Qué fue realmente la Estrella de Belén: las teorías astronómicas sobre uno de los grandes mitos de la Navidad

Herodes no tenía ni idea de dónde estaba Jesús, pero la estrella guió a los Reyes Magos a Belén. ¿Fue realmente una estrella?

Imagen generada con IA del Nacimiento de Jesús y la Estrella de Belén
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La Estrella de Belén corona nuestros árboles, ilumina nuestros pesebres y decora nuestras postales navideñas, pero ¿era realmente una estrella? Estas son las teorías astronómicas más discutidas sobre su origen.

Según la Biblia. La Estrella de Belén aparece únicamente en el primer libro del Nuevo Testamento, el Evangelio de Mateo. Según Mateo, tres Reyes Magos de Oriente partieron hacia Jerusalén guiados por una estrella brillante en el cielo.

Al llegar, preguntaron a Herodes: "¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en el oriente, y venimos a adorarle". Herodes no tenía ni idea de dónde estaba Jesús, pero la estrella siguió guiando a los Reyes Magos hasta detenerse sobre Belén.

Un cometa. La Estrella de Belén no pudo ser un meteorito porque los Reyes Magos habrían tenido que correr mucho para seguirlo desde Oriente en su breve , pero tal vez fuera un cometa que durase semanas en el cielo.

Sabemos que el cometa Hally pasó por la Tierra en el año 11 a. C. Sin embargo, no pudo servir a los Reyes Magos de guía porque su posición habría cambiando con la rotación de la Tierra. El astrofísico Grant Mathews sugirió un motivo adicional: "los cometas solían ser un presagio de un desastre inminente para los astrólogos del pasado".

Una nova o supernova. En 1977, una historia del New York Times escrita por el periodista científico Walter Sullivan relacionó la Estrella de Belén con un fenómeno que los astrónomos chinos registraron como "Estrella Escoba" en el año 5 a.C. Los investigadores modernos creen que probablemente fuera una nova, el nacimiento de una estrella.

Otra posibilidad es que fuera una supernova (la explosiva muerte de una estrella), pero los astrónomos no han encontrado evidencias de un remanente de supernova que coincida en el tiempo. La más cercana registrada por astrónomos chinos fue visible desde la Tierra en el año 185 d.C.

Una conjunción. Aquí es donde la cosa se pone interesante. ¿Y si la Estrella de Belén no fue una estrella sino dos planetas? Es posible. Teníamos otras cosas de las que preocuparnos aquel año, pero en 2020, Júpiter y Saturno se unieron en una Gran Conjunción . Los dos planetas aparecieron tan juntos en el cielo nocturno que casi parecían un solo objeto.

Sabemos que Júpiter y Saturno tuvieron tres conjunciones en el año 7 a.C. Cuatro años más tarde, en el verano del 3 a.C., Júpiter y Venus protagonizaron una conjunción aún más espectacular: estuvieron separados 1/10 de grado al amanecer (una quinta parte del diámetro angular de la Luna llena). Quizá los astrólogos de la época tomaran nota y atribuyeran un significado divino al evento.

No existió. Puesto que ninguno de estos eventos coincide exactamente con lo descrito por el Evangelio de Mateo, otra posibilidad es que el mito de la Estrella de Belén sea solo eso, un mito.

Las estrellas han sido globalmente utilizadas para la navegación hasta prácticamente la aparición del GPS, pero una estrella sale y se pone en el firmamento, no va de Bagdad a Jerusalén y de Jerusalén a Belén. Al menos no sin intervención divina.

Imagen | DALL·E 3, Adobe Firefly

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