Un motor de un pistón que funciona con hidrógeno aspira a ser la revolución de la automoción. Lo tiene muy complicado

  • DeltaHawk es una compañía que ya tiene el respaldo de la NASA para dar vida a sus motores de hidrógeno

  • La compañía asegura que el sistema es mejor que la pila de combustible pero, sobre el papel, este último sistema es mucho más eficiente

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Europa avanza al coche eléctrico. En Estados Unidos, el Gobierno presiona para ello pero también están poniendo mucho de su parte Estados como California. Y, sobre todo, China está decidida a hacer de esta tecnología un pilar esencial para su futuro.

Pero algunos análisis e informes apuntan a que la transición a esta tecnología puede ser mucho más complicada de lo que parece. Europa podría no tener las baterías suficientes y consultoras como Benchmark Intelligence apuntan a que se producirá una escasez tanto de materias primas como de baterías.

Por eso, algunos fabricantes siguen insistiendo en una transición dulce o, incluso, apostando por nuevas tecnologías. Toyota hace tiempo que experimenta con diferentes usos del hidrógeno, desde la pila de combustible hasta su quema en motores de combustión.

Y otras compañías se afanan por perfeccionar motores que funcionen con hidrógeno. Una de ellas es DeltaHawk. Viene de la aviación pero promete ser determinante en la automoción.

DeltaHawk y su peculiar motor de hidrógeno

DeltaHawk es una empresa que se dedica a producir motores. Aunque centrada en la aviación, sus últimas simulaciones han demostrado que uno de sus propulsores más avanzados también pueden ser muy interesantes para su uso en el transporte de carretera.

La compañía ha ganado relevancia en los últimos tiempos al presentar un propulsor de un solo pistón que utiliza el hidrógeno como fuente de energía. Este motor es de dos tiempos y aseguran que su rendimiento es superior al que entregan otros motores de combustión tradicionales de cuatro tiempos que han sido adaptados para el uso del hidrógeno.

Desde DeltaHawk defienden el uso de este tipo de propulsores porque, aseguran, elimina los problemas de la pila de combustible, que necesita de una mayor complejidad en el sistema (añade una batería que acumula la energía eléctrica que el sistema va transformando y que tiene que ser utilizada por un motor eléctrico) e infraestructura específica.

El ingenio es realmente interesante para el sector de la aviación, que debate cómo limpiar su huella de carbono. De momento, los avances en aviones eléctricos van realmente lentos y grandes compañías como Rolls-Royce han llegado a abandonar su desarrollo, apostando por el hidrógeno como la tecnología del futuro.

Los propulsores de DeltaHawk están siendo seguidos de cerca por la industria. La agencia estadounidense encargada de dar el visto bueno a este tipo de tecnologías ya permite a la compañía volar aviones con sus propulsores y la NASA está invirtiendo en el desarrollo de la tecnología para su proyecto SUSAN, con el que aspiran a conseguir un avión híbrido que reduzca sus emisiones contaminantes en un 50%, aunque en este caso sí utiliza la tecnología de pila de combustible.

Ahora DeltaHawk asegura que sus propulsores son también válidos para el transporte terrestre y que las versiones de menor tamaño pueden ser implementadas para automóviles. Señalan que su tecnología es fácilmente escalable y que lo aprendido con los motores de combustión son una garantía para mejorar los propulsores.

Aunque no dan más datos específicos, sí señalan que su gran ventaja es que es sencilla de implementar a los vehículos que busquen moverse con un motor de combustión.

Pese a ello, no hay que pasar por alto que estas alternativas son complicadas en Europa. Un coche que quema hidrógeno es mucho más ineficiente que uno de pilas de combustible. El primero se mueve en eficiencias de entre el 20 y el 30%, mientras que el segundo alcanza el 60%. Además, aunque ínfimas, sigue expulsando emisiones de CO2 que, para ser viable en Europa, tendrían que ser compensadas durante la producción.

Y a esto se suma a que buena parte de los fabricantes han emprendido el camino hacia el coche eléctrico. Inversiones que ahora son difíciles de parar y quienes apuestan por el hidrógeno lo hacen con sistemas de pilas de combustible. Toyota parece enfocar la quema del mismo para el disfrute en vehículos deportivos, pero con un claro enfoque de coche de nicho.

En Xataka | El primer motor de hidrógeno europeo cree tener la solución a su bajo rendimiento: inyectar agua

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