Que China domine el lucrativo mapa de las tierras raras no significa que esté solo. En el tablero global hay otras potencias ricas en recursos clave para la automoción o la "revolución verde", como Brasil, Rusia, India, Australia, EEUU o, lindando por el sur con el gigante asiático, Vietnam. Los datos de Statista muestran la nación del sudeste asiático acoge 22 millones de toneladas métricas, un volumen de reservas superado solo por la propia China. De lo que sí disfrutan en Hanói ahora mismo es de un rol geopolítico más cómodo que en Pekín, con valiosos acuerdos de libre comercio y una ventajosa posición estratégica entre China y los EEUU.
Las empresas lo saben. Y ya han movido ficha.
¿Qué ha pasado? La noticia la avanza Reuters: dos empresas del sector de los imanes de tierras raras con sede en Corea del Sur y China están a punto de abrir fábricas en Vietnam para diversificar su cadena de suministros y reforzar de paso su posición fuera del gigante asiático. Una de las firmas es Star Group Industrial (SGI), la otra Baotou INST Magnetic. La primera, coreana, tiene sobre la mesa un proyecto en tierras vietnamitas con el que aspira a producir unas 5.000 tn anuales de imanes de neodimio de alta gama (NdFeB) para 2025. La segunda, INST, comenzará a operar en breve una planta alquilada en el norte de Vietnam.
¿Cómo serán las instalaciones? De momento no han trascendido grandes detalles. Reuters precisa que la planta de SGI jugará un papel clave en la estructura de la empresa: con una producción de cerca de 5.000 toneladas anuales de NdFeB, generaría suficientes para dos millones de coches eléctricos y casi permitiría a la compañía duplicar su producción actual, que gracias a sus instalaciones de Corea y China llega a las 3.000 tn al año. La compañía estaría invirtiendo 80 millones de dólares en su nueva factoría de Vietnam para que arranque ya en 2024.
En cuanto a Baotou INST Magnetic, su nueva planta, para la que logró en junio autorización local, se situará en el norte de Vietnam. Su inversión inicial sería de solo unos cuantos millones de dólares, pero la empresa —siempre según Reuters— estaría valorando una segunda fase para construir su propia factoría.
¿Por qué es importante? Si la noticia ha saltado a los medios se explica en parte por el rol de las propias empresas. Al fin y al cabo SGI suministra imanes al fabricante vietnamita VinFast y a la coreana Hyundai Motor y INST se convirtió en 2021 en proveedor de Apple. Más allá de quién o cómo actúa importa el cuándo, el trasfondo: ambas compañías se han decidido abrir instalaciones en Vietnam en un escenario marcado por las tensiones entre China y EEUU, amenazas y restricciones comerciales, un telón de fondo que ya ha llevado a otras empresas tecnológicas a tantear opciones más allá de China. Algunos países, como la vecina India, incluso han lanzado medidas para aprovecharse de ese nuevo escenario.
Con el recuerdo reciente aún de la pandemia y los efectos de la estricta política "COVID Zero" aplicada por Pekín, lo que buscan las compañías es diversificar sus cadenas de suministros más allá del gigante asiático, un paso que demandarían los propios clientes ante el clima de tensión entre EEUU y China.
¿Y por qué Vietnam? Quizás no llegue al nivel de reservas de tierras raras de China, ni tampoco disfrute de su indiscutible dominio en la cadena de producción o el sector de los imanes —claves para la fabricación de coches eléctricos, turbinas, armas o smartphones— pero desde luego Vietnam es un actor destacado del sector. Statista calcula que el país maneja una reserva de 22 millones de tn métricas, por encima de Brasil o Rusia —cada una con 21 millones— o India, que suma 4,2. La única nación que la supera en yacimientos es China, con 44 millones.
Vietnam acoge además una incipiente industria de procesamiento y a lo largo de los últimos ha multiplicado su producción minera de tierras raras. Hace apenas un mes trascendía que el país aspira a aumentar su producción hasta llegar en 2030 a los 2,02 millones de tn de minerales sin procesar anuales. El Servicio Geológico de EEUU (USGS) calcula que la producción vietnamita de tierras raras ha crecido de forma exponencial: de 400 tn en 2021 a 4.300 el año pasado. Para 2050 quiere una producción anual de entre 40.000 y 80.000 tn de óxidos de tierras raras.
¿Hay más? Sí. Vietnam resulta atractiva también por sus costes laborales, sus acuerdos comerciales y la presencia de fabricantes del sector de la automoción y la electrónica. Su potencial ha atraído ya por ejemplo a Corea del Sur. Hace apenas dos meses los presidentes de ambos países, Vao Van Thuong y Yoon Suk Yeol, se reunieron durante una visita institucional que se saldó con un anuncio relevante: las dos naciones firmaron un memorándum: de 400 toneladas en 2021 a 4.300 el año pasado. Para mediados de este mismo siglo quiere una producción anual de entre 40.000 y 80.000 toneladas de óxidos de tierras raras REO.
¿Es un reto sencillo? En el camino a la diversificación de la cadena de suministro y la apuesta por Vietnam hay desafíos importantes. Al margen de su potencial minero o lo que haya podido avanzar en el pasado, el dominio de China en el sector sigue siendo indiscutible. Según la firma Adamas Intelligence, Vietnam produce apenas el 1% de los imanes del mundo, a una distancia abismal de China. Más allá de lo difícil que pueda resultar agrietar el dominio de Pekín en la producción y procesamiento, el terreno geopolítico es también complejo.
A lo largo de los últimos meses EEUU ha intentado reforzar sus relaciones con Hanoi y el propio Joe Biden anunciaba hace poco que viajará en septiembre al país asiático para reunirse con su máxima autoridad, Ngyuen Phu Trong, e impulsar la cooperación bilateral, pero los vínculos entre Vietnam y Pekín resultan igualmente cruciales. De hecho en primavera el primer ministro chino incidía en la necesidad de preservar las "relaciones de vecindad" y "seguir tomando medidas para impular la estabilidad y prosperidad en Asia-Pacífico". "Los intentos de EEUU de mejorar las relaciones con Vietnam sembrando la discordia de Pelín y Hanoi son una quimera", titulaba una de sus crónicas el diario chino Global Times en junio.
Imagen de portada: Tron Le (Unsplash)
Ver 26 comentarios