí podrá asegurar al comprador que cumplirá con lo que promete un coche que se anuncia en su web por 17.940 euros.

Todos los temores nos asaltan cuando elegimos al versión eléctrica de este SUV que, en teoría, se vende como barato. Entrar en el configurador del MG ZS EV es ser asaltado por unos llamativos 33.690 euros que, para más inri, llevan incluido el descuento del Plan MOVES III. Es decir, aquellos que no pudieran acogerse a esta ayuda por el achatarramiento de un vehículo tendrían que desembolsar 40.690 euros.

Estamos hablando de que el sobrecoste para hacerse con el MG ZS EV es de casi 16.000 euros. Que puede alcanzar los 23.000 euros si no podemos acceder al Plan MOVES III. Por el precio de un MG ZS EV podemos, prácticamente, comprarnos dos modelos de gasolina y nos sobraría dinero si no podemos acceder a la ayuda estatal. No es ningún secreto que los coches eléctricos están siendo más caros que sus homólogos de combustión, pero los problemas son mucho más evidentes cuanto más nos acercamos a la parte baja del mercado.

Uno de los problema, sin duda, está en haber metido con calzador una tecnología nueva sobre la plataforma de un coche de combustión que no está preparada para ella. Un esfuerzo extra en recursos y dinero que redunda en lo caro que son los componentes de las baterías y el desarrollo del software para el control de todos sus parámetros. Coches más sencillos en su mecánica pero muy complejos en su electrónica.

No es casualidad que los coches eléctricos con mayor relación autonomía/precio, como el ya mencionado MG4 Electric sean aquellos que cuentan con una plataforma específicamente diseñada para ser utilizada por vehículos eléctricos. Modelos que son diseñados desde cero para este propósito y que no tienen que cumplir con las exigencias de dos motorizaciones tan distintas a un mismo tiempo.

Un verdadero problema

El precio de los componentes se ha encarecido tanto en los últimos meses que hemos visto cómo vehículos superventas dejaban de ser rentables para perder dinero con cada unidad. O incluso el mismo modelo había necesitado encarecerse en 16.000 euros. Sí, en ambos casos hablamos del Ford Mustang Mach-E.

Pero el SUV eléctrico de Ford no es el único que ha demostrado que un coche eléctrico puede llegar a ser rentable ahora mismo. El Mercedes EQE también ha hecho lo propio. ¿Cómo? Con la misma estrategia de Ford y la que hemos visto en el MG ZS EV: encarecerse hasta 18.280 euros respecto a su hermano de combustión.

Pero, en el fondo, el problema no es tanto ese como que quien busque un vehículo eléctrico a un precio asequible lo tiene, prácticamente, imposible. En estos momentos, el MG 4 Electric es el único modelo que ofrece esta tecnología a un precio que se acerca a los 20.000 euros (Plan Moves III mediante) y que sobrepasa los 300 kilómetros de autonomía teórica. Lo más cercano a estos precios es un Opel Corsa-e, que parte de los 33.890 euros pero que, nuevamente, es sensiblemente más pequeño en dimensiones.

Además, hay que tener en cuenta que quien se puede permitir un vehículo que sobrepase los 75.000 euros tendrá más opciones en el mercado a elegir si duda entre hacer o no el sobresfuerzo de comprarse un Mercedes EQE o un Mercedes Clase E. El margen, sin embargo, se estrecha mucho más en su zona baja, pues el esfuerzo económico que tiene que hacer el comprador o la unidad familiar es muchísimo mayor.

Y el problema es que no hay esperanzas a corto plazo de que la oferta de vehículos eléctricos relativamente asequibles (en la frontera de los 20.000 euros) se amplíe. Volkswagen ya ha lanzado mensajes de que este era su objetivo y no podrán lograrlo. Renault también lo ha puesto en duda. Y el encarecimiento desbocado de las materias primas parecen confirmarlo.

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